Ha ocurrido el pasado día jueves, con motivo de un debate de más de una hora sobre el papel de la religión en la vida pública británica.


            Richard Dawkins, famoso biólogo de la evolución, reputado profesor de la propia Universidad en la que tenía lugar el debate, autor de “El gen egoísta” o “El espejismo de Dios”, miembro de la National Secular Society, y también quien da nombre al premio que otorga anualmente la Atheist Alliance, conocido por algunos como “el más famoso ateo del mundo”, reconoció no estar absolutamente seguro de que no haya Dios, y afirmó que la probabilidad de que no exista asciende a “6,9 sobre 7”. La verdad es que hay que ser británico o biólogo evolucionista para utilizar mediciones tan retorcidas. Lo que, a sensu contrario, significa que le otorgó la décima parte de una sobre siete de existir; una entre setenta, vamos; o en términos porcentuales para que nos entendamos todos, un 1,4285714%. Probabilidad que después de todo, ni siquiera es tan baja. Para que se hagan Vds. una idea, es superior a la de los votos en blanco en las últimas elecciones generales en España (un 1,35%) que tanto dieron que hablar, o a la de los votos totales del PNV sobre el escrutinio nacional (un 1,33%).
 
            El debate, organizado por la Universidad de Oxford, ocurrido en el Sir Christopher Wren’s Sheldonian Theatre, que confrontaba a Richard Dawkins con el Arzobispo anglicano de Canterbury Rowan Williams, contuvo también otras perlitas. Así, mientras Richard Dawkins afirmaba que creía muy probable que hubiera vida en otros planetas -no deja de llamar la atención que quien tan estricto se muestra con algunas cosas de la fe se muestre tan cándido en otras-, el arzobispo, por su parte, afirmó creer que los seres humanos proceden de la evolución de ancestros no humanos, pero en cualquier caso “a imagen y semejanza de Dios”. Dijo también que la explicación de la creación del mundo en el Génesis no debía ser tomada literalmente, lo que adornó con la siguiente afirmación:
 
            “Los escritores de la Biblia, inspirados como yo creo que estaban, no estaban no obstante inspirados para hacer física del s. XXI”.
 
            Dawkins le respondió que según a él le parecía, el Papa interpretaba lo relativo al origen del hombre de manera mucho más literal, a lo que el Arzobispo anglicano respondió: “Algún día se lo tengo que preguntar”.
 
 
            ©L.A.
           
 
 
 
 
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