El IRF de Kiev (irf.in.ua) es el Instituto Ucraniano para la Libertad Religiosa, una entidad fundada en 2001 para monitorizar la libertad religiosa en Ucrania, un país de mayoría ortodoxa, con una importante minoría católica, una fuerte tradición judía, comunidades musulmanas de origen tártaro e iglesias evangélicas en crecimiento.

Ucrania es uno de los pocos países europeos donde en el siglo XXI cada vez hay menos ateos o agnósticos y cada vez más personas creyentes.

En julio de 2022 el IRF ya difundió un informe sobre la destrucción que la invasión rusa causaba a lugares de culto, con una lista de unos 250 centros religiosos dañados, destruidos o saqueados por tropas rusas. En su nuevo informe presentado a 1 de febrero de 2023 en una jornada celebrada en Washington constata que los centros dañados ya eran el doble, casi 500.

El informe ha sido recibido y difundido por el Consejo Mundial de Iglesias (al que pertenecen muchas iglesias protestantes, ortodoxas y orientales, pero no la Iglesia Católica).

El informe recopila casos de destrucción, saqueo o graves daños contra templos, mezquitas, sinagogas, lugares de reunión religiosa y academias teológicas o centros de formación religiosa.

Registra al menos 120 casos en la región ocupada de Donetsk y más en la región ocupada de Lugansk. Además, hubo 70 casos de ataques en la región de Kiev, unos 50 en la de Jersón y otros 50 en la de Járkov.

Mapa del IRF con el número de ataques, destrucción o saqueos de centros religiosos por provincia en Ucrania, hasta el 31 de enero de 2023.

Edificios religiosos incautados para usos militares

El IRF documenta muchos casos de edificios religiosos que son incautados por el ejército ruso para usarlos como bases militares o para ocultar posiciones de tiro de sus tropas. "Esta táctica de los militares rusos provoca un aumento de la escala de destrucción de lugares religiosos en Ucrania", denuncia el organismo.

Los centros más atacados son las iglesias evangélicas (unas 170), las parroquias de la Iglesia Ortodoxa Ucraniana (unas 143, pese a ser las afiliadas al Patriarcado de Moscú) y los salones de Testigos de Jehová (unos 94 centros dañados, de los que 7 fueron destruidos por completo).

San Mitrofán en Lysychansk (en la foto) recibió el impacto de dos misiles rusos.

Maksym Vasin, director ejecutivo de IRF, asegura que los centros religiosos o su clero en las zonas ocupadas son atacados sobre todo cuando usan la lengua ucraniana en el habla o cartelería. En el caso de los evangélicos, adventistas y Testigos de Jehová, les acusan directamente de ser "sectarios" o "espías americanos".

En el primer informe ya se registraron ataques contra 17 iglesias grecocatólicas y seis parroquias católicas latinas. Desde entonces, el informe añade ataques a otras 6 parroquias de rito latino.

Hay que tener en cuenta que en las zonas ocupadas y cerca del frente (Ucrania oriental) hay poca población católica, y menos de rito latino.

Los sacerdotes grecocatólicos Ivan Levystky y Bohdan Geleta, del templo de la Natividad de la Santísima Virgen María (Berdiansk, Ucrania), detenidos por los rusos desde el 16 de noviembre. 

Dmitry Bodyu, un pastor evangélico de Melitopol que pasó 8 días preso de los rusos y luego pudo dejar la ciudad a través de Rusia y Polonia, contó en el congreso las amenazas que sufrieron él y su familia y la confiscación de los locales de su iglesia. También recordó  desde EEUU que siguen detenidos los sacerdotes grecocatólicos Ivan Levitskyi y Bohdan Geleta, de Berdiansk, absurdamente acusados de tener armas.

El pastor de un centro baptista en Tavriski, Jersón, explica al IRF que su centro fue ocupado por tropas rusas de febrero a noviembre; robaron los libros, ordenadores, materiales deportivos de los jóvenes y amenazaron a los responsables. Al retirarse de Jersón al otro lado del río, bombardearon este complejo: de los cinco edificios con que contaba, sólo queda uno. (Lo cuenta en ucraniano con subtítulos en inglés).

Otros datos: los del Estado ucraniano

Otra fuente que estudia los ataques contra centros de culto en Ucrania -pero en este caso ligada al Gobierno ucraniano- es el Servicio Estatal de Ucrania para Asuntos Étnicos y Libertad de Conciencia. Según difunde el Consejo Mundial de Iglesias, al menos 307 lugares religiosos de Ucrania (incluyendo 5 judíos y 5 musulmanes) han quedado en ruinas durante los once meses de ataques rusos, según esa fuente.

Destrozos en la catedral ortodoxa de San Miguel en Mariúpol.

Los centros católicos en ruinas serían 5 edificios católicos latinos y 4 grecocatólicos. La discrepancia con el IRF (que suma 23 ataques contra centros católicos) puede deberse a que el IRF contabiliza también los casos de saqueo y pillaje.

El Consejo Mundial de Iglesias cita también datos de la UNESCO del 1 de febrero de 2023, que consideraba verificados daños a 238 lugares culturales de Ucrania desde que empezó la invasión, incluyendo iglesias, museos, edificios históricos y culturales, monumentos y bibliotecas.

Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto esta web y la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 .