Se detuvo a defender también el concepto de que la dignidad humana es «infinita»
El cardenal Víctor Manuel Fernández critica la ideología de género en un congreso en Colonia

El cardenal Víctor Manuel Fernández, popularmente llamado Tucho, en una rueda de prensa en el Vaticano
El cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe del Vaticano, ha hablado contra la ideología de género este lunes 17 de febrero. Lo hizo durante un congreso en la Facultad de Teología Católica de Colonia (KHKT). En concreto, criticó su "pretensión de omnipotencia" y las operaciones de cambio de sexo.
Según recoge CNAD (agencia Aciprensa en alemán), el cardenal Fernández afirmó que el cambio de sexo no se parece a una cirugía estética (un retoque corporal menor) sino que es "la pretensión de un cambio de identidad, el deseo de ser otra persona".
Habló de corrientes de pensamiento que con la tecnología y medicina ofrecen una "realidad alternativa a conveniencia".
Quiso matizar que hay personas que sufren de "disforia severa" y "situaciones de vida «insoportables»", y que estas excepciones merecen ser atendidas con "extrema cautela".
El cardenal aprovechó para reconocer que el documento Dignitas infinita levantó críticas. Hay cristianos que han objetado al término "infinito", que parece más apropiado para Dios, y prefieren hablar de "dignidad altísima", o una fórmula que exprese un grandísimo aprecio y reverencia sin usar "infinito".
Pero Fernández explicó que el término «infinita» lo tomó de San Juan Pablo II, quien lo usó por primera vez en un encuentro con personas con discapacidad en Osnabrück. "El amor de Dios, que es infinito, otorga a cada persona humana una dignidad infinita", afirmó el cardenal, destacando que esta no depende de las capacidades naturales del individuo.
La dignidad humana, accesible a la razón
El cardenal argentino dijo que la dignidad humana es absoluta e incondicional, sin importar la situación en la que se encuentre una persona. Es algo, dijo, que puede conocerse también ejercitando la mera razón humana y el diálogo. Recordó que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 resalta «la dignidad innata y los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana».
El cardenal también habló de la pena de muerte tal como la critica el Papa Francisco. "Si no le niego la dignidad ni siquiera al peor criminal, entonces no se la negaré a nadie", dijo.
Defendió Dignitas infinita, por ser un documento que trata muchos temas: pobreza, migración, discapacidad, violencia de género, trata de personas...
El congreso en Colonia durará varios días, con casi 20 ponencias, centrado en la fundamentación y aplicación de la dignidad humana.