La filosofía que libera
Eudald Forment: "La filosofía tomista es la clave para entender el mundo y encontrar la felicidad"

Santo Tomás de Aquino
Eudald Forment, catedrático de Metafísica en la Universidad de Barcelona y destacado experto en la filosofía de Santo Tomás de Aquino, nos habla sobre la relevancia y el impacto de la filosofía tomista en la actualidad.
En su último libro, "Compendio de filosofía tomista", Forment nos ofrece una visión profunda y accesible de la filosofía de Santo Tomás, destacando su capacidad para abordar los desafíos contemporáneos de la libertad y la verdad.
Con una estructura clara y concisa, el libro explora temas como la existencia y naturaleza de Dios, la creación y el ser humano, la finalidad del hombre y el sentido de la vida.

El "Compendio de filosofía tomista" del especialista Eudaldo Forment surge con la intención de divulgar el pensamiento de Santo Tomás y hacerlo accesible a todos.
¿Puede la ilustración de Tina Walls en la portada del libro ser un punto de partida efectivo para atraer a nuevos lectores hacia la filosofía tomista?
– La portada de "Compendio de filosofía tomista" es efectivamente de la famosa ilustradora Tina Walls, que acaba de publicar "Los Nombres de la Virgen" y "Vidas de Santos 1. Carlo Acutis". Fue idea del director de la Editorial San Román, D. Javier Paredes, con la intención de enriquecer el libro y remover los recelos ante una obra de filosofía y la de santo Tomás de Aquino, que desde siempre ha tenido tanta reputación, porque su obra, con palabras de san Juan Pablo II es «la más alta» que se haya alcanzado nunca.
El estilo delicado y tierno de Tina Walls expresa muy bien lo que es el pensamiento comprensible para todos, porque es de sentido común, de santo Tomás, un hombre sabio, pero humilde, sencillo, manso, suave y siempre con una alegría que comunicaba a los demás. Asimismo, el tema de su cuidada y detallada ilustración es el de un suceso capital de la vida del Aquinate, que relató un testigo del mismo. Mientras fray Tomás oraba en una capilla del convento dominico de Nápoles, se oyó una voz que procedía del crucifijo que le decía: «Tomás, has escrito bien de mí; ¿Qué recompensa quieres?». A lo que replicó: «Señor, no otra sino a ti».
-¿Cómo puede la filosofía de santo Tomás abordar los desafíos contemporáneos de la libertad y la verdad?
–Compendio de filosofía tomista intenta ser una exposición resumida, completa y ordenada, de todo el pensamiento racional del Aquinate, es decir, su visión de toda la realidad desde la razón natural, independientemente de la que proporciona la fe cristiana, aunque es totalmente compatible con ella. De tal manera que un no creyente puede aceptar su filosofía.
Yo mismo lo pude comprobar en mis clases en una universidad pública, porque alumnos no creyentes admitían y se entusiasmaban con el tomismo. Sé que hoy, tal como me ha referido el Dr. Abel Miró, profesor, que me ha sucedido en las clases de metafísica en la Universidad de Barcelona, ocurre exactamente lo mismo.
Debo agradecer al Dr. Javier Paredes que me propusiera escribir este libro, que, sin recortar ni rebajar el pensamiento tomista, lo pusiera al alcance de todos y que, además, revelase su necesidad perenne.
El mundo actual con la negación de la verdad y del bien, y consecuentemente con ello la denegación de la libertad y la dignidad humana, muestra la necesidad de recuperar la sana doctrina tomista. Como decía el papa san Pío X, y después Pio XI, en su encíclica que dedica íntegramente al Aquinate, apartarse de santo Tomás es exponerse a «grave daño» en el recto pensamiento racional y, por tanto, también en el sentido común de las gentes, dado por Dios.
–¿Cómo refleja la estructura del libro la visión de santo Tomás sobre el conocimiento y la acción?
–Para que el libro fuera sencillo, no complicado y que cualquiera, independientemente de sus posibilidades, pudiera obtener fácilmente frutos de la obra filosófica de Santo Tomás, he querido exponerla por sí misma, que él fuese su propio interprete. La división clásica de la filosofía en teorética y práctica la justifica santo Tomás en la verdad racional de Dios como creador y rector del mundo. El efecto del gobierno divino se manifiesta en el hombre en su conocimiento racional y en su voluntad libre. Con su razón conoce el sentido de la realidad y de su vida y, así orientado, actúa libremente en ellas,
A propósito de la libertad, le puedo decir con firme convencimiento que, por ello, descubrir a santo Tomás, como decía un tomista del siglo XX, es ser por fin un hombre libre. Se comprende, porque ser un espíritu libre no consiste en no tener a Dios ni a maestros, sino tener a Dios por maestro, que libra de todas las tiranías culturales y mediáticas, que esclavizan al hombre y que han difundido la indiferencia y hasta la hostilidad hacia el tomismo.
Gracias a Dios, hoy en día va cambiando la situación, al ir desapareciendo esta especie de alergia y despertándose un cierto interés por el Aquinate.
–En la primera parte del libro, se aborda la existencia y naturaleza de Dios, así como la creación y el ser humano. ¿Qué papel juega la razón en la comprensión de estos temas, y cómo se relaciona con la fe?
–En la concepción racional muy amplia de toda la realidad de santo Tomás, se descubre la continuidad de razón y la fe. Queda justificada la armonía de ambas, por la conveniencia de la revelación divina, ya que la fe se une a la razón natural para perfeccionarla, dada su limitación e imperfecciones, pero sin destruir su carácter racional.
A pesar de su debilidad, la razón humana puede llegar al conocimiento de Dios como creador y providente y también de lo espiritual e inmaterial, como es el alma humana. No obstante, para remediar sus carencias racionales, el hombre necesita conocer las verdades reveladas por Dios.
La cuestión de la compatibilidad entre la razón y la fe, la filosofía y la teología, las dos expresiones de ambas sistematizadas, se basa en que una y otra proceden de la Razón divina o Logos, que se manifiesta tanto en la creación como en la redención. Se da todavía un asentamiento más profundo, más radical, desde el que se fundamentan y explican todas las tesis de santo Tomás, y no solo las propias, sino también todas las otras verdades que asume de otros muchos pensadores de toda la tradición clásica.
Este fundamento es su original doctrina del «esse» (ser), que he intentado exponer en el libro con la mayor claridad que he podido. Si no se entiende el «ser» de santo Tomás, no se entiende verdaderamente nada de su pensamiento filosófico y teológico.
–La segunda parte del libro se centra en la finalidad del hombre y el sentido de la vida. ¿Qué mensaje cree que Santo Tomás quiere transmitir a los lectores contemporáneos sobre la búsqueda de la felicidad y el bien supremo?
–Celebro que me haya hecho esta acertada e interesante pregunta. En un mundo materialista y secularizado, que ha vuelto a la idolatría con los dioses del poder, de la fama, del sexo y del dinero, y que le esclavizan, santo Tomás debe estar presente más que nunca. Prueba que los deseos naturales del hombre, el afán de verdad, el de realizar la verdad conocida, el del bien, el de la belleza, y, por ello, los de la honradez y de las virtudes, que se sintetizan en el deseo universal de disfrutar de la felicidad en la vida temporal, se consiguen, aunque limitadamente como todo lo humano, en el amor interpersonal.
Además, que este amor de amistad o contemplativo, en su grado más completo, dentro del orden natural, se da en el amor conyugal.
Como confirmación de la eficacia real del tomismo, si me permite, le referiré una experiencia personal. Providencialmente, casi desde mi adolescencia, no solo me ha sido muy útil, sino que también me ha hecho muy feliz el conocer y seguir la inmensa obra de santo Tomás, con la ayuda irremplazable de mi maestro, el tomista Francisco Canals.
También quiero confesarle que, en las obras de santo Tomás, según manifestaba un tomista de nuestra época, se siente uno como pez en el agua, y fuera de ellas, en seco. Toda mi vida ha transcurrido en su feliz compañía, y, ya cerca de lo inevitable, he querido con mi libro animar a descubrir esta felicidad y compartir la alegría que comunica la verdad del tomismo.