Muchos cristianos de Irak huyeron del país por la persecución de Estado Islámico en 2014, o antes, por la violencia extremista. Ahora las cosas han mejorado, hay más estabilidad y poco a poco empiezan a volver los cristianos que huyeron a Occidente o a otros países araboahablantes.

Sin embargo, muchos no vuelven a sus antiguas casas o a Bagdad, sino que se están afincando en Ankawa, el barrio cristiano de Erbil, la capital del Kurdistán iraquí, donde los cristianos se han esforzado en abrir escuelas y se sienten menos presionados que en otras zonas, aunque la población es de etnia y lengua kurda, mientras que ellos son de lengua árabe.

Se dobla el número de católicos, y llegan otras iglesias

Segun señala el arzobispo católico caldeo de Erbil, Bashar Matti Warda, de 53 años, cuando se expulsó a Estado Islámico en 2017, sólo había unas 2.000 familias católicas en Erbil. Hoy son el doble.

Además, llegan muchos cristianos de otras denominaciones (asirios, siro-ortodoxos, armenios) que antes no vivían en la zona, con lo que, en total, la región de Erbil tiene ahora unas 8.000 familias cristianas sumando las de todas las iglesias.

"Hemos acogido en la zona iglesias que antes no estaban presentes, y por eso hoy en el barrio cristiano de Ankawa conviven la Iglesia asiria, la eparquía católica siria, la eparquía sirio ortodoxa, la Iglesia armenia y la Iglesia latina", detalla el arzobispo caldeo (los caldeos son católicos iraquíes de rito siríaco).

El arzobispo Warda ha explicado la nueva situación durante un viaje por Estados Unidos, donde muchos cristianos se plantean la posibilidad de volver, o al menos de conectar con sus familiares.

A veces las familias cristianas iraquíes en Occidente temen que sus hijos puedan perder la fe en un entorno consumista y descreído, y piensan que puede valer la pena volver a Irak si es en un entorno cristiano, es decir, en el barrio cristiano de Ankawa, haciendo vida entre cristianos, en escuelas cristianas y en parroquias de vida comunitaria intensa.

Una universidad y un hospital católicos, escuelas cristianas...

Una de las novedades en Erbil es que desde 2015 hay allí una universidad católica, la CUE (cue.edu.krd), impulsada precisamente por el arzobispo, en colaboración con las autoridades locales y regionales kurdas. En EEUU, busca alianzas con universidades norteamericanas.

La visita del Papa Francisco en marzo de 2021 también contribuyó a fortalecer la presencia cristiana, dio impulso a los proyectos nuevos y potenció las obras ya existentes. La diócesis cuenta ahora con un hospital católico, cuatro nuevas escuelas católicas, hay una nueva escuela de la Iglesia Ortodoxa Siria... En total, hay 18 instituciones educativas cristianas en Erbil.

Muchos musulmanes envían a sus hijos a estas escuelas cristianas porque aprecian el nivel de la enseñanza y la mentalidad abierta en la que estudiarán.

Según explica el arzobispo desde EEUU, "todos se han dado cuenta de que usar la religión o usar la violencia en nombre de Dios y de la religión es devastador y nos afecta a todos. Por ejemplo, a los 125.000 cristianos desplazados por el ISIS se suman tres millones de sunitas desplazados, por no hablar de los chiítas que mataron. Por lo tanto, hay conciencia contra el uso del nombre de Dios para difundir la violencia", advierte.

El arzobispo cree que el viaje del Papa a Irak ayudó a que se hablara de diálogo y fraternidad. "Los desafíos siguen existiendo. Esperamos que nuestros hermanos y hermanas cristianos [de Occidente] puedan continuar este tipo de ayuda, apoyo y solidaridad para que nosotros podamos seguir adelante", exhortó.