Cuando toca ser firmes en la escuela.
Un maestro debe ser un ejemplo de equilibrio. Hay que saber cuándo toca ser flexible (por ejemplo, si los estudiantes llegan tarde porque llovió fuerte) y en qué momento mantenerse firme, aunque resulte impopular (por ejemplo, cuando claramente se les explica una rúbrica y optan por no seguirla en el trabajo).
Actualmente, hay muchos estudiantes que hacen lo que se les ocurre por falta de formación, la cual, insisto, no tiene que ser rígida, sino basada en la libertad responsable; sin embargo, con el sustento que viene de la firmeza. Si se da una hora de entrega, es a esa hora y no dos después. Lo anterior, permite crecer con una cierta estructura que, lejos de minar la creatividad, la desarrolla y encauza.