Las pistas de esquí de Chyrowa, en las blancas montañas de Bieszczady (Polonia), se vieron inundadas de jóvenes evangelizadores por segundo año consecutivo. El domingo 5 de febrero, la Escuela de Nueva Evangelización de la Arquidiócesis de Przemyśl llevó a cabo la iniciativa JesusSky para llevar a Dios a los esquiadores.

"Bieszczady para Jesús", con este lema tuvo lugar la segunda edición invernal de la campaña evangelizadora que realiza la diócesis polaca. Una idea, la de llevar la fe hasta las montañas más altas, inspirada, entre otros, por el polaco más venerado de todos: San Juan Pablo II. Un fanático de la nieve que disfrutó siempre de poder esquiar en su tierra.

"Un picnic de la Iglesia"

"Hacía buen tiempo y la pista estaba llena, la zona de evangelización tuvo mucho interés. Nuestros evangelizadores se convirtieron en confidentes de conversaciones muy profundas, muchas de ellas, incluso, terminaron con la oración de intercesión", comentó el sacerdote Rutkowski.

"Los evangelizadores se convirtieron en confidentes de conversaciones muy profundas, y muchas de ellas, incluso, terminaron con la oración de intercesión".

Los esquiadores que lo desearan se podían unir a los animadores evangelizadores que bailaban, y los niños participar en competiciones de descenso de trineos. Los jóvenes católicos sirvieron té y charlaron con los numerosos presentes.

"Todo se desarrolló bajo el patrocinio hermoso del Espíritu Santo, quien nos dio mucha alegría, fuerza y ​​valentía. No encontramos ninguna actitud hostil hacia nosotros. Recibimos muchos comentarios positivos, la gente se quedaba sorprendida al ver 'un picnic de la Iglesia en la nieve'", explicó el sacerdote Mateusz Rutkowski.

Aquí puedes ver un vídeo promocional de la pastoral juvenil de la diócesis de Przemyśl.

Al finalizar las actividades, se celebró la Misa en la cercana iglesia de Natividad de la Santísima Virgen María. Precisamente, en enero de 2021, cuando las pistas estaban cerradas por la pandemia, el propietario aprovechó para erigir una capilla de madera dedicada a Nuestra Señora de la Esperanza. Un lugar muy querido por los turistas, que suelen dejar piedras con oraciones escritas.