El popular historiador español Ricardo de la Cierva, católico y conservador, ha fallecido este jueves a los 89 años de edad.

De La Cierva destacó por sus libros de historia relacionados con la Segunda República Española, la Guerra Civil Española, la masonería y las desviaciones progresistas del parte del clero y la Iglesia española y universal.


Procedía de una familia de intelectuales y políticos. Su abuelo Juan de la Cierva y Peñafiel fue ministro varias veces con Alfonso XIII. Su tío fue Juan de la Cierva, el famoso inventor del autogiro. Su padre, Ricardo de la Cierva y Codorníu, abogado y político en Acción Popular, el partido conservador de Gil Robles, fue asesinado por milicianos del Frente Popular en Paracuellos de Jarama: trataba de huir a Francia para reunirse con su mujer y sus seis hijos pequeños. El hermano de éste, Juan de la Cierva y Hoces, fue el primer español premiado con un Oscar, por sus aportaciones tecnológicas al mundo del cine (por ejemplo, unas sistema que se usó en la película ¡Tora!, ¡Tora! ¡Tora! sobre la guerra mundial en el Pacífico).


Ricardo de la Cierva fue en 1973 director general de Cultura Popular y presidente del Instituto Nacional del Libro Español. En la Transición, fue diputado por Murcia de 1979 a 1982. En 1980 fue ministro de Cultura durante un año con la Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez. Fue coordinador cultural del partido Alianza Popular en 1984. En otoño de 1993 fundó la Editorial Fénix.


En una entrevista con el periodista Santiago Mata en 2014 De la Cierva resumía algunos de sus temas de estudio.

Daba por ejemplo cifras sobre los asesinatos en el Madrid republicano: "En Paracuellos, 4.000. Para todo Madrid, Salas Larrazábal da la cifra de 16.000, basándose en las muertes violentas anotadas en el Registro Civil. El general Casas de la Vega, poco antes de morir, me dijo que tenía ya listas con 10.000 nombres. José Manuel Ezpeleta, de la Asociación de los Mártires de Paracuellos, habla de 26.000. Entre esas cifras andamos".

"Decir que en la zona roja había democracia es de carcajada. Yo he vivido en la zona roja ocho meses", añadía. Consideraba ilegítimo el Gobierno de la República porque "eso no era una democracia. Un Gobierno que permite el asesinato del jefe de la oposición no es un Gobierno legítimo. No hay por qué conceder a unos señores, porque hayan perdido la guerra, que por eso tengan razón".


El historiador en una fotografía de 2005; ha muerto con 89 años 


A partir de 1986, prestó mucha atención a denunciar la ideología de la teología de la liberación en la iglesia. Sus títulos al respecto son:

-Jesuitas, Iglesia y marxismo: la teología de la liberación desenmascarada (1986)
-Oscura rebelión en la iglesia: jesuitas, teología de la liberación, carmelitas, marianistas y socialistas (1987)
-Las puertas del infierno. La historia de la Iglesia jamás contada (1996)
-La Hoz y la Cruz. Auge y caída del marxismo y la teología de la liberación (1996)
-Historia esencial de la Iglesia católica en el siglo XX: asalto y defensa de la Roca (1997)
-La Infiltración. La infiltración marxista y masónica en la Iglesia católica del siglo XX (2008)


Un tema que visitó en varias ocasiones fue la conversión al catolicismo del líder republicano socialista Indalecio Prieto, sobre lo que escribió en 1988 y en 2009. Publicó un artículo sobre esta interesante historia espiritual en el desaparecido semanario Alba, recogido por ReL aquí.

También dedicó muchos esfuerzos a contrarrestar las versiones de los hechos de los años 30 del histórico líder comunista Santiago Carrillo. Su libro clásico sobre el tema fue el de 1994: "Carrillo miente: 156 documentos contra 103 falsedades"


Un tema que trató con detalle al acercarse el siglo XXI fue el de la masonería. Sus obras principales sobre este asunto fueron:

- La palabra perdida: constituciones y rituales de la masonería (1999)
- La masonería invisible. Una investigación en Internet sobre la masonería moderna (2002)
- ZP — Tres años de gobierno masónico (2007)
- Los rituales secretos de la Masonería anticristiana (2010)

Como recogió ReL en 2011, el historiador señaló una conexión con ideologías satánicas y luciferinas en los masones de grado 33, el más elevado. Afirmó al respecto que «no todos los masones son satánicos o diabólicos, pero todos los satánicos son masones».

Consideraba que «los masones, sobre todo al principio del ingreso en la orden, son sistemáticamente engañados por la Masonería. Los masones reciben una serie de engaños hasta que al final se les desengaña, pero ya en los últimos grados».

En 2004 explicó en una entrevista por qué puso en marcha su propio sello editorial. "En 1993 creé mi propia editorial: Fénix, nombre masónico, por cierto, lo cual les molesta mucho a ellos. Creé la editorial porque tanto Planeta como Plaza y Janés me pusieron trabas por escribir sobre la masonería".