El hermano del Papa no esperaba la elección y dice que no habrá muchas diferencias con Francisco

John Prevost estaba leyendo un libro en su casa de Chicago cuando oyó que había fumata blanca y puso la televisión. Llamó a su sobrina para avisarla de que ya había Papa, aunque no se sabía quién era. 

Se sentaron juntos para ver cómo el cardenal protodiácono Dominique Mamberti anunciaba al mundo el Habemus Papam: "Cuando oímos su nombre, ella gritó y yo dije '¡Oh, Dios mío!'", explicó el hermano del Papa León XIV a ABC News.

Algo "abrumador"

"Desde entonces no hemos parado", añade. Confiesa que no ha tenido tiempo ni de plantearse cómo se siente, porque no ha dejado de recibir llamadas de teléfono, correos electrónicos y mensajes. Obviamente, se siente "orgulloso" porque considera "abrumador" que su hermano sea "no solo el Papa, sino el primer Papa estadounidense y de Chicago".

Justo por eso, John confiesa que no se esperaba que su hermano fuese elegido. Estaba muy extendida la idea de que nunca podría haber un Papa estadounidense por la importancia mundial que tiene el país, que impediría replicarlo en la Iglesia: "Pero cuando escuché que él estaba en un grupo de tres [favoritos], sí pensé que podía suceder", reconoce.

Habló con él el martes

Un par de días después de la muerte de Francisco escuchó que el cardenal Robert Prevost estaba entre los papables: "Hablé con él el martes antes de entrar en el cónclave y él decía 'No es cierto, no es cierto'", decía, como queriendo huir de la idea.

Un hombre normal y corriente que velará por los descartados

¿Y cómo es Robert Prevost, según su hermano? "Una persona normal y corriente", responde, "porque se formó en la labor misionera en Suramérica durante muchos años. Él velará por los descartados, velará por los pobres, velará por los que no tienen voz. Creo que continuará al Papa Francisco".

¿Y en qué se diferenciará de él, le pregunta el reportero de ABC News? "No sé si verás grandes diferencias", aclara: "Él conoció a Francisco antes de ser Papa, cuando él estaba en Argentina y mi hermano en Perú, ahí comenzó su conexión. Creo que comparten puntos de vista y no habrá mucha diferencia".

Profetizado...

Como anécdota, evocando su infancia, John revela que cuando Robert tenía 7 años, y ya decía que quería ser sacerdote, una vecina le dijo que sería ¡el primer Papa estadounidense!