Religión en Libertad

ReL entrevista al artista madrileño, conocido por sus esculturas en espacios públicos

Salvador Fernández-Oliva: «El Renacimiento disfraza lo pagano de arte católico, esa es la mentira»

Salvador Fernández-Oliva lleva más de 30 años dedicado a la escultura.

Salvador Fernández-Oliva lleva más de 30 años dedicado a la escultura.horse polo art gallery

Redacción REL
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El escultor Salvador Fernández-Oliva es autor de la popular escultura "El vecino curioso", en la calle Mayor de Madrid. Estudió con los jesuitas en el Recuerdo e ICAI, pero nunca llegó a trabajar como ingeniero pues se dedicó por entero a su verdadera vocación: la escultura y la pintura

Escultor polifacético madrileño, expuso por primera vez en 1984 y ha ganado diversos premios de pintura (Premio Manuel Viola San Lorenzo del Escorial, Madrid, el Premio CC Villa de Madrid), si bien es más conocido por sus esculturas en espacios públicos.

Lleva más de 30 años dedicado a la escultura. Como amante del piano ha participado en numerosos conciertos y organiza recitales en la inauguración de sus exposiciones. Su último libro se titula La gran mentira del Renacimiento. Un título que da a entender que no está muy de acuerdo con el arte del periodo con mejor "fama". 

- ¿Cuál es la gran mentira a la que te refieres?

-La gran mentira del Renacimiento ocurre cuando en un momento dado un grupo reducido de artistas y mecenas en Florencia, Italia, deciden romper con la tradición cristiana de arte religioso y comienzan a promover y realizar un arte pagano. 

»Con ello lo que pasa es que se crea una confusión porque siguen representando escenas con títulos que hacen referencia al nuevo y antiguo testamento, pero utilizando las formas grecorromanas de la Antigüedad.

»En definitiva, el arte pagano se disfraza de arte católico. Esa es la gran mentira, luego hay muchas más. Pero la primera sería esa.

»Por ejemplo: El David de Miguel Ángel. El David es una escultura griega que nada tiene que ver con la representación del rey David de la tradición bíblica.

»Ni su aspecto (una escultura más de la antigüedad) ni su desnudez tiene nada que ver con el David de la escena de la Biblia ¿dónde queda el niño pastor judío, obviamente circuncidado, el hermano pequeño? Más bien parece un atleta, un héroe, o la representación de un dios griego.

Su último libro se titula 'La gran mentira del Renacimiento'.

Su último libro se titula 'La gran mentira del Renacimiento'.

»Para mí es el mejor ejemplo con el que empezar, es el perfecto ejemplo del arte menos católico que se ha hecho jamás, pero que ha llegado hasta nosotros como si fuera arte religioso católico. Como si fuera el David. Como si representara al rey David de la Biblia.

»El historiador Uwe Gesse en el libro El Arte en la Italia del Renacimiento (1999 Ed. Köneman, pág. 220) nos dice que fue un encargo para colocarla en uno de los contrafuertes exteriores de la catedral de Florencia y que se le buscó otro emplazamiento pues "…su desnudez masculina parece haber significado una crasa contradicción con lo sagrado del emplazamiento al que iba destinada…".

»Y más tarde, después de decidir su nuevo emplazamiento nos dice que "… ya durante el transporte la estatua fue apedreada por un público que se sintió ofendido por su desnudez…".

»Además de este importante detalle, en general el mensaje que nos llega del arte pagano es totalmente distinto al mensaje de arte cristiano: no es lo mismo estar delante de un templo griego, que nos va a transmitir unas determinadas cualidades de racionalidad o equilibrio mediante la simetría o repetición de formas, que estar delante o pasear por una catedral gótica, con sus arcos apuntando hacia el cielo, inundados de luz por las vidrieras, con las esculturas de Cristo, de los santos, que nos va a transmitir un mensaje de esperanza.

»No es baladí: formas diferentes transmiten mensajes diferentes… y nuestro subconsciente lo recibe, y el error, el daño queda ahí. Este es el cambio que inicia el Renacimiento, que no es un punto de inflexión sino una ruptura en toda regla con toda la tradición del arte religioso, sustituyéndola por "otra" tradición que no deja espacio a la fe...

Visita guiada con Fernández-Oliva

Salvador Fernández-Oliva ofrece una visita guiada por el Museo del Prado para los lectores de Religión en Libertad

Esta visita es fruto del empeño de Salvador Fernández- Oliva por acercar el arte a un público lo más amplio posible.

Nadie considera que ha escuchado una sinfonía tras oír cuatro compases, ni cree haber leído una novela por haber ojeado un par de páginas. Ante una selección de obras del Museo del Prado, Salvador nos invita a detenernos durante el tiempo mínimo necesario para su contemplación.

Tras un primer recorrido intuitivo, Salvador nos ayuda a identificar la reconstrucción del proceso pictórico que siguió su autor, y así aprender una nueva forma de disfrutar de la pintura, que podemos aplicar después a cualquier otro cuadro de cualquier época… ¿te atreves a mirar?

Fecha: sábado 15 de noviembre
Hora: 13:00 h
Duración de la visita: 1h y 30 min
Precio: 20 euros
Grupo: 10 Personas (inscripciones hasta completar grupo)
Inscripciones: maria@religionenlibertad.com

- Este disfraz de arte pagano como arte católico, ¿ocurre en arquitectura también? ¿cómo se puede identificar este cambio, esta ruptura viendo una iglesia renacentista?

-Lo primero es que el arte que hereda la generación del Renacimiento es la culminación de siglos de tradición católica cristiana del arte que comienza en las catacumbas en Roma en el siglo I.

»Miguel Ángel recibe el encargo de representar el Rey más importante de la Biblia, y para ello olvida la historia (un niño pastor) y usa como modelo una escultura griega, realiza una muy buena copia de una escultura que se llama el Doríforo de Policleto del siglo IV a. C. 

»Es decir, la ruptura con la tradición artística cristiana es total. No se trata de una "recuperación de formas paganas", como nos dicen los historiadores es una eliminación de los valores cristianos que ya estaban muy bien reflejados en el arte.

»Un detalle: Este rechazo a la totalidad del arte cristiano a las imágenes tiene su paralelo en la Reforma Protestante que se desarrolla al mismo tiempo en el norte de Europa: aunque parezca que los dos movimientos están muy separados, sin embargo, se desarrollan a partir de las mismas ideas humanistas. Vuelvo luego sobre esto.

»En cuanto a la arquitectura cualquiera puede ver fotos de iglesias, sus portadas e interiores y ver por uno mismo qué es lo que han rechazado de la tradición, sobre todo del último periodo, arte gótico. Para los que no estén "entrenados" vamos a mirar la Basílica de San Andrés.

La Basílica de San Andrés de Alberti.

La Basílica de San Andrés de Alberti.archivo

»Bueno… no hay ningún elemento cristiano. La imagen de la iglesia se desacraliza. Se convierte en un edificio pagano más. ¿Por qué? porque se pueden ver los elementos típicos del arte griego que transmiten otro mensaje más propio de aquella cultura. El arquitecto renacentista elimina los símbolos cristianos y los sustituye por elementos de la Antigüedad: el clásico frontón que es elemento triangular… 

»Aquí no hay columnas. Pero este ejemplo nos sirve fenomenal para darnos cuenta de… ¿qué ha pasado con el arco apuntado, ese desafío arquitectónico que reinventó el gótico?… ha desaparecido! El arco apuntado… que junto con la luz y la esbeltez de las proporciones, y la altura propia del gótico, contribuye a que, al pasear por esas catedrales o iglesias góticas, nos parezca como que "se eleva" nuestro espíritu, ¿no?

»Bueno, pues ese maravilloso arco apuntado es totalmente eliminado en las iglesias renacentistas, y además es sustituido por arco de medio punto romano.

»Los romanos no tenían la intención de elevar el espíritu de nadie, y menos de los pueblos conquistados. Y si entramos a la basílica de San Andrés, en su interior hay otro elemento que echamos en falta… las vidrieras góticas.

»Con su desaparición total las iglesias quedan en penumbra. Cristo dijo "Yo soy la luz del mundo". Y el Renacimiento decidió por su cuenta "apagar" la luz. Hoy tenemos iluminación eléctrica… ¿imaginas cómo era con velas? Si además cuando entramos en una iglesia como esta no vemos ningún símbolo católico, o alguna escultura… no digo que haya que replicar el "Pórtico de la Gloria" de la catedral de Santiago… con tantas esculturas, o cualquier pórtico gótico, ¿no? pero hombre, hay un término medio.

»También se elimina la estructura en forma de cruz del arte gótico y románico anterior. El disfraz y el engaño en arquitectura consiste eliminar los elementos cristianos y construir las iglesias con formas paganas para ponerles un título cristiano "Iglesia de San Andrés" … bueno... pero es que con poner el título no basta para convertir un edificio cualquiera en una iglesia cristiana.

La Basílica de San Andrés de Alberti.

La Basílica de San Andrés de Alberti.archivo

»El otro ejemplo que quiero poner es la iglesia más importante de la cristiandad que lamentablemente es plenamente renacentista y quedó contaminada por el arte grecorromano.

»Y para aportar una prueba de que estos elementos paganos (hablo de elementos concretos como el frontón triangular y las columnas de los templos griegos…) no tienen nada de sagrado y por tanto no sirven de ayuda a nuestra fe es que en nuestra sociedad se han quedado como símbolos de poder o de dinero.

Vaticano y Congreso de los Diputados de España.

Vaticano y Congreso de los Diputados de España.

- En la pintura se da también esta contaminación de arte pagano? ¿puedes mostrarnos cómo localizar ese disfraz, en los cuadros?

-En Pintura, el símbolo sagrado más importante que sufre las consecuencias de esa ruptura es el color dorado, responsable de dar carácter sobrenatural a la escena, y santidad a los personajes… que desaparece de todos los cuadros supuestamente religiosos renacentistas.

»Se sigue el mismo programa que en arquitectura y escultura: cambiar lo sobrenatural por lo natural, pero manteniendo en el título de la obra una referencia religiosa, para alimentar la confusión.

»Por ejemplo, en el lavatorio de los pies de Tintoretto, no solo echamos de menos el color oro, sino que la escena del cenáculo se cambia por un gran palacio abierto a un paisaje lleno de templos griegos -con estanque incluido-. La confusión está servida. Igual que en el David o en las iglesias, hay una clara intromisión de la tradición griega.

Detalle de la obra 'El lavatorio de los pies', de Tintoretto.

Detalle de la obra 'El lavatorio de los pies', de Tintoretto.archivo

»El desdén por la jerarquía (por no decir abierta burla) se aprecia en la posición del perro que ocupa el centro, el punto más importante del cuadro… ¿Los apóstoles, eran ancianos como se les representa?

»Después miramos perplejos la naturalidad de la escena donde un apóstol le ayuda a otro a quitarse los pantalones. Más allá vemos a otro apóstol que está como aburrido, como esperando a ver si le sirven la cena. Más lejos hay otro apóstol que parece un mendigo pidiendo en una esquina…

»Hay que pensar que este cuadro estaba (lo mismo que el David) encargado para una iglesia, y que este sí llegó a estar en su interior…

»La dispersión de los apóstoles dentro de ese gran espacio en posturas y acciones absolutamente desprovistas de devoción, más propias del vestuario de un gimnasio, o unas termas, contrasta con la unidad que reflejan los cuadros de toda la tradición anterior en comunión de Cristo. Y en otro tipo de actitud.

»El peligro y el daño de la naturalidad a veces mundana de las escenas religiosas del Renacimiento es que entran de forma silenciosa en nuestra alma.

»Al subconsciente como dirían los psicólogos. Lo ves, y no lo acabas de comprender, pero entra en el fondo de tu alma el mensaje de que lo sagrado deja de ser sagrado, para convertirse en una escena cotidiana.

- ¿Entonces nos aconsejas ponernos primero delante de los cuadros y ver qué es lo que te transmiten antes de escuchar a los historiadores?

-Si. El Renacimiento se define como un movimiento que deja de lado a Dios: el famoso antropocentrismo. Y como vemos no se trata de una metáfora. Se traduce en un cambio profundo, que al ser subliminal es mucho más efectivo y dañino.

»Debemos construir un criterio propio. Y preguntarnos si realmente el Renacimiento es de verdad el mejor movimiento artístico. Que no nos importe si no estamos de acuerdo con muchas opiniones.

»Si concluimos que es un relato mentiroso, que el Renacimiento no es tan original como dicen, pues copia y toma unas formas ya inventadas, no nos asustemos de ir "en contra de los expertos".

»Lo mismo cuando nos hablan de que por fin se supera la edad oscura de la Edad Media. Comparemos los edificios renacentistas con las catedrales góticas desde nuestra experiencia de pasearnos por ellas.

»A mí me sorprende, en un museo, cuando veo que alguien explica un cuadro, identificando a los personajes o la escena o la batalla que se está desarrollando al fondo.

»Aunque esto sea lo habitual, yo animo a ver por uno mismo. No hace falta ser experto para disfrutar del arte. Lo mismo que no hay que ser experto para disfrutar de una música de Mozart o Beethoven. Escuchamos con nuestros oídos, y deberíamos ver con nuestros ojos… no con las historias que se puedan contar sobre un cuadro… que también se podrían contar sobre Mozart.

»El arte se ha realizado para disfrutar. No para aprenderse las características de los "estilos" de memoria… o para relatar anécdotas históricas. Y es realmente divertido porque los cuadros "cambian" a medida que los vemos, si hay un gran maestro detrás, y si dejamos a nuestros ojos disfrutar...

- Nos has abierto los ojos con eso de que "dejar de lado a Dios" tiene consecuencias concretas en las tres disciplinas artísticas. Nos has hablado de elementos sagrados que han sido eliminados y sustituidos por otros
paganos. Pero tú, como escultor, ¿que podrías decir sobre el Renacimiento como movimiento artístico?

-Que ha supuesto un callejón sin salida. Perseguir la perfección no es sinónimo de avance en el arte.

»Hay que pensar que el término "academicismo", que hace referencia a las normas y academias que nacen entonces, acabó convirtiéndose en un término peyorativo.

»El apagón tenebrista en los cuadros, unido a la eliminación de las vidrieras nos deja a los fieles con una desagradable sensación al entrar en determinadas iglesias renacentistas, o posteriores, pues el Barroco no fue capaz de contrarrestar esa falta de luz.

»Tuvo que ser un grupo de artistas que cansados de "pintar con betún" como ellos mismos decían, salieron a pintar al aire libre. La luz y el color volvieron a la pintura ¡Qué ironía! Los mismos historiadores que primero defienden el academicismo, tacharon de héroes a los impresionistas, precisamente por oponerse al academicismo.

»En el arte religioso hay reacciones aisladas, como el neogótico a caballo entre el XIX y XX, que nos indican claramente que con el Renacimiento no íbamos por buen camino.

»Desgraciadamente en la escultura de arte religioso seguimos esperando esa reacción de ruptura con el academicismo renacentista. Las imágenes edulcoradas que podemos contemplar en templos neogóticos o modernos, siguen buscando agradar, ensalzar las proporciones del academicismo renacentista… Se lo ponemos difícil al Señor para que estas obras nos ayuden a rezar. 

»Pero para cambiar el arte hay que cambiar a la sociedad, al menos a los católicos. Eso lo he visto en un libro muy interesante que nos habla de dar la batalla cultural.

»Y para terminar, ante tantas pruebas de desacralización del arte uno no puede sino pensar que el Renacimiento se trata de un programa bien diseñado en contra de la Iglesia y de la fe.

»En él subyacen las mismas ideas humanistas de la reforma luterana, que "casualmente" nacen y se desarrollan exactamente en la misma época. Una eleva al hombre hasta independizarle de la Iglesia, y el otro, eleva al hombre y aparta a Dios. Es su propia definición. En eso no engañan, del todo. Tengámoslo en cuenta. Abramos los ojos.

»Los historiadores continúan maquillando la imagen de un movimiento que ha contaminado el arte religioso católico hasta donde ha podido, intentando eliminar su tradición sustituyéndola por otra. Pues "para lograr destruir una tradición es importante sustituirla por otra".

»El Renacimiento nos lleva a un callejón sin salida. A la perdición. A la belleza más superficial y a un racionalismo que deja de lado a Dios, cambiándolo con disimulo por los dioses del Olimpo.

»Abandonemos su oscuridad. Su tenebrismo y la penumbra de sus iglesias. Imitemos a los impresionistas. Salgamos al campo a respirar aire puro y que la Luz de Cristo vuelva a inundar nuestra vida.

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