San Heller (Ellier) de Jersey, ermitaño y mártir. 16 de julio.

Según su leyenda, vivió en el siglo VI y era originario de Tongeren. Era pagano y se convirtió por la predicación de San Marcon (1 de mayo), el santo abad de Armórica. Su conversión le inflamó de amor por Cristo y muy joven se fue junto a su compañero, Romard, a la isla de Jersey para servir a Dios en la soledad y la oración. Vivían en una cueva en un alto risco, donde ayunaban frecuentemente y oraban insistentemente.

Trece años vivieron en la paz, hasta que en una ocasión que intentó convertir a unos piratas que tomaron su peña, estos le secuestraron y le cortaron la cabeza. El santo la tomó entre sus manos, gesto que hizo huir aterrorizados a los piratas, que dejaron a los habitantes de Jersey en paz. Luego caminó el santo hasta poner su cabeza a los pies de Romard, que le enterró en Bréville-sur-Mer. Luego fueron trasladadas a la abadía de Beaubec-la-Rosière, donde se veneraron hasta la Revolución Francesa, cuando la abadía fue destruida y las reliquias dispersadas. En Jersey aún se venera su memoria, en el mismo sitio donde fue martirizado. Otras ciudades francesas también mantienen su recuerdo.

Ver también "Santos Cefalóforos"


Fuente:

-"Vidas de los Santos". Tomo VIII. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD.

A 16 de julio además se celebra a
Santa María Magdalena Postel, virgen fundadora.