Miles de personas se han manifestado este domingo en París en contra del proyecto de ley del matrimonio entre homosexuales y la adopción por parte de éstos, presentado por el Gobierno en noviembre y que llegará a finales de enero al Parlamento.

La marcha, convocada por la plataforma "Manif pour tous", comenzó poco después de las 12.00 GMT desde tres puntos distintos de la capital y está previsto que se unan en la explanada del Campo de Marte, a los pies de la Torre Eiffel.

Esta protesta sigue a las manifestaciones regionales llevadas a cabo en noviembre por esa misma plataforma, contraria a que la unión entre homosexuales sea llamada matrimonio y a que se extienda a las personas del mismo sexo la filiación, y que quiere que el presidente francés, François Hollande, someta el texto a referendo.

Se han fletado más de 900 autocares para facilitar la llegada a París de los manifestantes, que tienen la consigna de desfilar sin eslóganes individuales de partidos políticos u organizaciones religiosas.

Fuertemente respaldados por la jerarquía católica, activistas laicos han movilizado a una heterogénea coalición compuesta por familias religiosas, conservadores políticos, musulmanes, evangélicos e incluso homosexuales opuestos al matrimonio homosexual para esta demostración de fuerza.

"Queremos que este proyecto de ley se retire", dijo Patricia Soullier, una organizadora de la manifestación, a la televisión BFM antes de subir a un tren con destino a París en Montpellier, en el sur de Francia.

Según una de las promotoras, la cofundadora de "Manif pour tous" y humorista Frigide Barjot, la manifestación no es homófoba sino que defiende la preservación de los derechos de los niños al garantizar que de manera legal sigan figurando como progenitores un hombre y una mujer.

"Transmitimos un mensaje de fraternidad para todos. Para los adultos, pero sobre todo para los niños del futuro", indicó hoy en la cadena BFM TV, en la que insistió en que ese proyecto de ley no sea votado antes de que todos los franceses hayan sido informados con detalle y puedan dar su opinión.

La petición de que sea sometido a referendo le ha llegado también a Hollande en una iniciativa firmada por 115 parlamentarios del partido conservador Unión por un Movimiento Popular (UMP), para quienes un proyecto "que trastoca de manera tan profunda los principios que fundan la sociedad no puede hacerse por ley ordinaria".

El apoyo a los matrimonios homosexuales ha bajado 10 puntos hasta menos del 55 por ciento y menos de la mitad de los franceses son partidarios ahora de que los homosexuales tenga derecho a la adopción.

Bajo esta presión, los legisladores descartaron un plan que también permitiría a las lesbianas el acceso a la inseminación artificial, lo que ahora está limitado a parejas heterosexuales con problemas de fertilidad.

Los organizadores insisten en que no están contra los homosexuales, sino a favor del matrimonio tradicional.

La mayoría de líderes religiosos nacionales no se unirán a la protesta, pero al menos ocho obispos católicos han dicho que sí acudirán a la marcha.

"Estoy feliz de que muchos católicos se movilicen, pero no es una marcha católica contra el Gobierno", dijo Vingt-Trois, que planea reunirse con los manifestantes, pero no unirse a ellos.