Daniel Pellizzon, sacerdote argentino, nacido en Buenos Aires el día de Nochebuena de 1983, será el nuevo secretario personal del Papa Francisco en el Vaticano, según ha anunciado el arzobispado de la capital argentina, recogido por Efe.

Pellizzon ya fue colaborador de Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires, antes de ser sacerdote. Le ayudó a organizar su archivo personal en 2011 y 2012. Después, en 2018, fue ordenado sacerdote. Fue diácono y vicario parroquial cinco años acompañando a los peregrinos en el popular Santuario San Cayetano de Liniers, en Buenos Aires.

Hace unos meses, en marzo de 2023, fue destinado como vicario a la parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia, en el barrio de Flores de Buenos Aires, lugar de buenos recuerdos para el Papa Francisco, que pasó allí muchas de sus vacaciones cuando iba a la casa de sus abuelos en su infancia. Pero apenas 4 meses después su nuevo destino le lleva a Roma, al lado del Pontífice.

Francisco cambia de secretario cada 5 años

Pellizzon llegará a Roma a principios de agosto y será el reemplazo del sacerdote uruguayo Gonzalo Aemilius, que ha prestado servicio al Pontífice los últimos cinco años y ya ha vuelto a Montevideo. Aemilius se hizo católico en su adolescencia: sus padres no eran creyentes, y su abuela era judía. Ha mostrado ser una persona muy discreta.

El Papa Francisco con su secretario durante 5 años, el uruguayo Gonzalo Aemilius, que ya ha vuelto a Montevideo.

Francisco antes tuvo como secretario en Roma al también argentino Fabián Pedacchio. También el sacerdote maltés Alfred Xuereb, que había sido secretario segundo de Benedicto XVI, fue uno de sus primeros secretarios al llegar al Vaticano.

Francisco prefiere que los secretarios permanezcan con el Pontífice (o con un obispo) sólo cinco años, ofreciendo un servicio a la Iglesia universal y aprendiendo mucho, pero siendo luego enviados a otras tareas, a menudo de tipo pastoral. 

Contrasta con la práctica de sus predecesores: Benedicto XVI tuvo a Georg Gänswein como secretario durante décadas, y Juan Pablo II a Stanislaw Dziwisz, primero cuando Wojtyla era obispo auxiliar y luego arzobispo en Cracovia, luego en el Vaticano.