(ReL) Desde que la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica de la Santa Sede decidiera, tras unas graves denuncias, apartar al superior General de Lumen Dei, padre Mahía en mayo de 2008, la vida interna de la asociación en el último año no ha sido un camino de rosas. Fue entonces cuando moseñor Fernando Sebastián, arzobispo emérito de Pamplona, fue nombrado comisario apostólico. Ayer, en una reunión en Roma presidida por el cardenal Rodé, prefecto del dicasterio encargado de velar por el buen funcionamiento de los institutos de vida consagrada y sociedades de vida apostólica, y ante la renuncia de monseñor Sebastián, a quienes los seguidores del padre Mahía no han reconocido la autoridad que le concedió el propio Vaticano, se tomó la decisión de nombrar a monseñor Jesús Sanz, obispo de Huesca-Jaca.