A sus 42 años, el sacerdote dehoniano brasileño Fábio de Melo (www.fabiodemelo.com.br) va a vivir una intensa JMJ en Rio : tiene que cantar en 4 conciertos multitudinarios en apenas una semana. Desde 2008 ha vendido 2 millones de discos y medio millón de libros de temas espirituales en este país. Es una de las grandes figuras del popular canal televisivo católico Cançao Nova, donde cada jueves presenta el programa "Dirección espiritual". 


Fábio de Melo puede cantar música de alabanza, por lo general al estilo carismático -más bien suave- del movimiento Cançao Nova, pero explota también su lado melódico, más ensoñador, aunque las letras sean religiosas y, a menudo, oración.

"La música fue siempre parte de mi vida. Cuando era niño, mi padre, que tocaba la viola, percibió mi capacidad para el arte, y comenzó a incentivarme. Y en el seminario a los 16 años me decidí a trabajar en la evangelización a través de la música. Fue una forma de conciliar mi vocación sacerdotal con mi actitud musical".

Fábio de Melo es muy popular, pero su fama no llega de la nada: está edificada sobre otros populares sacerdotes músicos de su congregación, los Sacerdotes del Corazón de Jesús (misioneros dehonianos). Él mismo reconoce una y otra vez su deuda con ellos.




El mayor y pionero es José Fernandes de Oliveira, llamado Padre Zezinho ( www.padrezezinhoscj.com ), que lleva 50 años evangelizando con la música y tiene publicados 130 discos de los que 56 son álbumes de estudio (aquí, el listado de sus discos en Wikipedia).



Zezinho comenzó a componer en 1964, a cantar en actos abiertos en 1967 y grabó su primer disco, "Shalom", en 1969. Fue de los primeros en introducir instrumentos modernos como la guitarra elétrica y la bateria en la música religiosa. El padre Zezinho tiene 72 años y son suyas muchas de las canciones que se cantarán en festivales musicales de la JMJ (en la que actúan 158 bandas en 362 actividades musicales).


Otro modelo, también dehoniano, es Léo Tarcísio Gonçalves Pereira, más conocido como Padre Léo. Murió en 2007, a los 45 años, de cáncer, pero ha dejado un legado muy vivo: siete casas de acogida para drogadictos, alcohólicos, menores abandonados y portadores del virus VIH, organizadas en la comunidad Bethania que él fundó (www.bethania.com.br).



Compuso canciones y también cantaba, pero sus 23 libros llegaron más lejos, al ser siempre libros de ayuda y superación en la fe: "Vivir con VIH", "Curar el resentimiento", "Rezando la vida", "Familias restauradas"...


Está también João Carlos Almeida, Padre Joaozinho, otro dehoniano que lleva 25 años evangelizando con las canciones que compone.



En su blog ( blog.cancaonova.com/padrejoaozinho) anuncia que acaba de escribir un libro con Padre Zezinho sobre música y evangelización (Zezinho lleva el doble, 50 años, con el tema).


Pero no todo son dehonianos: el fundador de la Comunidad Cançao Nova, el padre Jonas Abib, es salesiano. Tiene 77 años. Cançao Nova (www.cancaonova.org) es un movimiento potente de la Renovación Carismática Católica, iniciado en 1971, con comunidades locales, presencia en varios países, misioneros, laicos comprometidos, radio, televisión, productoras, etc... Por sus instalaciones pasan más de 500.000 personas al año para retiros y encuentros de oración.



El padre Jonás (arriba, con su guitarra) ha firmado docenas de libros y más de 20 discos de música. Es una figura clave de la Renovación Carismática, una corriente integrada por diversos movimientos y comunidades, que en Brasil cuenta con casi 22.000 grupos de oración. Unos 12 millones de católicos brasileños se consideran carismáticos.


En este ambiente creció el padre Fábio: "Crecí en un contexto religioso y la figura del sacerdote siempre fue positiva en mi vida. Veía en ellos una persona feliz, realizada, que hacía el bien a los demás. En 1987, fui a conocer el seminario de Labras y decidí continuar". A quien quiera conocerlo mejor, él mismo recomienda especialmente su libro “Quién me secuestró” (Quem me roubou de mim) y su nuevo CD titulado “Estoy aquí”.

Con todo, el número uno en ventas y popularidad es un discípulo espiritual del padre Jonas: el famoso Marcelo Rossi. Su libro Ágape ha vendido 8 millones de ejemplares en Brasil. Sus discos acumulan 12 millones de ejemplares vendidos. Su misa semanal en TV Globo y sus programas diarios en RedeVida Televisao lo mantienen como el cura más conocido de Brasil.



Nació en 1967. Se alejó de la fe en 1984. Después de perder algunos seres queridos, acabados sus estudios de Educación Física, vivió su conversión en encuentros de oración de la Renovación Carismática en 1989. Motivado por una miniserie de TV sobre la vida de Juan Pablo II, entró en el seminario y fue ordenado en 1994. A partir de entonces empezó su fama, ligada a sus misas alegres y sus canciones de alabanza, todas muy cantables. En 2002 recibió el Grammy Latino al mejor álbum cristiano por su CD "Paz".

En ReL entrevistamos al padre Rossi y le preguntamos: "En una escala del 1 al 10, ¿qué importancia cree que tiene la música en la evangelización?"

Su respuesta fue clara: "¡Diez! La música hace participar. Compongo canciones que se puedan cantar, accesibles. Todos mis discos son en directo y la gente canta. Si la gente no canta, entonces sí hay riesgo de caer en el culto al "padre cantante". Los músicos de mi banda, en misa, son voluntarios. Pero en las parroquias podría haber algunos músicos profesionales, para que la misa sea alegre. ¡Que el cura hable menos y que se cante más, que haya más alabanza! La gente quiere esa alegría".


Zezinho, Joaozinho, Jonas Abib, Fábio de Melo, el padre Léo... todos coincidirían con Rossi. Todos son curas que han usado la música para evangelizar y han llegado a multitudes difíciles de imaginar en España. Las han conectado con comunidades, con los sacramentos y con sentido de pertenencia.

El Brasil que recibe peregrinos de la JMJ de todo el mundo tiene mucho que mostrar sobre cómo aplica la petición de Juan Pablo II de evangelizar con "nuevo ardor, nuevos métodos, nueva expresión".