El santuario milenario y hospedería de Lérida se convierten en reclamo turístico gracias a «Solo Javier»
Lord, un remanso de paz para recuperar el espíritu, a dos horas de Barcelona y solo accesible a pie

Un grupo de peregrinos paseando por los parajes del Santuario de Nuestra Señora de Lord.
“Solo Javier”, el documental escrito y dirigido por Josepmaria Anglès sobre la historia y vida Javier Sartorius, continúa cosechando éxitos en taquilla. Solo en su primer fin de semana debutó recaudando 44.000 euros con 17 copias en distribución y, según El blog de cine español, la cinta distribuida por Bosco Films va camino de ser uno de los documentales más taquilleros del año. No es la única sorpresa de la cinta: con su estreno, el apartado santuario de Lord en Lérida, clave en la vida de Sartorius, podría convertirse en tendencia y nuevo reclamo del turismo religioso en España.
La historia de este recóndito enclave comienza en 1971, cuando la Comunidad católica de Sta. María de Lord, una asociación pública de fieles con estilo de vida monástico-diocesano, se instala en el icónico santuario de la Mare de Déu de Lord, acrónimo de La Orden Religiosa Diocesana.
El emplazamiento es idílico para todo el que, como hizo Sartorius, busca un lugar de descanso y un remanso de paz: a su importante componente espiritual se añade la localización, en un macizo rocoso a 1200 metros de altura, inaccesible para los vehículos y al que, por tanto, solo se puede acceder a pie.
Un santuario recóndito, clave en "Solo Javier"
El papel del santuario en la vida de Sartorius, y por tanto también en la cinta, es clave. Fue allí donde este aristócrata y joven promesa del pádel y el tenis en España y Estados Unidos se retiró como un ermitaño penitente, pasando los últimos diez años de una vida marcada, en sus primeros años, por el éxito y la abundancia.
Lo cierto es que Lord reúne todos los requisitos para encontrar la paz. Anexa al santuario se encuentra una hospedería donde muchos han cambiado de vida, y como se describe en su portal, es idónea para que, quien lo desee, “pueda adentrarse en un estilo de vida más profundo, más personal, más interior, más espiritual, más sobrenatural de lo que el mundo permite”.
"Un estilo de vida más profundo, personal e interior"
La propuesta de la Comunidad de Lord se enmarca en la tradición monástica, ascética y caritativa: entre sus muros, se aspira a la vida de perfección por la práctica de la virtud de la caridad y de la profesión de los consejos evangélicos en forma de votos privados, al mismo tiempo que sus miembros se consagran a la divina alabanza y al estudio de la Palabra. Todo ello se combina con el trabajo manual en el campo y el ganado, siguiendo también en esto la tradición monástica del “ora et labora” y la regla benedictina.
También se guían por una indicación, a su juicio, muy clara y nítida. La Virgen, subrayan en su web, “no espera de nosotros que cambiemos de estilo de vida”, sino que gracias la Hospedería, “quien lo desee, pueda adentrarse en un estilo de vida más profundo, más personal, más interior, más espiritual, más sobrenatural de lo que el mundo permite”.
Un planteamiento en el que el “compartir” desde lo que cada uno es cobra especial relevancia, tanto para la persona que llega con su propia realidad, como la comunidad que la recibe y que puede hablar “desde lo que nos ha aportado la fe en Jesucristo, como vivencia personal y desde el corazón”.
“No se trata de hacer demagogia ni proselitismo, sino de enriquecernos mutuamente, de ayudarnos, desde la simplicidad y honestidad de ambas partes, compartiendo lo que somos, con toda libertad y respeto hacia el otro sin renunciar, por ello, a lo que da sentido y riqueza a nuestra vida, la fe en Jesucristo y la práctica de la oración personal, eclesial y sacramental”.
Mucho más que un hotel: "Lugar de encuentro con Dios"
Oración, sacramentos, entorno idílico y apartado… Y además, sin teléfono. Como se puede comprobar en las indicaciones de la hospedería de Lord, esta “no es un hotel ni una casa rural”, tampoco “un lugar donde solo se busca la tranquilidad o contemplar bellas panorámicas” ni un espacio donde retirarse a trabajar desvinculado de la comunidad.
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De hecho, se plantea positivamente como “un lugar de encuentro con Dios”, un enclave en el que conocer mejor su voluntad y un espacio de oración y silencio. Solo así se entiende que tan solo haya tres avisos importantes: ir sin móvil -o entregarlo al entrar-, ir “ligeros de equipaje” y respetar los espacios y horarios de la comunidad.
Clave para vencer los problemas que impiden rezar
Uno de los mayores conocedores de lo que supone este “remanso de paz” de Lord es un sacerdote, el padre Joan Durbán. Es uno de los responsables espirituales del santuario, y por lo tanto también testigo de las historias de cientos de familias y peregrinos que han cambiado de vida o que simplemente la han ordenado y enfocado en el santuario.
Tanto es así que no pocos medios dan fe de que desde que se inauguró la hospedería del santuario, el Señor está actuando en el corazón de muchas personas alejadas de la Iglesia, que aparecen allí con el corazón herido o simplemente con la necesidad de que su alma descanse en Dios.
En marzo, nos hacíamos eco del relato de este sacerdote, que contaba en Hagan Lío el perfil del peregrino de Lord, gente que no va con el problema de no saber rezar, sino con problemas de la vida que le impiden acercarse a ese Dios al que deben rezar.
“Lo primero que hay que valorar en el camino de la oración es la escucha. ¿Quién eres? ¿Dónde estás? ¿Qué pretendes? Con eso nos acercamos a una realidad personal auténtica y que desde la autenticidad de la persona nos permite dirigirnos y acercarnos a la autenticidad de Dios. Ahí empieza el camino de la oración", explicaba el sacerdote.
Volver a encontrar el sentido
Su experiencia es que muchas personas tienen falta de autoestima. Otras muchas, simplemente, se desconocen a sí mismas.
Todo requiere una cierta inversión en tiempo. También la paz y conectar con Dios.
"Lo mismo que cuidas a tu cuerpo y buscas tiempo para atenderlo, porque si no se muere, has de buscar tiempo y has de ser consciente de que tu espíritu necesita su alimento espiritual. Si no, se muere. Los virus que corren por la sociedad, que son muchos, enseguida te infectarán. Has debilitado tanto tu espíritu, está tan flaco y tan perdido, que ya no sabe encontrar el sentido de la existencia. Lo importante es que seas auténtico contigo mismo y digas 'esto no me hace feliz'. ¡Pues mueve pieza!", propone el padre Joan.
Almas y vidas sanadas: "Allí recé por primera vez"
Como responsable espiritual de la comunidad asentada en Lord, el padre Joan ha sido testigo de testimonios como el de Andreu, un joven de Manresa que acudió buscando remedio y fuerza frente a su adicción al móvil. Tras unos días sin dispositivo, pensando que perdía el tiempo y de gritar de frustración, pidió a Dios "paciencia y paz". "Ese día yo recé de verdad por primera vez", señala.
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También pasó por allí una mujer que se reconocía "perfeccionista" y "exigente", que quería agradar a Dios "haciendo" cosas buenas, ahora da un consejo para cambiar de enfoque y dar todo el protagonismo a Dios.
"Quítate de exigencias, quítate de obligaciones, saca tu corazón, saca tus preocupaciones, ponlo todo en manos de Dios para abrirte al amor, suelta tú todo lo que tienes dentro. Cuando te quitas y comprendes que el Señor te quiere, y te quiere como tú eres, ya estás abierto, ya empiezas a vislumbrar", explicó.
Invitación para acudir en familia
Especialmente reveladora de todo ese espíritu es la “Carta a las familias que piden hospedarse en el santuario”, disponible en la web de Lord. En ella, los responsables del santuario y la comunidad invitan a las familias a acudir al completo para la experiencia monástica siguiendo horarios y vida de los monjes.
En ella no solo se descubren los beneficios de actividades propias del santuario, como puede ser comenzar el día rezando en la capilla a las 7:00 de la mañana o mantener con disciplina los horarios de comidas y oración. Una agenda diaria diseñada con el único fin de “propiciar el ambiente y condiciones óptimas para que la estancia de la familia en el Santuario dé los resultados espirituales que vosotros podéis esperar y que el Santuario puede dar. Me baso en la experiencia que en esta misma línea han hecho otras familias y han marchado muy satisfechas”.
“Considerad, pues, vuestros propósitos, entended que lo extraordinario que tiene este lugar de silencio y soledad, junto con el estilo de vida monástico que se ha llevado durante muchos años, piden venir con auténticos deseos de acercarse a Dios, pues otros objetivos espirituales menos exigentes, aunque muy respetables, no se avienen con lo que la Santísima Virgen nos pide en su Santuario”, concluye el documento.