Las Congregaciones Marianas

Desde hace algunos años, diversos grupos de adultos y de jóvenes provenientes de las Congregaciones Marianas ignacianas se reúnen para fortalecer su espiritualidad y discernir juntos lo que Dios les pide.

Hoy, sábado 29 de marzo, se ha celebramos el V Encuentro, con el lema Íntegros, firmes, intrépidos, como Ella, y con casi 500 participantes, procedentes de las Congregaciones que siguen:

Congregación Mariana de la Inmaculada y San José y Santa Juana de Lestonnac, en Talavera de la Reina (Toledo), que ha sido la anfitriona de este nuevo encuentro.

Congregación Mariana de la Asunción y San Fructuoso, en Madrid. De la que dependen la Congregación Mariana de la Asunción y San Pedro Canisio, en Madrid, y la Congregación Mariana de la Asunción y San Juan Berchmans.

Congregación Mariana de la Asunción y San Pedro Canisio, en Valencia.

Congregación Mariana de la Inmaculada y San Francisco Javier y San Juan Pablo II, en Madrid

Congregación Mariana del colegio Mater Salvatoris, en Lérida.

Congregación Mariana de la Inmaculada, en Valdemoro (Madrid).

Congregación Mariana de Santa María Madre de la Esperanza y San Juan de Ávila, en Móstoles (Madrid).

Congregación Mariana del Purísimo Corazón de María, en Pozuelo (Madrid).

VIERNES PARA LOS JÓVENES

El V Encuentro comenzó para los jóvenes el viernes por la tarde noche. Tras la acogida don José María Alsina, que fue consiliario de la Congregación Mariana de la Inmaculada de Talavera, presidió la Santa Misa. Tras la cena y el rosario de antorchas que se rezó por los patios del colegio, se celebró una Hora Santa que presidió don Rubén Zamora Nava, que también fue consiliario de la Congregación Mariana de la Inmaculada Talavera.

SÁBADO, LA VIRGEN Y EL VENERABLE PÍO XII

A las nueve de la mañana, tras la acogida de las casi 500 personas que estaban apuntadas para el encuentro, tuvo lugar el Ofrecimiento de obras y presentación de Congregaciones

La mañana comenzó la conferencia marco en torno al lema del V Encuentro: ÍNTEGROS, FIRMES E INTRÉPIDOS, COMO ELLA por don Jorge López Teulón, consiliario de la CM de la Inmaculada de Talavera.

El punto de partida eran estas palabras del venerable Pío XII [que a los 18 años se inscribió en la congregación mariana de los jesuitas de Roma] que pronunció en su discurso, del 21 de enero de 1945, ante las congregaciones marianas de Roma cuando afirmó: «El tiempo presente exige católicos sin miedo para quienes sea perfectamente natural confesar su fe sin reparos, de palabra y de obra, cada vez que lo requieran la ley de Dios y el sentimiento del honor cristiano. ¡HOMBRES DE VERDAD, HOMBRES ÍNTEGROS, FIRMES E INTRÉPIDOS! A quienes no lo son sino a medias, el mundo los desecha, rechaza y pisotea.»

Y que se recogen en el Catecismo de las Congregaciones [capítulo II] al hablar de los fines característicos de las congregaciones marianas leemos: El fin de las CC.MM. es la formación de perfectos católicos, íntegros, firmes e intrépidos, que luchen por la gloria de Dios y su Santísima Madre y por la salvación de las almas.

Tras un tiempo descanso, don Francisco Javier Fernández Perea, consiliario de la CM de la Inmaculada de Valdemoro dirigió una adoración sobre la devoción al Corazón de Jesús.

Tras la comida y el rezo del santo rosario, tuvo lugar el tema sobre los retos de las congregaciones marianas en el siglo XXI, por don Juan Carlos Mateos, consiliario de la CM de la Asunción de Madrid.

DECÁLOGO. RETOS PARA UN CONGREGANTE DEL SIGLO XXI - “Contemplativos en la acción”

1. No vivir de la inmediatez. Como María, vivir los “tiempos de Dios”. Dios es el Señor de la historia, y Él se ocupa de conducir al “nuevo pueblo de Israel” -que es la Iglesia- a la Tierra prometida.

2. Vivir en profundidad, en un mundo tan superficial. Queremos vivir con radicalidad (desde la raíz) lo humano y lo espiritual. Un congregante sabe que sus raíces están en Dios y en la fe de la Iglesia. Eso nos lleva a superar los miedos.

3. Asumir la cruz como camino. El valor del sacrificio/sufrimiento. María al pie de la cruz (“Stabat Mater”). La cruz entendida como un camino de “victoria” y de plenitud. Es la llave que abre todo crecimiento humano y espiritual. No existe un “cristianismo sin cruz”.

4. Conocer por experiencia quién es Dios y quién es María. Sabemos bien el Catecismo, pero nos hace falta pasarlo al corazón. Solo el que ama conoce el misterio de Dios. El mundo espera lo que “hemos gustado internamente”, sabiendo que vivimos en el mundo sin ser del mundo.

5. Ser en el mundo testigo de vida. “El mundo cree mejor a los testigos que a los maestros”. Para ello se precisa coherencia de vida y de fe. Damos testimonio de un amor que ha conquistado nuestro corazón. Superar el “me apetece” como un estilo de vida. Pasar del “me apetece” a lo que Dios quiere.

6. Vivir en comunión en la CCMM. Todos juntos, no cada uno por su lado. Juntos llegamos más lejos, aunque solos seguramente lleguemos antes. La comunión es un valor entre las CCMM.

7. Descubrir el camino de la belleza como un lugar de encuentro con Dios y con María. Vivirlo y proponerlo al mundo de los “alejados”. La verdad desde una vida bella (=santa). “La santidad es el adorno de tu casa” (de la Iglesia y de la vida de cada uno). La santidad resulta atrayente.

8. María es modelo de nuestra esperanza, nuestra fe y nuestra caridad. María es una Madre, que, en la relación con sus hijos, nos comunica su manera de vivir. “Haced lo que Él os diga”.

9. Oración, formación y Ejercicios Espirituales. La oración como un tiempo de “calidad”. Una formación seria, necesaria para vivir en un mundo hostil. Y los EE, al modo ignaciano, donde el hombre creado, en Cristo, es enviado a ser contemplativo en medio del mundo.

10. Confianza en Dios a “prueba de bomba”. No podemos vivir como hombres derrotados. Hemos de vivir, como María, del poder de su gracia, pues sabemos que Dios sigue haciendo su obra en lo oculto y en lo callado. “El Espíritu Santo vendrá sobre ti y te cubrirá con su sombra”. Todo lo hará Dios en mí.

Conclusión: [EE 233]: “Conocimiento interno de tanto bien recibido para que yo, enteramente reconociéndolo, pueda EN TODO AMAR Y SERVIR”.

Tras los diferentes temas impartidos se tuvieron reuniones de equipos por diferentes edades [264 niños de primaria, adolescentes y jóvenes han participado en el encuentro de Talavera] y los adultos que escucharon a don Juan Carlos Mateos.

La primera parte de la tarde finalizaba dando a conocer los ganadores del concurso de vídeos de “santos congregantes”.

La organización da explícitamente las gracias al sacerdote don Manuel Sánchez García Loygorri, consiliario de la CM del Purísimo Corazón de María, por atender a los más pequeños.

Finalmente, la misa de clausura fue presidida por monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, obispo auxiliar de Madrid, que como nos explicó desde niño, en Comillas, fue congregante mariano. La renovación de la consagración de todos los miembros, tras la comunión, y un emocionante momento final, tras la misa, al desfilar todos los miembros de las distintas congregaciones para besar su bandera, puso el punto y final de este nuevo y brillantes encuentro de las congregaciones marianas.