La Eurocopa que se está celebrando por todo el continente debería centrarse únicamente en el fútbol. Pero no es así. Qué se lo digan a Hungría, que además de haber tenido la mala suerte de formar parte de un grupo con potencias como Francia, Alemania o Portugal, debe enfrentarse además a dos enemigos todavía más poderosos: la ideología de género y la corrección política.

La defensa de la familia natural que hace Hungría y su firme oposición en la UE al adoctrinamiento LGTB está pasando factura al país en lo que únicamente debería ser una competición deportiva. Y debido a esto ahora hay un gran problema en la UEFA.

Este miércoles juega Hungría en Múnich contra Alemania, y como protesta contra la protección de Hungría al adoctrinamiento LGTB entre los menores, lo que ha generado las protestas de varios países, querían recibir a la selección húngara con el Arena de Múnich iluminado con la bandera gay.

La propuesta proviene del alcalde de Múnich, el socialdemócrata Dieter Reiter, que pidió a la UEFA iluminar el estadio con la bandera arcoíris precisamente para el partido de Alemania contra Hungría

Sin embargo, la UEFA ha tenido que tomar medidas ante un problema  político y diplomático, ya que es una clara provocación al gobierno de Hungría. En un comunicado, el organismo europeo del fútbol recuerda que “la UEFA, a través de sus estatutos, es una organización política y religiosamente neutral. Dado el contexto político de esta solicitud específica - un mensaje dirigido a una decisión tomada por el parlamento nacional húngaro - la UEFA debe rechazar esta solicitud”.

Manuel Neuer, capitán de Alemania, con el brazalete LGTB durante un partido de la Eurocopa

Para ello, propone al alcalde Múnich otras fechas alternativas para iluminar el estadio muniqués con la bandera gay, lo cual no ha contentado ni al político de izquierdas, ni a los grupos que veían el altavoz del partido de la Eurocopa como una gran oportunidad para meter el dedo en el ojo a Hungría y promocionar su ideología.

Reiter ha sido apoyado también por el gobierno de Baviera, liderado por Markus Söder, conservador de la Unión Social Cristiana (CSU). En Twitter se lamentaba por la decisión de la UEFA y afirmaba que iluminar el estadio en este partido “hubiese sido una muy buena señal en favor de la tolerancia y la libertad”.

Una "señal clara"

Más beligerante ha seguido el alcalde de Múnich, que dijo sentirse “avergonzado” por el veto de la UEFA por lo que ha decidido mandar una “señal clara” iluminando durante el partido con la bandera LGTB el ayuntamiento, una noria y la torre de comunicaciones. Además, varios estadios de otras ciudades de Alemania también han decidido utilizar este emblema LGTB en la iluminación mientras se desarrolla el partido.

La UEFA ya ha tenido que lidiar con otro problema relacionado con el movimiento LGTB durante la Eurocopa, estando igualmente Alemania de por medio, pues Manuel Neuer, portero del Bayern Múnich y capitán de Alemania en vez de lucir el tradicional brazalete llevó uno con la bandera LGTB, lo que obligó a abrir una investigación.

Ante esta situación contra Hungría de convertir el partido de este miércoles en un acto de propaganda, el presidente de Hungría, Viktor Orban, ha decidido suspender su presencia prevista en el estadio en un partido en el que su selección se juega la clasificación.