El «mes del orgullo», ¿hacia la bancarrota? Los grandes bastiones LGBT se quedan sin patrocinio

Un solitario activista LGBT.
Desde que la administración Trump entró en vigor a principios de 2025, el lobby LGBT sabía que los tiempos fáciles de la era Biden habían terminado. Lo notaron casi desde antes de que Trump ascendiese al poder, viendo como no pocas empresas retiraban las llamadas políticas DEI de inclusión, y ahora que se acerca el mal llamado “mes del orgullo LGBT”, la crisis se muestra en todo su esplendor.
Queda poco más de un mes y medio para que comiencen las celebraciones, y auténticos bastiones como San Francisco ven déficits en sus previsiones de hasta 200.000 dólares con los que ya no cuentan. Las empresas ya no aportan tanta financiación… o ninguna.
Es algo que se aprecia al consultar el “Top 5” de los bastiones del mes del orgullo en Estados Unidos, ya sea por ambientación, promoción LGBT o por sus fiestas frenéticas. Y sin duda, San Francisco es uno de los más conocidos.
Tal y como informaba Business Insider a principios de abril, eran muchas las empresas que retiraban su apoyo al “mes del orgullo”.
San Francisco: se van Anheuser-Busch o Nissan, entra Levis
Hablando de San Francisco, históricos promotores del Orgullo como son Anheuser-Busch, Diageo, Nissan o Comcast han anunciado que este año no participarán en las celebraciones.
Para Suzanne Ford, Directora Ejecutiva del Orgullo de San Francisco considera como un papel “obvio” el de la administración Trump y su resistencia ante el lobby de las políticas DEI -diversidad, equidad e inclusión-, “han afectado las decisiones de algunas compañías sobre a quién patrocinan". Por el lado contrario, San Francisco ha encontrado en la marca de ropa vaquera Levis un nuevo promotor financiero de la agenda ideológica, así como en Benefit Cosmetics o donantes particulares.
Nueva York: retirada "inusual" de patrocinadores
Otro de los bastiones LGBT que ve reducidos sus apoyos económicos es Nueva York. Kevin Kilbride, responsable de medios y marketing de la organización del orgullo, también observa una retirada de patrocinadores “inusual” o su deseo de ser financiador anónimo.
Denver, un 62% menos de contribuciones
Otro de los casos que se preparan para el impacto es el Orgullo de Denver, cuya directora Natalie Zanoni reporta una disminución promedio del 62% en las contribuciones de financiación. Fuera de los principales bastiones LGBT también destaca el caso de Colorado Springs (Colorado), que ha visto extinguirse las aportaciones gubernamentales y reducirse las donaciones de patrocinadores de entre 5000 y 10.000 euros, aferrándose así a los pequeños donantes que se incrementan.
Fuera de EE.UU.
La crisis traspasa fronteras y el Orgullo no solo se desangra en Estados Unidos. También sucede en Toronto (Canadá), donde el líder y director ejecutivo de Pride Toronto, Kojo Modeste, acaba de reconocer la retirada de apoyo por parte de Nissan. Una decisión que Modeste ha catalogado de “local y debida a una reevaluación”, pero que también habrían tomado otras compañías de forma “discreta”, sin siquiera aportar una justificación. Por el contrario, los pequeños donantes particulares aumentan, pero desde la organización no saben si será suficiente.
“El coste de realizar el festival año tras año sigue subiendo. Incluso si recuperáramos el 50% de esa pérdida, no cubriría el gran déficit que queda”, dijo Modeste.
A lo largo de 2024, otras compañías ya anunciaron el fin de su colaboración con los desfiles del Orgullo incluso en lo que a participación se refiere, como Lowes o John Deere.
El orgullo, cancelado en Hereford
También fuera de Estados Unidos ha sido especialmente sonado el caso de Hereford, donde parece que la celebración del Orgullo ha sido literalmente “cancelada”, aludiendo al “clima económico” como responsable.
Según informaba la organización promotora, Hereford Pride, la celebración será cancelada y la organización se encuentra en vías de disolución.
“El clima económico actual y la dedicación, el compromiso y la energía necesarios para un proyecto de estas características no eran sostenibles en última instancia. La organización y el funcionamiento dependen exclusivamente de voluntarios, incluso a nivel de dirección, y la financiación es muy difícil de conseguir”, declaró una portavoz de Hereford Pride, que lamentó estar "profundamente entristecidos” por no poder continuar difundiendo la vida LGBT.