Santos Potentino, Felicio y Simplicio de Steinfeld, ermitaños. 18 de junio.
 

Su leyenda les hace vivir en el siglo IV, aunque fue escrita en el siglo IX. Potentino era oriundo de Aquitania, había sido soldado y participado en algunas batallas para los emperadores. Luego de enviudar se dedicó a la caridad con sus hijos Felicio y Simplicio. Los tres realizaron varias peregrinaciones, y en una de ellas, pasando por Tréveris, Potentino trabó amistad con San Maximino (29 de mayo), el cual les recomendó a los tres que hicieran vida eremítica.

Partieron los tres hacia el Mosela, donde se unieron a una comunidad que, bajo la dirección de San Castor (13 de febrero) vivían como ermitaños. Una leyenda cuenta que en una ocasión atracó un barco cargado de sal cerca de la ermita de Potentino. Este pidió una limosna por caridad, pero el patrón del barco, pagano aún, se negó a darle ni para comer. Entonces apenas soltaron amarras, una tormenta terrible se desató, amenazando hundir el barco su precioso cargamento de sal en el fondo del Mosela. Pero Potentino hizo una oración y tan pronto como se había formado la tempestad, se deshizo, con lo cual el patrón del barco creyó en Cristo, se bautizó y siempre que pudo socorrió a los ermitaños.

Y poco más se sabe de esta familia de ermitaños. En el siglo X las reliquias fueron trasladadas al monasterio premonstratense de Steinfeld, desde donde se promovió su culto y donde aún se veneran. Se les invoca contra el mal tiempo.

A 18 de junio además se celebra a
Santa Isabel de Shönau, mística cisterciense.
Santos Marco y Marceliano, hermanos mártires.
Beata Hosana Andreasi de Mantua, dominica.