El Foro Español de la Familia, las asociaciones de familias numerosas y entidades profamilia como NEOS habían criticado duramente la ideologizada Ley de Familias que preparaba el Gobierno de Pedro Sánchez y más en concreto, Ione Belarra, de Podemos, desde 2021 ministra de Derechos Sociales.

Las familias numerosas recogieron decenas de miles de firmas contra esa ley y contactaron con otros partidos para enmendarla.

Pero ahora se constata que esa ley no llegará a aprobarse, debido a la convocatoria de elecciones que ha proclamado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al día siguiente de conocer los resultados de las elecciones locales y autonómicas, en las que PSOE y Podemos han obtenido malos resultados.

Sánchez ha convocado elecciones para el 23 de julio, y los partidos sólo tienen hasta el 9 de junio para formar coaliciones (deben presentar listas el 19 de junio).

La convocatoria de elecciones implica la disolución de Las Cortes y la imposibilidad de que se aprueben proyectos legislativos. Todos esos proyectos quedan en un cajón y su tramitación ha de empezar de nuevo desde cero en la próxima legislatura... si consiguen mayorías suficientes para impulsarlos.

Una ley ideologizada y contra los padres

La Ley de Familias ya había sido aprobada en segunda vuelta en el Consejo de Ministros en marzo y ya se había iniciado su tramitación en el Congreso.

En esta Ley de Familias la palabra "género" aparecía 87 veces, y LGTBI aparecía 14 veces. "El avance del feminismo, de los derechos LGTBI o la creciente demanda de cuidados por el progresivo envejecimiento de la población constituyen cambios significativos que ponen de manifiesto nuevas demandas a las que el legislador debe dar respuesta", se leía en la propuesta (aquí en PDF).

En su artículo 24.3 la norma quería prohibir a los padres que protegieran a sus hijos de sesiones de adoctrinamiento en ideologías de género y otras: "Los progenitores o adultos responsables no podrán limitar o impedir el acceso de niñas, niños y adolescentes a la información y su participación en actividades de sensibilización y difusión de la diversidad familiar que se desarrollen en el marco educativo, a fin de evitar una restricción de sus derechos a la educación y al libre desarrollo de su personalidad".

La norma hablaba de familias "monomarentales" (palabra ideológica, etimológicamente absurda y criticada por lingüistas) que equiparaba a familias numerosas, multiplicaba los "tipos de familias", invisibilizaba en la legislación a las familias numerosas como tales (que son unas 750.000 familias en España) y proponía cheques de 100 euros para madres de niños de 0 a 3 años (hasta ahora se dan solo a madres trabajadoras; el proyecto hablaba de entregarlo también a madres en paro).

72.000 firmas contra la ley

La Federación Española de Familias Numerosas (FEFN) entregó en el Congreso a inicios de mayo 72.000 firmas contra la ley, especialmente contra la eliminación del título de familias numerosas (que pasaba a llamarse "familias con mayores necesidades de apoyo a la crianza").

La Federación Española de Familias Numerosas entregó en el Congreso más de 70.000 firmas contra la Ley de Familias. Con la convocatoria de elecciones, esa ley no llegará a ver la luz.

El presidente de la FEFN, José Manuel Trigo, denunciaba: "Dicen que no quieren etiquetas y por ello eliminan nuestro título, pero a la vez hablan de un montón de realidades familiares a las que han puesto nombre. Eliminan el carné de familia numerosa, pero crean otros carnés, como el de familia monoparental que, por cierto, ya existe en varias comunidades autónomas, lo que supone que en algunos sitios estará duplicado”, añade Trigo.

La FEFN visitó a distintos partidos para hablar de este tema: VOX, PNV y PdeCat presentaron enmiendas a la totalidad; ERC y PP anunciaron que que presentarían enmiendas parciales sobre diversas cuestiones, entre ellas, la referida al título de familia numerosa.

Otras leyes de Podemos y PSOE que no se aprobarán

Otras leyes que PSOE y Podemos tramitaban quedan también bloqueadas o simplemente desaparecen hasta que tome forma el nuevo poder legislativo.

Entre esas normas que no se aprobarán ya está la 'Ley del cine y la cultura audiovisual' (buscaba, entre otras cosas, "el fomento de la igualdad de género"), la 'Ley del desperdicio alimentario', la 'Ley de enseñanzas artísticas', la 'Ley de bomberos forestales', la 'Ley de movilidad sostenible', la 'Ley de función pública', la 'Ley del defensor del cliente financiero', la regulación del 'cannabis medicinal', las ayudas a agricultores por la sequía y los descuentos de trenes y bus para jóvenes.

Aunque ha habido peticiones insistentes a favor de una ley para enfermos de ELA o una de cuidados paliativos, nada de eso llegó a tramitarse, contrastando con la velocidad con la que se aprobó la Ley de Eutanasia en plena pandemia.