El único enemigo de esta ideología de género es la Iglesia, que afirma con rotundidad verdades que se contraponen a la nueva ideología y una nueva ética sin principios ni valores inmanentes e inmutables. Por eso la ética judeocristiana es incompatible con los nuevos paradigmas del NOM y la declaración de Benedicto XVI de los principios no negociables es todo un desafío para los grupos de presión feministas, homosexuales y abortistas. ¿El lobby más peligroso? “El lobby gay que actúa dentro de la Iglesia”.

-El Gobierno español se vende a sí mismo como puntero en matrimonio homosexual, aborto y Alianza de Civilizaciones. ¿Se puede afirmar que España se ha convertido en la punta de la lanza del Nuevo Orden Mundial?
-Eso son temas geopolíticos que estaban en el ámbito internacional antes de Zapatero. Pero no es lo mismo una ONG o una indicación política de un organismo internacional que una sugerencia política de España que no se la ve como los centros de poder anglosajón.

-Se la ve como la madre patria.
-Bueno, ése es un concepto un poco pasado de moda, pero sí como un país amigo y afín. Y se plantean que si España lo hace, ¿por qué nosotros no?

-La ONU ha estado impulsando las políticas abortistas, feministas y rosas. ¿Qué cree que es mejor, tratar de mejorarla o de anularla?
-Tenemos que participar porque no se pueden dejar ámbitos sin tratar de influir en ellos aunque hayan sido creados por el enemigo. Eso sí, cuidando de no ser cómplices.

-¿Por ejemplo?
-Dando el consenso a algo que parece inofensivo, pero que tiene un trasfondo y un mensaje retorcido. Los famosos eufemismos.

-¿Por qué la presión para sacar a la Santa Sede de Naciones Unidas?
-Porque complica el panorama de los países que quieren imponer determinadas políticas. Ante la anticoncepción, aborto, perversión de derechos humanos, la Santa Sede es un escollo.

-Vayamos al aborto. Hay quien considera que el término “salud sexual y reproductiva” sería un término rescatable, aunque siempre se haya utilizado eufemísticamente como sinónimo de aborto.
-Nunca se pudo dar un buen sentido a la salud reproductiva. Nació como eufemismo de anticoncepción e incluso de aborto químico. La sexual vino después, y tampoco se le pudo dar nunca un buen sentido. Además, este año Hillary Clinton, en la reunión del G-8 en Canadá, dijo claramente que salud sexual y reproductiva incluye el aborto.

-¿Se puede decir que el derecho al aborto ya existe en documentos oficiales?
-En las recomendaciones y en las observaciones generales de los tratados de derechos humanos. Por ejemplo, la recomendación general 24/25 del Comité del Tratado de Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer. Ahí aparece el aborto como un derecho.

-¿Es una interpretación vinculante?
-Claro, porque se trata del comité que provee a los países signatarios de la llamada interpretación auténtica del texto de la convención.

-Vayamos a los nuevos derechos, los llamados derechos de segunda o tercera generación. Es el intento de la progresía de colar su ideología, pero ¿no hay nada salvable?
-Mire: dentro de los ocho Objetivos del Milenio para el Desarrollo, hay dos que hacen referencia al género y a la salud sexual y reproductiva, claramente antivida. Pero los otros seis, también, porque se interpretan todos en clave feminista, abortista o de cultura de la muerte.

-¿Por qué todas las compañías han comprado los Objetivos del Milenio?
-Las menos por complicidad; la mayoría porque es políticamente correcto, lo que manda la moda.

-¿Cree que las teorías de género son la última rebelión contra Dios?
-Depende de a quién se lo atribuyamos. En ámbitos de Naciones Unidas hay una abierta rebelión contra Dios. Pero para la mayoría es algo que marca los tiempos.

-Sí, pero ésos no son los que marcan la agenda.
-No. Para los que marcan la agenda, la destrucción de la Iglesia Católica es un imperativo porque es el único freno.

-Cambiemos de tercio. ¿Cree que la nueva religión mundial pretende sustituir el decálogo por un nuevo paradigma ético?
-Sí. Una religión de subjetivismo, de relativismo, que combate cualquier tipo de verdad no negociable. Y están infiltrando las religiones. También la Iglesia Católica.

-Terminemos con el futuro. ¿Qué es lo que nos viene?
-Una persecución a la Iglesia Católica o a los restos de quienes permanezcan fieles a la doctrina de la Iglesia. Para el Nuevo Orden, la desaparición de la Iglesia Católica es un imperativo.

-¿Cree que la Iglesia está preparada para esa batalla?
-Humanamente creo que una gran parte de la Iglesia no está preparada para esa batalla. Pero la Iglesia es antes que nada Esposa de Cristo y una realidad sobrenatural. Por eso el número de fieles o de jerarcas preparados para la batalla importa poco. Lo que sí sabemos es que a la larga vamos a ganar porque el triunfo está prometido.