José Ramón Amor Pan (La Coruña, 1966) es doctor en Teología Moral, diplomado en Derecho  y ha escrito varias obras sobre bioética, la más reciente Bioética en tiempos del covid-19. Publica colaboraciones sobre bioética y ética médica en La Voz de Galicia. En una de ellas (aquí en ReL) califica de 'kafkiana' la incertidumbre sobre quién y cómo aplicará la eutanasia en España. Y pide a los obispos algo muy concreto: "Fortalecer la Pastoral de la Salud. El mero voluntarismo ya no vale en esta hora de la historia. Se necesitan agentes pastorales bien formados, con dedicación completa; nos jugamos mucho".

- Usted ha escrito que la entrada en vigor de la ley de eutanasia es kafkiana...

- No están constituidas las Comisiones de Evaluación y Garantía, no hay Manual de Buenas Prácticas, no se sabe quién va a aplicar la eutanasia… Es una chapuza en toda regla. ¿Por qué estas prisas? Evidencian que estamos ante una operación de ingeniería social. Más allá de que estemos a favor o en contra de la eutanasia, los tres meses que contempla la ley para su entrada en vigor son claramente insuficientes.

- Cada 15 de junio se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez. ¿Cómo evita la ley de eutanasia la coacción, coerción y gaslighting contra el anciano vulnerable, que se le oriente o empuje a la eutanasia?

- No están listos los protocolos, ni el Manual de Buenas Prácticas… En este momento, la protección es la misma que para cualquier otro acto médico, tal y como recoge la ley de autonomía del paciente. Los que consideramos que la eutanasia y el suicidio médicamente asistido no son prácticas buenas tenemos que estar atentos. Va a ser relevante el papel vigilante de médicos y enfermeras para prevenir eso. También hay que educar de forma lúcida, creativa y propositiva respecto al valor de las personas ancianas y enfermas.

- ¿Qué deberían hacer los obispos respecto a la eutanasia que no están haciendo, más allá de declaraciones y documentos?

- Fortalecer la Pastoral de la Salud. El mero voluntarismo ya no vale en esta hora de la historia. Se necesitan agentes pastorales bien formados, con dedicación completa a un campo en el que nos jugamos mucho más de lo que nos pueda parecer a simple vista. Y apoyar y alentar espiritual y humanamente a los que damos la cara ante los medios de comunicación.

- Usted es doctor en Teología Moral. ¿Puede un católico formar parte de un comité autonómico de eutanasia? Son los que deciden quién vive y quién muere, a quién se eutanasia y a quién no...

- En realidad, las Comisiones de Evaluación y Garantía sólo van a comprobar que la petición de la prestación a morir reúne los requisitos que marca la ley y, por consiguiente, que puede llevarse a cabo. También van a dilucidar los casos en los que pueda haber controversia entre los agentes involucrados. Quien decide morir es la persona enferma que así lo solicita. Dado que esa es su función, no encuentro obstáculo para que un católico forme parte de una de estas comisiones. Puede ayudar a que se aplique con rigor, sin que implique aceptación moral de dicha práctica.

- La ley prevé que se hagan eutanasias en los lugares de residencia del solicitante... ¿qué pasará si lo solicitan residentes en hospitales católicos o residencias católicas para ancianos? ¿Vendrá el eutanasiador a las Hermanitas de los Ancianos, detendrán a las monjas si les impiden la entrada?

-Este es otro de los temas sin resolver. Para evitar situaciones incómodas para todos, hay que regular de forma clara y precisa para garantizar la integridad moral de las instituciones católicas. Hay un ideario claro que nada ni nadie puede violentar. Quien no lo acepte, que busque otra residencia.

Puede comprar aquí el libro de Amor Pan

- ¿Pueden los Colegios Médicos castigar a los que hagan eutanasias, ya que violan el código deontológico vigente, de 2011? Su art 36.3 dice: “El médico nunca provocará intencionadamente la muerte de ningún paciente, ni siquiera en caso de petición expresa por parte de este"?

- Por desgracia, no. El Código de Deontología Médica no está por encima del ordenamiento jurídico español. Cualquier sanción en ese sentido sería recurrida ante los tribunales de justicia y se ganaría el pleito. Habrá que acomodar el código a la nueva realidad legal. Lo cual no implica que los colegios médicos no puedan seguir denunciando la inmoralidad de la eutanasia: una cosa es la Ética, otra la Ley y entre ambas, la Deontología.

- La presidenta del Colegio de Médicos de Toledo dice que la eutanasia tendrá menos control que el aborto, ya que en el aborto al menos la embarazada puede hablar de lo que ha pasado... ¿Cómo lo ve?

- Creo que no son realidades comparables. Por otra parte, en el aborto -me parece- está fallando todo el proceso deliberativo que debería existir para tomar esa decisión, es más, la legislación lo escatima todo lo que puede (no hay que sobrecargar la conciencia de la mujer, se dice). En cambio, la ley de eutanasia es muy garantista, eso es verdad. La eutanasia o el suicidio médicamente asistido, según la ley, debieran producirse tras un exquisito proceso deliberativo, en donde la calma, el diálogo auténtico y el ofrecimiento de las alternativas disponibles deben primar. Otra cosa es si de verdad, con los recursos de los que disponemos en este país, todo eso se da realmente.

- En España no hay asociación de enfermeras católicas ni asociación de médicos católicos; tampoco hay asociaciones específicamente en defensa de la ética hipocrática. ¿Por qué es tan flojo el asociacionismo cristiano sanitario?

- En nuestro país no hemos cultivado como debiéramos el papel de los laicos en los últimos años, y ahora pasa lo que pasa: que necesitamos laicos bien formados y con celo apostólico y no los tenemos ni en el número ni con el coraje profético que la circunstancia histórica demanda. Hemos estado enredados en cuestiones menores. Me gustaría, por ejemplo, que todas la hermandades y cofradías de Semana Santa sintieran la necesidad de formarse en estas cuestiones y de manifestarse públicamente sobre ellas.

- Hay 15 universidades católicas en España. ¿Qué más pueden hacer frente a la cultura de la eutanasia?

- Mucho más, de eso no tengo la menor duda. Ante todo, coordinarse y buscar sinergias para ser capaces de ganar visibilidad pública.

- Si se creara un Observatorio de Control de la Eutanasia (no gubernamental), ¿quién debería impulsarlo, cuántos asalariados debería tener y a qué se debería dedicar?

- Debido a la confidencialidad de los expedientes no podría examinar más que las memorias anuales de cada Comisión autonómica de Evaluación y Garantía. Y eso ya lo pueden y deben hacer las instituciones de Bioética ya existentes. Lo que habría que hacer, y lo considero imperativo, es dotar de mayores recursos a dichas instituciones, pues están funcionando con lo mínimo.

- ¿Cómo hemos llegado a este punto?

- Las cosas no caen de la nada. Estamos en este escenario social y cultural porque los hijos de la luz no hemos sabido cumplir con nuestra vocación. Hay mucho pecado de omisión. Revertir la situación no es tarea fácil. Los líderes de opinión no se improvisan y necesitan de la complicidad de todos nosotros para que puedan crear tendencia.

» Si yo escribiera a favor de la eutanasia, me publicarían las grandes editoriales  y ellas lo difundirían en los grandes medios de comunicación y en las redes sociales. Yo no sé si mi libro Bioética en tiempos del COVID-19, que dedica un capítulo a la eutanasia, agotará los ejemplares para lanzar una segunda edición. Todos conocemos médicos o enfermeras a los que les vendría bien leer libros así, pero no hay costumbre de regalar libros de bioética. Para crear nuevas tendencias, para ser sal y levadura, todos debemos colaborar.