La sentencia británica surte efecto: los trans no podrán competir con mujeres ni usar su baño
Un grupo de mujeres celebran el 16 de abril, a las puertas del Tribunal Supremo británico, la sentencia que acaba con la discriminación impuesta por la ideología de género. En sus carteles se leen afirmaciones de sentido común que quedan restauradas: "Ningún ser humano ha cambiado nunca de sexo", "Ningún hombre puede ser lesbiana", "Solo las mujeres se quedan embarazadas".
El pasado 16 de abril se conoció una importantísima sentencia del Tribunal Supremo británico, en un caso referido a una ley de igualdad de 2010.
Los cinco jueces decidieron, por unanimidad, que la definición legal de "mujer" solo se refiere a la mujer biológica, y en ningún caso a los hombres trans.
El caso había sido planteado por una plataforma feminista financiada por J.K. Rowling, la creadora de Harry Potter, que sufrió cancelación durante años por respaldar públicamente a una consutora fiscal, Maya Forstater, quien afirmó en redes que "un hombre es un hombre y una mujer es una mujer".
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J. M. Carrera / ReL
Ahora, Forstater se ha declarado satisfecha y reivindicada: "El tribunal nos ha dado la respuesta correcta: la característica protegida del sexo, masculino y femenino, se refiere a la realidad, no al papeleo".
Y, efectivamente, está siendo así: la realidad está volviendo a ocupar su sitio en el Reino Unido.
Las dos aplicaciones prácticas de la ideología de género más agresivas e irrespetuosas para las mujeres (pero también las más férreamente defendidas por el establishment político, cultural y mediático), como son la utilización de sus baños públicos y la participación ventajosa -y, según la especialidad, peligrosa- en el deporte femenino, empiezan a desaparecer del panorama social.
Las federaciones deportivas comienzan a modificar sus reglamentos para que solo mujeres puedan competir con mujeres. Algunas ya lo hacían antes de la sentencia estableciendo una criba basada en el nivel de testosterona, como las de rugby, atletismo, ciclismo y hockey, o el mismo fútbol.
Ahora, tras la decisión de los jueces, la federación de fútbol (FA, Football Association) aplicará un criterio más exigente acorde con la sentencia y solo permitirá participar en las competiciones femeninas a mujeres biológicas. Un portavoz de la FA afirmó que comprendían que esta decisión "será difícil para las personas que simplemente quieren jugar al deporte que les gusta en el género con el que se identifican", pero les explicarán estas nuevas medidas, que aplican no solo en cumplimiento de la sentencia, sino por seguridad de las competidoras femeninas. También intentarán que las personas trans (actualmente son 30 las federadas) se mantengan vinculadas al fútbol.
Para ello, la federación de netball, por ejemplo, que ha adoptado medidas similares, creará una categoría mixta cuya base de competición sea el sexo declarado, no el biológico.
La sentencia del Tribunal Supremo sirve también para acabar con la discriminación que sufrían las mujeres en su intimidad allí donde los baños públicos no separaban por sexo biológico. La Comisión de Igualdad y Derechos Humanos (EHRC, por sus siglas en inglés) ha difundido una guía interna para la aplicación de la decisión judicial en diferentes ámbitos
Esta ley establece que, en lugares como hospitales, tiendas y restaurantes, "a las mujeres trans (hombres biológicos) no se les debe permitir utilizar los servicios femeninos", aunque también dicta que no se les debe dejar sin un servicio que utilizar.
La propia guía establece con rotundidad que "una mujer trans es un hombre biológico" y "un hombre trans es una mujer biológica".
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