Religión en Libertad

✠ El universo no es fruto del azar, sino una obra diseñada por Dios con orden, belleza y armonía divina ✠

La felicidad mediante la Gracia y el Espíritu Santo

🔹(San Agustín. Tratado del Sermón de la Montaña 21, 71)🔹

🔹(San Agustín. Tratado del Sermón de la Montaña 21, 71)🔹

🔹(San Agustín. Tratado del Sermón de la Montaña 21, 71)🔹- N.M.N.

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La felicidad se consigue con la acción y el conocimiento; la acción pide la moralidad de los actos y la contemplación, la revelación de la verdad. De ellas, la primera se debe pedir; la segunda hay que investigar 🔹San Agustín. Tratado del Sermón de la Montaña 21, 71🔹

▶️ En el contexto de la Espiritualidad Católica: Esta frase es una de síntesis de la teología mística que San Agustín comparte con nosotros. Une las dos dimensiones clásicas de la vida humana: la Vida Activa (la moral, el comportamiento) y la Vida Contemplativa (la Verdad, el conocimiento).

Es interesante la distinción metodológica que hace porque, para ser bueno (moralidad), dependemos de la Gracia (se debe pedir). Para ser sabio (Verdad), dependemos del esfuerzo intelectual iluminado (hay que investigar). Pero no es una investigación científica, sino una búsqueda profunda en nuestro ser. Porque somos Templos del Espíritu Santo y en Él habitan los dones que tanto necesitamos hoy en día. Dios quiere que nuestra voluntad se una a su Voluntad, en plena y total sintonía.

En el camino de la santidad, esta frase nos muestra dos errores peligrosos y frecuentes: el quietismo (esperar que Dios haga todo) y el pelagianismo (creer que nos salvamos solo por nuestro esfuerzo). Nos muestra que la nuestra voluntad está herida y no puede ser fiel sin que la Gracia intervenga. A veces sabemos lo que es correcto, pero no tenemos la fuerza para hacerlo o tenemos lo que otras personas digan o hagan. Por eso la frase indica que la acción moral se debe "pedir", de forma activa. En la espiritualidad, esto significa que la lucha contra el pecado no se gana solo apretando los dientes (fuerza de voluntad pasiva), sino doblando humildemente las rodillas (oración activa). Si luchamos contra la ira, no basta con decir "no me enfadaré"; debemos pedir activamente a Dios mansedumbre, humildad y fe.

La Fe busca entendimiento. Dios nos dio inteligencia para usarla. Ni la espiritualidad ni la santidad son ignorancia piadosa. San Agustín nos manda a buscar aquello que Dios nos revela y que a nosotros nos cuesta mucho escuchar al oído. Dios ilumina nuestra mente, pero debemos abrir los ojos y buscar la Luz brillante que es la Verdad, Cristo. Abrir los ojos o los oídos, requiere un compromiso.

La felicidad es un mito contemporáneo. Se escriben cientos de libros y artículos cada mes. Se realizan cientos de programas de radio o postcasts en las redes. Pero nadie la encuentra siguiendo consejos humanos. La felicidad tampoco está solo en saber mucho (vanidad intelectual) ni solo en hacer cosas buenas (activismo). Está en la unión de ambas: una vida coherente sostenida por la oración y guiada por la verdad.

▶️ En el contexto de la evangelización digital: Para el creador de contenido católico en las redes, esta frase es un manual de procedimiento editorial y ético.

La Acción pide moralidad y esto se debe evidenciar en el comportamiento del evangelizador en las redes. Antes de responder a un comentario hiriente, antes de entrar en una polémica, el evangelizador debe "pedir" la Gracia de la caridad y la prudencia. El gran riesgo en redes es actuar visceralmente. Nuestra capacidad de comportarnos cristianamente online es un don que debemos mendigar humildemente a Dios antes de abrir la cualquier aplicación. Sin oración, el evangelizador se convierte en un "gladiador digital" más. Un gladiador que reparte golpes a todos y los recibe de todas partes. ¿Qué sentido tiene esto? Si no tenemos cuidado terminamos olvidando la moralidad de nuestras acciones.

También es importante la calidad del contenido que compartamos. Aquí San Agustín es tajante: la Verdad se investiga, se busca y humildemente la recibimos de Dios. En la era de la desinformación y las falsedades, un evangelizador no puede compartir rumores, atrayentes profecías no aprobadas, o teología barata sin verificar las fuentes. Antes de hacer un post sobre cualquier tema eclesial eclesial, preguntémonos: ¿Hemos leído la fuente original? ¿Hemos investigado? Porque hay miles de fotos, comentarios, referencias o citas totalmente falsas.

La "felicidad" de la audiencia depende de que que tomen un alimento verdadero espiritual (investigado), no la comida chatarra de moda.

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