Jesús García y Gospa Arts han presentado la figura de la Virgen María ya con dos películas exitosas: Hospitalarios (sobre Lourdes) y Medjugorje. Ahora, con la película Madre no hay más que una, busca acercar a la Virgen a sus hijos, a veces díscolos y alejados, a personas que deben aprender a ver a María como Madre.

—¿Qué pretende mostrar con su documental Madre no hay más que una?

—Yo no tuve una sana relación con mi madre. Ella tenía sus problemas y yo tengo los míos. Cuando era niño me decían en el colegio o en la catequesis que la Virgen María era mi madre y yo pensaba: “Menuda estupidez, mi madre no es la Virgen María. Mi madre es una señora de Badajoz, que cocina muy bien, que me regaña si me porto mal, que me cuida cuando me pongo enfermo…”.

»Sin embargo, en medio de mi vida adulta y de esos problemas de comunicación que yo viví con mi madre, surgió de una forma muy sutil, como quien no quiere molestarme, pero absolutamente firme, sólida y definitiva, la figura de la Virgen María como madre de toda mi vida, de todos mis asuntos, de todos mis afectos y cuidados, que sufre, ríe, sueña y disfruta conmigo, a mi lado y por mis cosas, no de forma etérea sino absolutamente palpable, tangible, sensible y demostrable. Hasta tal punto que hoy la vivo como mi madre absoluta.

—Dicho así, puede parecer una locura…

—A mí me suena a cordura. Si uno mira cómo está el mundo, esta es de las menores locuras de las que podemos hablar.

—Dejémoslo entonces en inexplicable…

—Sé que racionalmente es imposible de entender y cualquiera que lea esto puede pensar: “¿Pero este qué dice?”, y sin embargo, lo digo, porque de un modo misterioso e inexplicable, como por otro lado tantas y tantas cosas de nuestras vidas, es real.

»Me conmueve tanto detenerme a fijarme en sus cuidados que procuro no hacerlo mucho, porque me embobo y no arranco. Esa maternidad y esa filiación, es la motivación principal de este documental. Queremos explicar la maternidad de la Virgen María pero no desde la Teología, sino desde la maternidad. Porque hay muchos hijos que no conocen a su Madre, y se lo están perdiendo. Para explicarlo no he acudido a teólogos, sino a madres. No es un documental académico, sino divulgativo. No es Mariología, sino Madrelogía.

—Ellas serán las protagonistas del documental…

—La protagonista es la Virgen María, pero en una metáfora de cómo es ella en realidad. Un logro está siendo cómo estamos siendo capaces de mostrar que ella es la protagonista sin aparecer en el documental. De hacerla presente invisible desde el minuto uno de metraje hasta el final. Ella es como el aire que nos rodea: no se ve, no habla, es casi imperceptible, pero te rodea y te da vida con su presencia. En el documental no se oye su voz, no se la ve caminar, no nos da lecciones de nada y, sin embargo, estamos logrando darle el protagonismo que ella tiene, el que tuvo en realidad en la vida de Cristo y el que tiene en la nuestra, como sin querer molestar, vigilando, cuidando, siempre pendiente, siempre presente, pero sin molestar ni darse importancia. Y para hacerla notar a ella, hemos pedido ayuda a un grupo de expertos. Expertas en este caso. Expertas en maternidad.

'Madre no hay más que una' acude a todo este elenco de madres y expertas que tienen mucho que decir sobre la maternidad. Ellas aman a su familia, y se sienten amadas por María.

—¿Quiénes son, si se puede saber?

—Pues un grupo de chicas y mujeres muy normales, muy de andar por casa, pero que hacen cosas que, en el mundo de hoy, parecen reservadas a superhéroes del Universo Marvel.

—¿Por ejemplo…?

—Por ejemplo, Ana, que tiene cuatro hijos muy pequeños y en su tiempo libre es capaz de sacarse un doctorado, dar clases en la universidad, investigar legajos olvidados y manuscritos antiguos en la Biblioteca Nacional, ser ama de casa por las tardes y no perder ni la sonrisa ni el buen humor en el intento.

»Quiero decir, las protagonistas del documental pierden la paciencia y las fuerzas en numerosas ocasiones. No son madres de pega, este documental es muy real, pero no van con cara de amargadas por la vida. Todo lo contrario, son insolentemente alegres y felices. Y lo de “su tiempo libre” era un sarcasmo. Lo del doctorado y los legajos antiguos, no.

—Muy sugerente… ¿Puede darnos otro ejemplo de una de sus superheroínas sin capa de las que aparece en el documental?

—María. Madre de 5 hijos con solo 32 años, enfermera, que trabaja 10 horas diarias fuera de casa y tiene en su casa todo perfectamente descontrolado. Ojo, que digo aposta perfectamente descontrolado porque en lo imprevisto de cada día de una familia tan numerosa, es imposible, y diría que insano, un control absoluto de todo.

»En su casa, como en muchas de las casas de familias numerosas que hay en España, sencillamente, la vida fluye como fluyen las estrellas en la galaxia. Uno las mira desde aquí abajo y percibe que todo está muy ordenado allí arriba, es salvaje y precioso al mismo tiempo, cautivador y atractivo, no sabemos muy bien cómo ni por qué, pero que es así.

—¿Qué otros perfiles de superhéroes de lo cotidiano ha buscado para su documental?

—Pues hay emprendedoras, directivas, empresarias, una periodista, gente del Atleti, gente que fuma, otra que hace fitboxing… Como digo, todas madres muy guapas, de muchos hijos, muy alegres, que se saben limitadas pero que no se quedan sólo en su límite, y con otra peculiaridad muy importante.

—¿Que es…?

—Todas, al igual que yo, han experimentado en primera persona esa maternidad de la Virgen María. Lo que pasa que ellas, como madres, tienen una autoridad para hablar de semejante misterio que yo, no tengo.

—¿Cómo apareció en su vida esa maternidad de la Virgen María?

—Voy a tratar de explicarlo. Yo veo mi vida como una habitación en la que obviamente, estoy yo, y hay mucha gente conmigo. Sin embargo, los años van pasando y a lo largo de la vida la gente se va yendo de esa habitación. Cada vez hay menos gente, más espacio vacío y menos ruido, menos compañía, y al final te quedas tú solo en medio de un enorme silencio. De la habitación se ha ido todo el mundo menos una persona. Esa persona permanece. No se va. En silencio, callada, a la espera de que le digas tú algo. No incomoda, ni es imprudente, no pregunta.

»Y cuando entonces, tú vas y la saludas, te acoge con todo el amor y el corazón que solo una madre absoluta puede darte. Con toda su gracia, con todo su amor incondicional. Pero no te lo dice: te lo demuestra. Te lo hace sentir y vivir. Te lo enseña. Te enseña a amar sin condiciones. Pues en mi caso se dio algo así. Y de su mano, he recibido una vida nueva, más alegre, más bonita, más interesante, más entretenida…

»Hubo un momento en mi vida me acerqué a ella muy tímidamente, en que la miré a sus ojos como preguntándole quien era, y ella me respondió: “Soy tu madre, y vas a enterarte ahora de como cuido yo de mis hijos”. Fue como que me cogió de los pelos y dijo: “A este ya no me lo toca nadie”.

»Desde entonces he escrito dos libros en torno a ella, y este será el tercer documental en el que la coloco en el póster de la cartelera como principal protagonista. Es imposible negar que me siento y me sé muy hijo suyo, no porque me lo hayan dicho, sino porque ella me lo ha demostrado. Y eso es lo que pretendo que se vea en este documental: hay muchos hombres y mujeres que van como huérfanos por la vida, cuando en realidad, tienen una madre que les mira, les espera en silencio, sin ser invasiva… pero que les espera con los brazos abiertos para comenzar una nueva vida con ella.

—¿Cuál es el mayor regalo que le ha hecho la Virgen a usted en su vida?

—El mismo que a todos: su docilidad, su sencillez, su humildad, que fueron la puerta abierta para un imposible: Jesucristo. Ella hizo posible que Dios fuese uno de nosotros, entre nosotros, con nosotros. Dios quería, pero dependía de ella. Siendo muy valiente, en una situación por la que la podían haber matado a pedradas, confió y dijo: Sí. Y fue madre de Jesús. Cuidó de Él, lo educó, le enseñó, y, finalmente, le dejó ir porque Él quiso entregársenos a todos nosotros.

»Ella compartió lo que más quería, a su Hijo, contigo y conmigo: nos lo dio sin oponerse, sin protestar. No le intentó convencer de que hiciera otra cosa, de que se casara con esta o aquella chavala, de que estudiase unas oposiciones… Algo que creo que ni siquiera las mamás de mi documental habrían llegado a hacer, pero que la imitan o tratan de imitar en todas esas facetas: valor, fe, fortaleza, amor, generosidad en el esfuerzo, entrega, acogida, dulzura, docilidad, firmeza, convencimiento… maternidad, al fin y al cabo.

»A partir de ahí, de Jesucristo, te diré que la Virgen María me presentó a mi esposa. Como solo una madraza lo hubiera organizado, hizo que nos conociéramos y nos enamoráramos. Luego, mi esposa me ha dado a nuestros cinco hijos. Ellos son un testimonio vivo del hacer de la Virgen María en mi vida y de la presencia de Cristo vivo en nuestra familia.

Jesús García y Gospa Arts quieren mostrar con su película la alegría de la maternidad tocada e inspirada por la Virgen María...

—Explicaba usted hace unos meses que este documental es antisistema. ¿A qué se refería?

—Lo que dije es que este documental era lo más contracultural que ha visto Europa desde la llegada de los Sex Pistols, en los pasados años setenta, y que ellas son absolutamente antisistema. En este sentido, el documental no va contra nadie, pero quiero mostrar algo a lo que se le está haciendo la guerra y ellas le plantan cara de modo pasivo, simplemente por ser lo que son: madres.

»La segunda motivación del documental es mostrar el valor y la belleza absoluta de la maternidad, lo que de un breve tiempo a esta parte se cuestiona tanto en la forma como en el fondo, cuando, en realidad, la maternidad viene siendo desde el inicio de la existencia humana, y diría que animal, lo que es,  una mujer, es decir, un ser humano de sexo biológico femenino, que concibe y gesta en su seno a un ser humano nuevo, diferente, único, irrepetible, con toda su dignidad incuestionable, por tanto, no elegible ni desechable, y que por instinto humano y amor afectivo, será capaz de sufrir con él y por él lo que no sería capaz de hacer por ninguna otra causa en el mundo, y de disfrutar con él lo que no disfrutará nunca jamás con ningún otro ser.

»Esto, que por un uso político de las personas que hacen diferentes ideologías puede parecer controvertido, es en realidad ciencia pura y dura. Biología, medicina, genética, antropología, psicología, no pueden estar equivocadas a estas alturas de la Historia porque a cuatro ideólogos se les haya ocurrido cualquier cosa diferente a cambio de un puñado de votos, de un poder temporal.

»Las ideologías, todas, antes o después terminan por desaparecer. Las madres siguen siendo nuestras madres incluso cuando ya han muerto. Nadie las sustituye, nadie las reemplaza, nadie nos quita sus genes para colocarnos los de otra. La maternidad es el evento más fascinante que puede experimentar un ser humano, desde mi punto de vista de documentalista y reportero. Lo veo cada día junto a mi esposa y es, sencillamente, para hacer un gran documental sobre el tema.

—¿Tal vez usted quiera vender una imagen de madre un tanto anticuada?

—Piense usted en su madre. Estoy convencido que el recuerdo de su madre ha envejecido superbien. No caduca. Salvando las modas y los contextos, una madre sigue siendo una madre ayer, hoy y siempre. Nadie lo va a poder cambiar. Vestirán de un modo u otro, hablarán con un lenguaje así o asá… pero no dejarán de repetirte que te abrigues, que recojas tu habitación, que estudies y que qué chica tan mona te ha llamado el pasado fin de semana… dándose cuenta de cosas que sólo una madre será capaz de darse cuenta.

»Ojalá haya chicas que vean este documental y les sirva para darse cuenta de que la maternidad no es la mi*rd* que les pretende vender el mundo, que sea algo que ha venido a frustrarte ni a consumirte. La maternidad es un don que conlleva sacrificio, como todo en la vida, pero que te puede llenar plenamente como mujer mucho más que un montón de chorradas que te venden hoy en día. No lo digo yo, lo dicen las mujeres que protagonizan este documental.

—¿En qué fase del proyecto se encuentra ahora “Madre no hay más que una”?

—Hemos terminado todos los rodajes, estamos terminando el montaje y la producción, y ya emprendemos la fase de lanzamiento y distribución. Y aquí quiero aprovechar para pedir ayuda a todas aquellas personas que se sientan movidas a poder echarnos una mano.

»No seamos ingenuos: hacer cine es muy caro y este tipo de películas todavía son despreciadas por la industria. Cada vez menos y yo creo que dentro de no mucho tiempo, las grandes plataformas y productoras, así como empresarios católicos, se atreverán a producir este tipo de contenidos que, demostrado está ya, tienen muchísimo público. Pero es muy difícil para los creadores de contenidos católico sacar adelante estos proyecto, porque la industria es hostil y el mundo en que vivimos también lo es.

»Lo digo hoy y lo digo siempre: este cine, o lo hacemos nosotros, o no vendrá nadie a hacerlo por nosotros: no vendrán los luteranos, ni los hare krishna, ni Papá Noel, ni ningún partido político, ni los sindicatos, ni el hada madrina….

»No va a venir nadie a financiar este tipo de películas que hoy y mañana verán tus hijos y los amigos de tus hijos. La industria hace otro tipo de contenidos, que ya sabes como son, y son lo que ven y verán tus hijos y los amigos de tus hijos, su futura novia, sus futuros compañeros de trabajo... Por eso nosotros desde siempre hemos apelado a campañas de recaudación de fondos y por eso pido ayuda y mecenazgo. Queremos poder terminar la película antes de que la película termine con nosotros, y sobre todo, para poder distribuirla con mucha más fuerza e impulso, que llegue a más cines y festivales, a más ciudades y medios de comunicación, a más conversaciones, y hogares y vidas.

»Se trata de dar una batalla cultural contando lo que somos, lo que creemos y lo nos da la real gana. Para que nosotros, que sí creemos en esto, lo llevemos a todas partes sin esperar a que sean otros los nos lo lleven. Mi equipo y yo estamos dispuestos, pero no podemos con tanto. Necesitamos ayuda concreta. Cuanta más, mejor.

—¿Cómo se puede ayudar a este buen cine católico?

—Haciendo donativos a través de la Fundación Gospa Arts o directamente al crowdfunding de Madre no hay más que una.

—¿Cuándo llega “Madre no hay más que una” a los cines españoles?

—El próximo otoño espero poder estar en condiciones de estrenar la película. Confío y espero en que será así. ¡Por mi Madre que así lo espero!

El primer vídeo anunciando el proyecto (ahora mucho más avanzado):