León XIV pide que su diócesis romana sea «laboratorio de sinodalidad» y le marca tres objetivos

León XIV abandona la basílica de San Juan de Letrán acompañado del cardenal Baldassare Reina, vicario general de la diócesis de Roma.
Este viernes por la tarde tuvo lugar en la basílica de San Juan de Letrán en Roma (la "catedral del Papa") una liturgia de la Palabra con motivo de la apertura del año pastoral con la asamblea diocesana.
Sinodalidad
En la homilía que dirigió a los fieles romanos, los más propiamente 'suyos', León XIV elogió el "proceso sinodal" emprendido, con el cual "el Espíritu ha suscitado la esperanza de una renovación eclesial que revitalice las comunidades para que crezcan en el estilo evangélico, en la cercanía a Dios y en la presencia de servicio y testimonio en el mundo".
El "fruto" de ese "camino sinodal", insistió, ha sido "sobre todo" el "impulso para dar valor a ministerios y carismas, en lo concerniente a la vocación bautismal, y poniendo en el centro la relación con Cristo y la acogida a los hermanos, a partir de los más pobres, compartiendo con ellos las alegrías y los dolores, las esperanzas y las fatigas".
"La Iglesia que vive en Roma debe convertirse en un laboratorio de sinodalidad" en un "contexto eclesial" donde "no faltan las fatigas, especialmente en lo que respecta a la transmisión de la fe, en una ciudad que tiene necesidad de profecía, marcada como está por pobrezas económicas y existenciales numerosas y crecientes, con jóvenes a menudo desorientados y con la familias con frecuencia agobiadas".

El Papa saluda a los fieles ante la basílica de San Juan de Letrán.
León XIV presentó "qué significa realmente" el "dinamismo sinodal". Se trata sobre todo, dijo, "de trabajar por la participación activa de todos en la vida de la Iglesia". Para ello, un instrumento son los organismos de participación, y por ello animó a su formación a nivel parroquial: "Y, donde falten, a comprender cuáles son las resistencias, para poder superarlas".
Tres objetivos
Hay "algunos objetivos que deben perseguirse con estilo sinodal", señaló antes de detallarlos.
- El primero es "cuidar la relación entre iniciación cristiana y evangelización, teniendo presente que la petición de los sacramentos se está convirtiendo en una opción cada vez menos practicada... Hay que experimentar, si es necesario, instrumentos y lenguajes nuevos, implicando en el camino a las familias e intentando superar una configuración académica de la catequesis".
- El segundo es "la implicación de los jóvenes y las familias" con "una pastoral sólida, empática, discreta, que no juzgue, que sepa acoger a todos y proponer itinerarios lo más personalizados posible... Una pastoral que no repite las cosas de siempre, sino que ofrece un nuevo aprendizaje".
- Y un tercer objetivo que es "la formación a todos los niveles", porque vivimos "una emergencia formativa y no debemos hacernos la ilusión de que basta con llevar a cabo alguna actividad tradicional para mantener vivas nuestras comunidades cristianas".
Todo esto, concluyó, "debe ser pensado y hecho en común, en modo sinodal".