Religión en Libertad

El último vídeo de «Samuel Clavijo Apologética» contó con siete conversos españoles

La historia tras el viral «España se hace católica. Oleada de conversiones»: «En la fe vi grandeza»

Samuel Clavijo, José Pedro Vázquez o Josué Cárdenas relatan su conversión al catolicismo, desde el respeto por sus raíces evangélicas pero también desde la renovada admiración a la Iglesia.

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Redacción ReL

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Hace un año, Samuel Clavijo decidió volcar su experiencia y formación adquirida tras su conversión al catolicismo desde las redes sociales y, concretamente, desde YouTube. Clavijo, converso hace algo más de dos años, ha dedicado su canal de apologética a dar a conocer a los “hermanos separados” el “tesoro del depósito de la fe de la Iglesia” y hacer ver lo que cree y lo que no cree realmente un católico, comentando también cuestiones de actualidad desde El concilio de la Santa Cruz.

Parte relevante de su canal son historias de fe de otros protestantes -evangélicos o incluso testigos de Jehová- que se han acercado o abrazado la fe. En las últimas semanas son muchos los datos que reflejan un incremento de bautismos y acercamiento de nuevos fieles a la Iglesia.

En Reino Unido, los católicos menores de 35 años ya duplican a los anglicanos y en la Pascua de 2025, más de 10.000 adultos fueron bautizados en Francia, un 45% más que en 2024.

Frente a casos como los mencionados, España carece de investigaciones exhaustivas y fiables respecto al total de conversiones anuales. Aunque hablar de ellas como un fenómeno generalizado podría ser excesivo, no faltan indicios de que cada vez más adultos se interesan por la fe y la Iglesia y las conversiones, como mostramos diariamente en Religión en Libertad, tienen muchos y variados orígenes, motivaciones o inquietudes. Aunque quizá con un ritmo o frecuencia distinto al de Francia o Reino Unido, resulta innegable que cada año son muchos los que abrazan la fe también en España. 

Un fenómeno que Clavijo no ha pasado por alto. Su último vídeo es un fiel reflejo de ello. Titulado España se hace católica. Oleada de conversiones, reunió a siete españoles que relataron su proceso de conversión. En sus primeras 15 horas, el vídeo ha viralizado y más de 15.000 personas han sido testigos de profundas conversiones que involucran a familias enteras, como es la de José Pedro y Erea, o a conocidos comunicadores, como Josué Cárdenas, a quien entrevistamos en Religión en Libertad.

Si algo tienen en común todos los invitados es el respeto que guardan a sus raíces, pero también la pasión, convicción y firmeza con la que hablan de su renovada fe.

José fue el primero en hablar. Evangélico “de toda la vida”, fue bautizado en la Iglesia pero desde los tres años, con la conversión de su madre, comenzó a vivir como evangélico. Pasarían décadas hasta que, como reconoce en sus redes, se considerase un “católico converso por la gracia de Dios”.

Entre los 3 y los 19 los vivió íntegramente como evangélico. Tras un abandono de la fe en torno a los 18, con 23 retornó a su iglesia evangélica pero manteniendo cierta visión “crítica” que siempre tuvo.

“Sobre todo en el tema doctrinal”, explicó en alusión a las múltiples denominaciones. “Al final acabamos haciendo reuniones en nuestra casa a raíz de la pandemia, nos juntamos un grupo y estudiábamos y compartíamos en casa, hacíamos estudios de Gálatas y Romanos y ahí empecé a profundizar en la doctrina de la justificación”, relató.

(Ndr: La Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación la define así: “Solo por gracia mediante la fe en Cristo y su obra salvífica y no por algún mérito nuestro, somos aceptados por Dios y recibimos el Espíritu Santo que renueva nuestros corazones, capacitándonos y llamándonos a buenas obras”).

Al principio, su estudio estuvo marcado por la confusión ante las múltiples corrientes al respecto. Profundizó durante años, se impregnó de los eruditos de la Nueva Perspectiva sobre Pablo - Sanders, Dunn, Wright…- y comprendió que se combinaban interpretaciones erróneas con otras consideraciones que tenían mucho de católico.

“Hubo un momento en que se me cayó. Comprendí que, en gran parte, Lutero estaba malinterpretando ciertos textos de Pablo. Quería saber cómo la Iglesia había interpretado y vivido esos textos. Así me empecé a dar cuenta de que muchas cosas de la Nueva Perspectiva paulina eran católicas”, relata.

Un fuerte e inexplicable llamado

A su progresiva convicción racional le siguió el sentimiento de “un fuerte llamado” a la fe.

“No lo puedo explicar, considero que eso ya fue por la gracia de Dios. Había cosas del catolicismo que no estaba dispuesto a aceptar como protestante, ni el papado, ni María, ni la comunión de los santos o las imágenes, pero el llamado que sentía era muy fuerte”, subraya.

Leyendo a Scott Hahn, se planteó con dudas considerables cómo abordar su incipiente convicción con su mujer Erea, también evangélica.

“Gracias a Dios, fuimos de la mano, ella vio que tenía un llamado bastante fuerte y entre los dos empezamos a profundizar”, explica.

En su conversión, también en la de su mujer, cobraron gran relevancia otros vídeos y canales de apologética de YouTube, desde el mismo relato de Samuel Clavijo, hasta una amplia lista que, sin mencionarla, podría incluir nombres como Apologética católica, el padre Luis Toro, Rincón apologético, Que no te la cuenten, Chris Vitale (The Return) o Matt Fradd, entre muchos otros.

"Todo tenía un sentido hermoso"

José buscó una parroquia, comenzó a rodearse de católicos con los que compartía sus dudas y comprendió “que había un sentido dentro de la fe católica” desconocido para él debido al desconocimiento o los prejuicios.

“Cuando profundizas en los Padres de la Iglesia, en las doctrinas, en el compendio, te das cuenta de que todo tiene un sentido hermoso. Y entender esa armonía me ayudó mucho. En el protestantismo hay muchas falsas dicotomías y entender cómo la fe católica armonizaba muchos de los conceptos que en el protestantismo están separados también fue clave”, desarrolla.

Fue precisamente a raíz de esa “armonía” y de cómo la fe católica “aunaba, explicaba y comprendía” que José asumió que “no tenía por qué seguir reinventando la rueda teológicamente y redefinir lo que es la Iglesia o esta doctrina”. Una labor que considera “titánica” e irrealizable: “Para mí, fue un gran descanso encontrarme con el sagrado depósito de la Iglesia”.

"Había verdad, belleza, paz, grandeza"

Su mujer, Erea, siguió un camino similar.

Confiesa que, en algún momento, pensaba que su marido “se había vuelto loco”, a lo que se añadía su todavía firme convicción evangélica, “todos los prejuicios” y su sobrada práctica de “rebatir y evangelizar católicos”.

Sin embargo, explica ella, “[los testimonios] y ver a José, como Dios le estaba tocando, me dio mucha paz, esto tenía que ser de Dios y si Dios le estaba llevando por ahí, me lo mostraría a mí de alguna manera”.

Erea también investigó, habló con otros amigos conversos y empezó a leer el Catecismo. Al principio “para ver qué se le podía sacar” e incluso ponerlo a prueba, “pero empecé a leerlo y vi tanta verdad, sentí tanta paz leyéndolo que dije: vamos a coger poco a poco los temas y vamos a profundizar, porque hay belleza y grandeza”, pensó.

Aquello no solo la cautivó”, sino que también “hizo el camino muy rápido y fácil”, hasta que, en pocos meses, ella se bautizó y después la familia al completo.

“Una fe coherente, un fundamento firme y un pilar sobre el que construir”

Concluida su historia, el matrimonio agregó algunas consideraciones con los otros conversos de la tertulia en torno a sus impresiones, desengaños o razonamientos posteriores.

Por ejemplo, la “desconexión” del protestantismo actual con la historia, su “modernidad” y ausencia de raíces.

“Vi que el evangélico moderno está desconectado de sus propios padres del protestantismo. Creen muy pocas cosas de lo que creían ellos. Me ayudó mucho darme cuenta de que, al final, mucho del protestante es algo así como la fe del modernismo. Una fe muy `hija de su tiempo´ y de creer que el mundo ha nacido con nosotros´”, explica. Una concepción que se derrumbó para él cuando se planteó como necesario la existencia de “un fundamento firme que se haya sostenido en la historia y que siga siendo así, soportando el paso del tiempo”.

Muy a mi pesar, plantea él, “la Iglesia tenía eso. La doctrina de la justificación pasó a un segundo plano cuando descubrí la sagrada tradición, los padres de la Iglesia… todo era un mundo nuevo para mí, pero me daba ese fundamento, ese pilar sobre el que poder construir ahora una fe más coherente, con más sentido, arraigada”.

“Depósito de verdad”

Parte crucial de la conversión de José también fue la “crisis” sobrevenida a la consideración desprendida del entorno protestante de que “Jesús fundó su Iglesia en el siglo I y la dejó desamparada”.

“¿Por qué el Espíritu Santo le dice una cosa a uno y al de enfrente le dice otra? Entré en crisis. Si Jesús instituyó su Iglesia, el bautismo, la eucaristía, ¿dónde está? Tenía que haber un depósito de la verdad, en la forma en que fue establecido y donde yo pueda buscar. No imagino a Jesús [preguntando a la gente] cómo quiere que sea el bautismo o dejando a su Iglesia desamparada. El problema era dónde encontrar ese depósito que sabía que de alguna forma estaba, tenía que existir”, agregó el converso.

Puedes ver el vídeo completo España se hace católica. Oleada de conversiones con sus historias en este enlace: