No existen las "misas protesta" pero si existen las "marchas-protesta de vecinos que van hacia a la parroquia a rezar". Y así hay menos posibilidades de que te detenga la policía bielorrusa.

En Bielorrusia siguen las protestas que empezaron con las cuestionadas elecciones del 9 de agosto. Pero desde hace unos días, en vez de grandes manifestaciones (en parte por la policía, en parte por el coronavirus), lo que se organizan son "marchas de vecinos" los domingos. Se realizan en grandes cantidades por todos los barrios, son más tranquilas y la policía, al no poder desplegar agentes por toda la ciudad, interviene menos.

Por chats y redes sociales los vecinos se convocan a "pasear" por el parque, ir a centros comerciales o para acudir a alguna iglesia y rezar juntos. Según recoge la agencia AsiaNews citando al periódico Nasha Niva, este pasado domingo hubo al menos 60 "paseos de vecinos", todos con sus banderas rojas y blancas, insignia de la Bielorrusia libre.

Otras fuentes calculan que pese a todo la policía detuvo a unos 200 "paseantes" en las distintas ciudades.

"Esto es una maratón, responder al mal con bien"

María Kolesnikova es una de las mujeres de la campaña de la "presidenta en el exilio" Svetlana Tikhanovskaya. Kolesnikova lleva tres meses encarcelada en aislamiento, esperando su juicio, aunque a través de su abogado pudo responder a preguntas de los periodistas del canal Dožd. La mujer explicó que las condiciones de su detención, "en general, son lo esperable para una prisión post-soviética; somos tres en una celda para seis, por lo que estamos mejor que muchos otros presos, pero aquí todos son fumadores y yo soy la única que no fuma”.

Según Kolesnikova, "la protesta no se detendrá; a lo sumo se convertirá en otras iniciativas. La violencia no hace más que reforzar el enardecimiento de la sociedad contra el poder, de manera profunda e irreversible... se ha roto la relación de confianza - no sólo con el presidente, sino con todo el sistema estatal - y esto es mucho más peligroso que las manifestaciones callejeras".

Hablando del círculo de poder en torno a Lukašenko, la disidente se refirió a ellos como un "pequeño grupo de estafadores callejeros, mi convicción sobre ello fue aún mayor luego de hablar con ellos. Vi su absoluta falta de profesionalidad, su incapacidad para asumir responsabilidades de verdad y para responder al desafío de los oponentes reales.

María Kolesnikova, desde su celda, está segura "de que el fin de la dictadura llegará, como siempre ocurre, ya que sólo puede terminar con su ruina... no somos una oposición, somos el pueblo bielorruso que ha elegido a otro candidato como presidente". El peor error sería dividir a la gente; debemos vivir juntos en este país, y por difícil que sea, debemos responder al mal con el bien".

Desde su celda, Kolesnikova hace un llamamiento final a todos los bielorrusos: pide “continuar con nuestra victoria, cada uno en la medida de sus posibilidades. Ya sea en prisión, en libertad, en Minsk, en una provincia o en el exterior… esto es una maratón, y quien tenga los nervios más fuertes, ganará. Nosotros no podemos perder, porque en realidad ya hemos ganado”.

Desde el 9 de agosto, unas 20.000 personas han sido detenidas en protestas, y al menos 7 personas han muerto en actos de represión contra las protestas, según BelSat.eu. Al máximo jerarca católico, el arzobispo Kondrusiewicz, bielorruso, no le dejan entrar en el país.

Las parroquias pueden ofrecer protección parcial a los manifestantes, aunque no siempre. En este video de septiembre, la policía se lleva a unas mujeres que se manifestaban con flores blancas ante la parroquia católica de los Santos Simeón y Helena, a pesar de que ellas intentaron refugiarse en el templo.

Nueve de cada diez ciudadanos se declaran cristianos

Según una encuesta oficial de 2017, casi todos los bielorrusos (91%), declaran ser cristianos. Pese a décadas de dictadura comunista, la población que declara no tener religión es de apenas un 8%, y en las regiones fronterizas con Polonia y Ucrania, apenas un 3%. Los cristianos ortodoxos son un 83% de la población, y los católicos son un 7%.

Según esta encuesta, en la región de Grodno (frontera con Polonia), los católicos son un tercio de la población, pero las cifras internas de la Iglesia dicen que son un 54%. Al menos uno de cada cuatro católicos son de etnia polaca.

La Iglesia católica en Bielorrusia cuenta con 4 diócesis: Minsk (con unos 600.000 fieles, el 14% de la población), Pinsk (con apenas 40.000, un 1,4%), Vitebsk (con 170.000 católicos, un 12%) y Grodno, con 570.000 católicos, un 54% de la población (está en la frontera con Polonia y Lituania, dos países de amplia mayoría católica).

Análisis de las protestas por barrios en Belsat.eu