«Historia de la nación española» es su último libro
Sánchez Saus: «La vigencia de la fe es la única garantía de supervivencia de las naciones europeas»
Cada vez se va tomando más conciencia de ello: ve «esperanza»

Rafael Sánchez Saus, durante una reciente entrevista en 'El Efecto Avestruz'.
Rafael Sánchez Saus es catedrático de Historia Medieval en la Universidad de Cádiz, miembro correspondiente de la Real Academia de la Historia y actualmente director general de la Fundación Cultural Ángel Herrera Oria.
Acaba de publicar Historia de la nación española (La Esfera de los Libros), una obra donde documenta la antigüedad no solo de la idea de España, sino de la identificación con ella de los españoles. Una historia donde la religión católica ha desempeñado un papel innegable.
Por ese motivo comenzamos preguntándoles si puede hablarse de "España" para describir la gran realidad histórica no cristiana que existió en la Península Ibérica durante siglos.
-¿Puede hablarse en sentido estricto de "España musulmana"? Al Andalus, ¿fue España?
-Los especialistas rechazan hoy etiquetas tales como “España musulmana” o “civilización hispanomusulmana”, que han dejado de utilizarse. Al-Andalus y su civilización no son una faceta o una etapa de la historia o la cultura española, tiene su propia identidad como país árabe y musulmán que no puede subsumirse en la española.
»Julián Marías advirtió que lo árabe, constitutivo de al-Andalus, no fue un ingrediente importante de la nación española -que siempre perteneció al ámbito de la cristiandad latina-, pero sí fue un factor decisivo de nuestra historia. Al-Andalus forma parte de la historia de España porque fue durante siglos la frontera de España con el mundo árabe, musulmán y norteafricano, dando lugar a importantes préstamos e influencias, de forma que su legado, que no es necesario magnificar para conocer su importancia, constituye un rasgo caracterizador de España ante el resto del mundo occidental.
»Pero al-Andalus nunca quiso ser España, ni se sintió ligado al pasado hispano sino al resto del mundo islámico, ni los andalusíes se sentían “hispanos” ni vinculados a los reinos españoles. La realidad es que España se formó sobre la progresiva destrucción de al-Andalus, como al-Andalus se formó sobre la violenta destrucción de Hispania o Spania.

- Rafael Sánchez Saus, Historia de la nación española.
-¿Comparte una visión "esencialista" que identifique lo católico como consustancial a lo español?
R.- No hace falta tener una visión esencialista de España, que no comparto, para valorar la importancia de la religión católica y de la Iglesia en el proceso de construcción de la nación española.
»La religión católica ha dado a los españoles durante siglos una unidad espiritual y moral, un marco mental común que fue totalmente decisivo, aunque se compartiera con otras naciones europeas. Si no hubiera existido seguramente hubiera sido mucho más difícil que los españoles tomaran conciencia de su destino común, como de hecho sucedió en el reino visigodo hasta la unidad religiosa decretada por el III Concilio de Toledo.
-¿Cree en la vigencia y propiedad del término "Reconquista"?
R.- Con independencia del término historiográfico que se emplee, y el de Reconquista me parece plenamente apropiado si se hace con los debidos matices, lo que importa es que el largo proceso de recuperación y ocupación del territorio, sobre todo entre los siglos XI al XIII, inspirado por una ideología restauradora del pasado hispano destruido por la invasión árabe, fue absolutamente esencial para hacer posible la existencia de la nación española. De eso me ocupo largamente en mi libro y lo pongo en relación con otros factores, aparecidos o potenciados en la Edad Media, que jugaron un papel muy importante en esa construcción.
-En el libro encontramos diversos factores de índole religiosa fundamentales para la conformación de la idea de nación española: el providencialismo, las propias guerras de religión en Europa, la evangelización de América...
R.- Son cuestiones muy diferentes. El providencialismo de los españoles, el hecho de que se considerara un pueblo elegido para la restauración de la Cristiandad y la defensa de la fe, que es un hecho histórico y no un mito, aunque hoy nos pueda resultar extraño, explica su identificación con el programa de la Monarquía católica o hispánica, que estaba vinculado también a un proyecto hegemónico de carácter universal.
»Ambas cuestiones -defensa de la fe y proyecto hegemónico-, que no eran en absoluto contradictorias, llevan a la participación en los conflictos religiosos europeos y permiten la recuperación del catolicismo en importantes zonas del continente y la preservación de las que siguieron siéndolo.
»Ese mismo sentido providencialista, en circunstancias muy distintas, lleva en América a un esfuerzo evangelizador sin parangón en la historia del cristianismo que hoy pocos agradecen en la Iglesia. América es la expresión más plena y grandiosa de la acción de la nación española en la historia, y si la evangelización de todo un continente fue posible se debió al total compromiso de los españoles, más allá de la Corona y de la Iglesia, que naturalmente lo lideraron, con ese propósito.
-¿Cuándo empieza a actuar un sujeto histórico que sería "nosotros, los españoles"?
R.- Ese “nosotros” es muy antiguo -hay indicios de él en la Hispania romana-, tiene un primer momento de fuerte expresión durante el periodo godo, especialmente durante el siglo VII, sobrevive a la dispersión política medieval por la enorme potencia de ese recuerdo, aunque muy condicionado por la lealtad a las distintas monarquías, y se ve extraordinariamente favorecido cuando todos los españoles obedecen a un mismo rey en el seno de una misma Monarquía. Durante siglos, desde un punto de vista político e institucional, el “nosotros” de los españoles es indiscernible de la existencia de un rey, de una dinastía, sin los que no es posible la existencia del sujeto histórico que se llamaba y se llama España.
- Algunas consideraciones de Sánchez Saus en torno a Historia de la nación española.
-¿Es la fe ese orteguiano "proyecto sugestivo de vida en común" como explicación de la historia española?
R.- Hay que ser realista: la fe católica no es ahora para los españoles el factor de identidad que fue para sus abuelos. Por otra parte, la nación se encuentra en una grave crisis que puede comprometer su existencia o reducirla dramáticamente. Cuál puede ser la salida a esta situación es algo que hoy se hace difícil conjeturar, aunque la antigüedad, espesor y densidad histórica de la nación española permitan alimentar la esperanza.
-Dándole la vuelta a la pregunta: la secularización de España, ¿puede considerarse hoy un factor de disgregación?
R.- La realidad es que desde hace tiempo la religión católica es tanto un factor de identidad como de fuerte división por la agresividad con la que una fracción de los españoles se ha enfrentado a la Iglesia y a los creyentes. La existencia de las “dos Españas” es un hecho que se deriva de ello y que ha sido un elemento de gran poder desintegrador.
»No obstante, tanto en España como en el resto de Europa hay indicios de una progresiva toma de conciencia de que la vigencia de la fe y sus consecuencias culturales, al margen de que se posea o no personalmente ese don, es la única garantía cierta de supervivencia de las naciones europeas, pues todas nacieron como naciones cristianas.