Así salvó de la trata la «Hermana Cruzada» a dos jóvenes, vendidas a un burdel por 343 y 228 euros

Vendidas por unos pocos cientos de euros para satisfacer los placeres sexuales de los hombres de Pune y Goa: es la historia de dos hermanas de 16 y 19 años de Chhattisgarh, salvadas por la hermana Annie Jesus Mary, de las franciscanas misioneras de María.

Según informa Asia News, la monja es conocida con el apodo de "Hermana Cruzada" porque desde principios de la década de 2000 ha estado luchando contra el tráfico de seres humanos en la India, especialmente entre los grupos tribales desfavorecidos. Las dos muchachas son las últimas esclavas que ha devuelto a casa.

Sor Annie Jesus Mary, conocida como "la Hermana Cruzada".

En el 2003 la franciscana fundó Jeevan Jharna Vikas Sanstha [JJVS, Fundación para el Desarrollo del Torrente de la Vida], una ONG que recupera a las mujeres víctimas de la trata y de la violencia, a los niños y a los pobres. Con sede en Kansabel, en el distrito de Jashpur (Chhattisgarh), el trabajo de la asociación también llega hasta Jharkhand y Orissa.

Las jóvenes forman parte de la tribu Bhil y provienen de la aldea de Kerasa, en el distrito de Surguja. Los traficantes, cuenta Annie a Matters India, "explotan la extrema pobreza de los tribales" y saben cómo convencer a las niñas, a menudo "ingenuas y fáciles de chantajear".

Este es el caso de Kaleshwar Paingra, de la aldea de Sahibavna, el hombre que convenció a las hermanas con su promesa de dinero y regalos. El 6 de septiembre las sacó de casa a medianoche para una cita con sus intermediarios. Los matones las llevaron al bosque y las violaron. Luego las repartieron y las hicieron subir a dos trenes a Goa y Maharashtra, y las vendieron a dos burdeles por 27.000 rupias (343 euros) y 18.000 rupias (228 euros).

El secuestro habría quedado oculto, pero la red de apoyo y denuncia creada por la asociación de la hermana Annie echó en falta a las hermanas y alertó a la asociación. A su vez, la monja avisó a los comités de aldea de Kerasa y Sahibavna, y ayudó a los padres de las jóvenes a presentar una denuncia por la desaparición de sus hijas en la comisaría de policía de Kansabel.

Al final, los intermediarios fueron capturados y obligados a devolver a las niñas a su casa. Las hermanas regresaron a su pueblo el 13 de octubre y fueron trasladadas al hogar que tiene la ONG para estancias cortas. En este centro protegido se las ayudó a procesar la violencia y los traumas sufridos. "Ahora están de vuelta en casa con sus padres", dice la hermana Annie, "y retomarán sus estudios. Las hemos inscrito en el curso de costura y bordado que está a punto de comenzar en nuestro campus".

A lo largo de los años, JJVS ha salvado y rehabilitado a 143 niñas y 68 niños. En los últimos cinco años, la ONG ha organizado programas, cursos y seminarios en 180 aldeas repartidas en 71 distritos (panchayat). Se ha sensibilizado a los estudiantes y profesores de 63 escuelas.

Reconociendo este esfuerzo, este año sor Annie recibió el Premio Jijabai, otorgado por la Universidad de Delhi, por "haber producido un impacto sostenible entre los pobres de la sociedad civil". En marzo de 2018, el presidente de la India, Ram Nath Kovind, le entregó el Women Empowerment Award, establecido por el Ministerio para la Salud de la mujer y de los Menores. Los traficantes de personas, dice la religiosa, "continuarán golpeando a los tribales mientras no mejoren sus condiciones económicas".