Humanismo cristiano
El humanismo cristiano es una rica realidad nacida de la consideración de la Persona del mismo Cristo.
"Cristo revela el hombre al hombre" (GS 22).
Tal cual: el hombre sabe lo que es, la antropología, y sabe su destino y vocación, la escatología, por la Persona del mismo Cristo, donde el hombre se descubre a sí mismo.
El humanismo cristiano parece estar hoy incluso mal considerado. Algunos pretenden identificarlo con un culto al hombre por el hombre sin Cristo y lo rechazan; es más, la misma expresión "humanismo cristiano" se intenta proscribir como maldita.
Atendamos a unas palabras del Papa:
Confiados en la posibilidad de la “razón humana”, en la fidelidad plena al inmutable depositum fidei, es necesario – como hizo el "Doctor Communis" [Santo Tomás] – recurrir siempre a las riquezas de la Tradición, en la constante búsqueda de la “verdad de las cosas”. Por esto, es necesario que las Pontificias Academias sean hoy más que nunca Instituciones vitales y vivaces, capaces de percibir agudamente tanto las preguntas de la sociedad y de las culturas, como las necesidades y las expectativas de la Iglesia, para ofrecer una contribución adecuada y válida y promover así, con todas las energías y los medios a disposición, un auténtico humanismo cristiano (Benedicto XVI, Discurso a las Academias Pontificias, 28-enero-2010).
En la búsqueda de la verdad de las cosas, en la investigación, en la respuesta a los interrogantes del hombre de hoy, hay que responder y crear un "auténtico humanismo cristiano".
Éste debe englobar, como siempre englobó, diversos aspectos:
-pasión por Cristo y por tanto pasión por el hombre (porque Cristo amó al hombre y lo redimió)
-fomento de una cultura verdadera
-la expresión artística que ennoblece y eleva al hombre: pintura, escultura, arquitectura, música... también en la Iglesia (¡qué feo es todo hoy, qué forma de improvisar, de confundir "sencillez" necesaria con "mal gusto)
-la valoración de quienes desde la fe están en los nuevos púlpitos de hoy: periodistas cristianos, escritores católicos, el mundo de Internet...
-Y lo que parece obvio: el humanismo cristiano defiende al hombre en su dignidad y en su vida (desde su concepción hasta su muerte natural).
Nada de lo humano no es ajeno porque el Verbo se ha encarnado.