Manifestación en Francia contra el matrimonio entre personas del mismo sexo.
17 de noviembre 2012.
Una de las cosas que estamos conociendo estos días, desde que se ha abierto camino la posibilidad de que el matrimonio entre dos personas del mismo sexo se legalice también en Francia, con la respuesta social y popular que se está produciendo en el país vecino, es el miedo pánico que muchos gays sienten a manifestarse, a expresarse, contra el llamado “lobby gay”, convertido en una máquina poderosísima que se emplea de manera cada vez más despótica, y que pretende monopolizar la voz y la representación de los homosexuales de la misma manera que el comunismo pretendió monopolizar la de los obreros, el nacionalismo catalán o vasco la de catalanes y vascos, o el islamismo (no confundir “islamismo” con “islam”) la de los musulmanes, convirtiendo a aquéllos a los que pretende representar que no se pliegan a dicha representación, en sus primeras y más castigadas víctimas, exactamente igual que la primera víctima del comunismo no es otra que el obrero, la del nacionalismo catalán no es otra que el ciudadano catalán, o la del islamismo no es otra que el propio musulmán.
Xabier Bongibault
Uno de esos gays dispuestos a “salir del cajón” -si “salir del armario” significa declarar a los cuatro vientos el sentimiento homosexual, propongo que “salir del cajón” signifique declarar ese mismo gay su rebeldía contra la tiranía del lobby del mismo nombre-, es Xabier Bongibault, fundador y presidente de la asociación francesa Plus gay sans mariage, (“Más gay sin matrimonio”), quien en entrevista realizada el 7 de octubre del pasado año (léala aquí en francés si lo desea), decía cosas tan sensatas como éstas.