Religión en Libertad

Petro Loza, obispo novato, recauda dinero para prótesis; unos niños de Járkov visitan al Papa

El obispo que visita a los mutilados, los purificadores de agua envenenada... sanar daños en Ucrania

El obispo grecocatólico Petro Loza en el centro de prótesis Superhumans de Leópolis, con soldados en rehabilitaciónzhyve.tv

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En octubre de 2024, en plena guerra de Ucrania, el redentorista Petro Loza, entonces de 45 años, fue entronizado como eparca (obispo) de la diócesis ucraniana de Sokal-Zhovka, con unos 300.000 fieles grecocatólicos y más de 300 parroquias, en las zonas rurales del oeste de Ucrania.

Con motivo de su entronización, organizó una colecta para comprar prótesis para soldados mutilados en la guerra. Son tiempos duros: recaudó el equivalente a 3.200 euros. Además del dinero, ha querido dedicar tiempo y ha visitado a los soldados en recuperación en el centro Superhumans de Leópolis, acompañado de Zhyve TV (Vida TV), la TV de la iglesia grecocatólica.

Con ese dinero, dos soldados han conseguido sus prótesis y su terapia. Uno es Roman Gavdulskiy, que explica que se presentó a filas por su cuenta, al empezar la guerra, sin necesidad de citación. Su vehículo explotó en el frente y él perdió la pierna; mutilado, estuvo preso de los rusos 16 meses. Ahora está contento con su prótesis que le permite caminar. Siempre se ha negado a la posibilidad de la silla de ruedas, él quiere caminar y planea volver a trabajar de carpintero, que es su oficio, explica. 

Cientos de miles de soldados heridos

Este jueves 12 de junio, el Ejército ucraniano anunció que, según sus cálculos, tras casi 40 meses de combates, los rusos han tenido 1 millón de bajas militares, de los que entre 250.000 y 350.000 podrían ser muertos, y el resto heridos, con algunos prisioneros.

Desde la Segunda Guerra Mundial, sólo la China comunista en la guerra de Corea o el Vietnam comunista en la guerra de Vietnam tuvieron tantas bajas. Muchos lo achacan al estilo comunista de hacer la guerra, enviando masas sin protección ni valorar la vida del soldado, para ganar apenas unos metros de terreno. Hace muchos meses que Rusia perdería mil hombres al día sin apenas avances.

Los analistas calculan que Ucrania puede tener unas 400.000 bajas militares, de los que un tercio serían muertos. En Ucrania hay también abundantes bajas civiles por los constantes bombardeos contra ciudades (unos 200 muertos y 600 heridos civiles cada día en la retaguardia por bombas en los últimos 4 meses).

Entre los heridos, abundan los mutilados y también las personas con traumas psicológicos graves. La Iglesia Grecocatólica y Cáritas se están esforzando en ofrecer recursos de terapia en un país donde la asistencia psicológica tiene mala fama.

Ya publicamos en ReL el caso de un programa de niños que pasan tiempo con heridos y mutilados y los llevan de excursión, y también de visita a sus parroquias. 

Tierras envenenadas en Kajovka: Cáritas purifica agua

Hay otros campos donde Cáritas intenta ayudar. Hace 2 años Rusia destruyó la presa ucraniana de Kajovka, un desastre humano y ecológica colosal a varios niveles. Más de un millón de personas se quedaron sin acceso a agua potable. Más de cien mil ucranianos perdieron sus hogares, inundados o inhabitables.

Regiones enteras perdieron sus fuentes de agua y metales pesados (plomo, cadmio y níquel) se filtraron al agua y al suelo desde el lecho del embalse, envenenando aguas y suelos, con toxinas acumulándose en plantas y animales.

Un informe que cita Cáritas Ucrania habla de 83.000 toneladas de materiales tóxicos. Durante 2 años, Cáritas Ucrania ha dedicado recursos a la mejora de 7 pozos y fuentes de agua y 19 estaciones de filtrado en la zona afectada. Con dinero de Cáritas Noruega (un país con pocos católicos) se ha restaurado una torre de agua y se han construido más pozos. Siguen entregando suministros y agua y pequeños créditos para granjeros.

Niños de Járkov con el Papa: Rusia bombardea su ciudad cada día

Esta semana un grupo de jóvenes y adolescentes de la catedral grecocatólica de Járkov, ciudad dañada cada día por los misiles rusos, ha estado en San Pedro del Vaticano y ha podido hablar con el Papa León XIV. Explican a VaticanNews que les asombra poder estar tranquilos, sin bombas ni sirenas de alarma. Járkov es la segunda mayor ciudad de Ucrania, sus habitantes son rusohablantes, muchos tienen parientes en Rusia... y llevan 3 años siendo bombardeados por el país vecino. 

Jóvenes de Járkov, con ayuda de Cáritas y asociaciones italianas, visitan al Papa y pasan un mes sin bombas en ItaliaVaticanNews

Cáritas de Jarkov y varias asociaciones italianas han colaborado para llevar a estos chicos un mes a Italia. La noche antes de ver al Papa. las bombas en Járkov mataron a 3 personas y causaron otros 60 heridos, de los que 9 eran niños.

La hermana Oleksia Pohrsnychna, de la Congregación de San José, que sirve en la catedral desde 2018, es hermoso ver la emoción de los chicos en Roma y con el Papa, quien les dijo que siempre reza por ellos.

Los chicos dieron al Papa una foto de Maria, una amiga suya de 12 años que murió en un bombardeo ruso en 2024. 

Jóvenes de Járkov visitan al Papa Francisco, le hablan de su amiga Maria, de 12 años, que murió por bombas rusas en 2024VaticanNews

Explican que desde hace meses no pueden estudiar ni ver a sus amigos, sufren el terror del sonido de misiles y bombas y muchos han tenido que dejar su hogar. “Nuestra rutina está completamente alterada, nuestro sueño se ve perturbado, tenemos que bajar al refugio todo el tiempo y vivimos en constante angustia”, dice Tetiana, de 17 años. 

"Apreciad estos momentos, apreciad la vida tranquila. Porque cuando llegó la guerra, la gente empezó a apreciar hasta las cosas más pequeñas e insignificantes", dice a los italianos y a todos los europeos.

Desde España es posible ayudar a las víctimas y desplazados a través de Cáritas Española, que colabora con las dos Cáritas ucranianas (la latina y la grecocatólica). La cuenta es: Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218. Hay una web para donativos AQUÍ.