Rebeca Buell no deja de pensar, especialmente cuando llega el mes de marzo, en cómo estuvo a punto de terminar con la vida de su bebé, al que adora, justo el mismo día en el que cumplía años su hijo mayor.

Su caso es similar al de otras muchas mujeres jóvenes que se quedan embarazadas y que en aquel se sienten solas, temerosas y abandonadas encontrando en el aborto la solución más rápida y sencilla para escapar de esta situación. Nadie le había hablado de que había una solución mucho mejor. Sin embargo, Rebeca es ahora la mujer más feliz del mundo gracias a que pudo revertir el aborto al que se sometió consiguiendo finalmente dar a luz a su hijo Zacarías.

Segundo embarazo con 18 años

A los 17 años esta joven estadounidense se quedó embarazada de manera inesperada. Dio a luz a Elías e intentó poner en orden su vida casándose con el padre. Sin embargo, meses después tanto ella como el bebé se fueron a casa de sus padres porque que el marido era extremadamente violento.

Rebeca sentía, tal y como cuenta a Catholic Digest, que ya había decepcionado a todo el mundo, especialmente a sus padres, así que el golpe fue más duro cuando descubrió que de nuevo estaba embarazada de su expareja.

Mientras miraba la prueba del embarazo  sentía que su vida se derrumbaba. No quería volver a ser una carga y sabía por la experiencia con su primer hijo que si revelaba un  nuevo embarazo les echarían de casa.

El aborto se le presentaba como única solución

“Sabía que si me quedaba embarazada de nuevo, nos obligarían a irnos”, explicaba Rebeca, que había intentado rehacer su vida yendo a la universidad. Se preguntaba todo el tiempo como podría mantener esta situación sin tener un sitio donde vivir ni un seguro de salud.

Sabía que el aborto era malo, pero no veía otra solución. Sólo esperaba que Dios en el futuro pudiera perdonar lo que iba a hacer.

Con su expareja fue a un centro para realizarse un aborto químico, pero la trabajadora le dijo que los viernes no se daban ese tipo de pastillas. Le dieron cita para la siguiente semana  pero la perdió por una urgencia familiar.

¿Dios fue poniendo trabas?

Entonces pidió cita en otro centro de Planned Parenthood, pero el técnico no logró extraer sangre a la joven. “Pensé: Dios mío, esta es la tercera vez que me encuentro con un obstáculo para abortar”, aseguró la joven en una conferencia provida.

Finalmente,  a las ocho semanas de embarazo, y sufriendo sola este drama, regresó a ese mismo centro y le dieron la píldora abortiva RU-486. “Una vez que tomes esta píldora, ya no habrá vuelta atrás”, le dijeron.

El gran error de su vida

Se la tomó y se fue. Pero una vez en la calle, sentada en el asiento del coche sólo podía pensar en que había cometido un terrible error. Estaba abortando a su hijo el mismo día del cumpleaños de su primogénito.

Desesperada empezó a gritar  a Dios: “¡Lo siento mucho!”. Y le rogó que “si hay una manera de salir de esto, por favor déjame encontrarla!”.

¿Se podía dar la vuelta a la situación?

En aquel instante comenzó a buscar de manera frenética con su teléfono móvil alguna forma de dar marcha atrás al aborto químico y entonces se encontró con la página web AbortionPillReversal.com. Marcó el teléfono que ofrecía  y una enfermera le explicó el tratamiento para intentar revertir los efectos de la píldora abortiva.

Rebeca no sabía si esto funcionaría o no, pero era su única opción para salvar la vida de su hijo. Según la Asociación Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos provida, Rebeca tenía un 65 o 70 por ciento de que el tratamiento de reversión funcionase y su bebé sobreviviera.

Madre, coordinadora en una clínica y provida

El 20 de maro de 2013 nació Zacarías. Su hijo había sobrevivido a un intento de aborto. A fecha de 2018, este niño figura en la lista de 450 bebés salvados por protocolo de reversión que desarrolló Abortion Pill Reversal.

Tras el nacimiento del niño, los padres de Rebeca no la echaron de casa. Ella estudió en la universidad  y se graduó. Actualmente es coordinadora en una clínica de embarazos y una exitosa oradora provida.