León rechaza «la presunción de quien cree estar salvado»: «La fe es auténtica cuando lo abarca todo»

En su comentario al Evangelio previo al rezo del Ángelus de cada domingo, León XIV ha abordado la imagen de la “puerta estrecha” por la que el Señor llama a entrar en busca de la salvación.

El pontífice explicó en primer lugar que dicho llamado evangélico de Cristo no niega que Dios sea “padre del amor y de la misericordia” o que tenga siempre los brazos abiertos.

“El Señor no quiere desanimarnos”, explicó, sino que “sus palabras buscan precisamente desafiar la presunción de quienes creen estar ya salvados, que realizan actos religiosos y creen que eso es todo”.

Quienes así piensan, dijo el pontífice, “no se han dado cuenta de que no basta con realizar actos religiosos si no transforman los corazones. El Señor no quiere una adoración separada de la vida. No le agradan los sacrificios ni las oraciones, a menos que conduzcan a un mayor amor al prójimo y a la justicia para nuestros hermanos”.

Por ello, León considera que vale la pena considerar el “desafío” que supone el llamado de Cristo, y que pone frente al espejo de la conciencia juicios como los que se vierten sobre quienes se alejan de la fe.

Jesús pone en tela de juicio “la seguridad de los creyentes”, remarcó, “nos dice que no basta con profesar la fe con palabras, comer y beber con él celebrando la Eucaristía o tener un buen conocimiento de la doctrina cristiana”.

Lejos de ello, la fe es, según él, auténtica “cuando abarca toda nuestra vida, cuando se convierte en criterio para nuestras decisiones, cuando nos hace hombres y mujeres comprometidos con el bien y que se arriesgan por amor, como Jesús. Jesús es la verdadera medida de nuestra fe; es la puerta que debemos atravesar para ser salvos”.

Antes de concluir, León admitió que en no pocas ocasiones esta convicción implica tomar decisiones difíciles e impopulares, incluso “resistir nuestras inclinaciones más egoístas” o ponernos al servicio de los demás y perseverar en hacer lo correcto cuando la lógica del mal parece prevalecer: “Una vez que cruzamos ese umbral, descubriremos que la vida florece de nuevo. Desde ese momento, entraremos en el inmenso corazón de Dios y en la alegría del banquete eterno que nos ha preparado”.

Tras el rezo del Ángelus, el Papa León expresó su cercanía con las víctimas de la inseguridad y violencia en Cabo Delgado, así como a todos los que sufren a causa de las guerras, especialmente en la jornada mundial de oración convocada para este domingo 24 de agosto por Ucrania.