A finales de esta semana, la Cámara de Representantes de Carolina del Norte ha aprobado gracias a la mayoría republicana una propuesta de ley que sitúa el límite legal para practicar abortos a partir de la semana doce de embarazo, aunque con excepciones. Se trata de un avance en las restricciones al aborto, hasta ahora legal en este estado hasta la semana 20. También obligará a que las mujeres que quieran abortar tengan que visitar a un médico hasta en tres ocasiones.

La restricción tiene, sin embargo, algunas excepciones. Entre ellas, la posibilidad de abortar por violación o incesto hasta la semana 20 de embarazo o hasta la 24 en el caso de que el feto padezca una "anomalía que ponga en peligro su vida".

Entre otras medidas que podrían limitar el número de abortos, la píldora abortiva solo podrá distribuirse tras la realización de exámenes médicos en persona, siendo ilegal su distribución por correo.

Sin embargo, la propuesta de ley ha sido cuestionada por movimientos provida debido a que, en la práctica, no garantizará una defensa destacable del no nacido. Además de las excepciones recogidas en el proyecto recién aprobado, la ley también podrá obligar a practicar abortos a doctores que se opongan al mismo "por motivos morales, éticos o religiosos".

La píldora se mantiene vigente y lo que es más destacable, que el periodo en el que sigue siendo legal abortar es precisamente en el que se cometen la mayoría de los abortos.

Según datos de la División de Salud Pública de Carolina del Norte y el Instituto Charlotte Lozier, el 88% de los abortos que se practicaron en el estado en 2020 tuvieron lugar en las 12 semanas o antes, periodo que el proyecto de ley contempla como legal para abortar.

Pese a que esta ley es mucho más permisiva que otras aprobadas para restringirlo tras la revocación de Roe vs Wade por hasta 13 estados, autoridades y políticos de la administración nacional han criticado duramente el proyecto de ley aprobado.

La ley fue aprobada gracias al voto favorable de Tricia Cotham, actual integrante de la mayoría repúblicana desde que anunció su salida del grupo demócrata el pasado mes de abril. 

Es el caso del gobernador del estado, el demócrata Roy Cooper, que ha prometido su veto a la ley -de facto, inservible por carecer de mayoría- por considerar que "restringe el acceso sanitario de las mujeres".

La Casa Blanca también ha cuestionado la ley a través de la portavoz Karine Jean Pierre: "[A las mujeres] se les ha rechazado en urgencias, se les ha obligado a viajar cientos de kilómetros para recibir atención y se les ha dejado con complicaciones que amenazan su capacidad para tener hijos en el futuro".

(Descubre aquí y aquí los riesgos del aborto de cara a futuros abortos espontáneos o la dificultad o inviabilidad de nuevos embarazos).