San Bartolomé en la Isla Tiberina y los nuevos mártires (3)

1. Reliquia de san Pedro Poveda sacerdote asesinado a Madrid del 28 de julio de 1936.

2. Cruz pectoral del padre Josep María Noguer i Tarafa, párroco de Santa Pau, Cataluña, fue fusilado el 9 de agosto de 1936 junto a los seminaristas claretianos de Barbastro, quienes dejaron en su testamento escrito: "Pasemos el día infundiendo valor para el martirio, rezando por nuestros enemigos y por nuestro querido instituto; Cuando llega el momento de designar a la víctima, en todos hay santa serenidad y ansiedad por escuchar el propio nombre para avanzar y colocarnos entre los elegidos; Esperamos el momento con generosa impaciencia. Cuando llegó vimos a quienes besaban las cuerdas con las que le ataban, otros dirigiendo palabras de perdón a las turbas armadas; Cuando subieron al camión hacia el cementerio, los oímos gritar: ¡Viva Cristo Rey! Y la multitud responde enfadada: ¡Que mueran! ¡Que mueran!, pero nada les ha intimidado."

3. Crucifijo mutilado, recuperado en la iglesia de San Martí de Palafrugell (Cataluña) incendiado durante la Guerra Civil en España (1936-1939).

4. Fragmentos del rosario del beato Ceferino Jiménez Malla, conocido como "El Pelé", nació en Benavent de Lérida en 1861 y fue fusilado en el cementerio de Barbastro. La revolución de 1936, que desató el odio antirreligioso, no logró que cambiara ni un poco su valiente profesión de fe: arrestado en julio porque defendió a un sacerdote y porque en su bolsillo encontraron el rosario, que ya no posee, ni siquiera cuando amigos influyentes le prometen la liberación inmediata de prisión si tan solo evita ser visto con el rosario en la mano, fue fusilado a principios de agosto, de nuevo y siempre con el rosario a plena vista, junto con su obispo, con quien fue beatificado por Juan Pablo II en 1997, quien lo proclamó patrón de todos los romaníes del mundo.

5. La cruz de don Giuseppe Puglisi [bajo estas líneas]. Esta película ayudó a difundir la vida y el martirio del padre Pino.

6.Reliquias de los mártires de Tarragona. Los sacerdotes Agapito Gorgues Manresa, Frédéric Vila Bartoli, Antoni Capdevila Balcells y Jocundo Bonet Mercadé, muertos durante la persecución religiosa en España en 1936 y beatificados en 2013.

7. Reliquia de Josep Samsó i Elías, párroco de Matarò, en la diócesis de Barcelona, fusilada el 1 de septiembre de 1936.