Alrededor de las 17:00 horas de este domingo 6 de julio, el Papa León XIV llegó a la ciudad del Lacio de Castel Gandolfo, donde pasará sus vacaciones de verano.
A lo largo de la calle frente a Villa Barberini, un nutrido grupo de fieles, especialmente monjas, algunas de las cuales habían partido desde Roma, esperaron durante horas su llegada.
El Papa bajó del coche para saludarlos a los fieles, lo que repitió posteriormente al aparecer en el balcón para saludarlos de nuevo.
Antes de entrar en la residencia pontificia, el Santo Padre no dudó en acercarse a los fieles, bendecir a varios bebés y estrechar sus manos, en un clima de cercanía y calidez. El párroco de San Tommaso da Villanova mencionó: "Nos dio palabras de aliento y nos agradeció por la preparación".
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