En realidad se trata de escenas de vidas de santos que George Tautkus lleva años dibujando. Las dos últimas tienen como protagonista al demonio, pero hay muchas otras.

Su estilo es singular, muy alejado de los superhéroes o del manga y más cercano al mundo de la ilustración. Puede gustar más o menos, pero creo que destacan por su contenido y por su capacidad para transmitir en pocos trazos toda una historia. Que, además, queda grabada en nuestra memoria con mayor fuerza que si la conocemos a través de otros medios.

Hablamos de nueva evangelización y de nuevos modos de anunciar a Cristo al mundo, pues aquí tenemos un camino más que también puede ser de utilidad para aquellos que ya han sido evangelizados (y es que necesitamos ser evangelizados siempre)