Alfonso Esponera, catedrático emérito de Historia de la Iglesia de la Facultad de Teología de Valencia, ha publicado en esta institución el libro Jalones de la historia del pensamiento cristiano en Valencia desde el siglo XIII al XX.

Por sus páginas, comenta un artículo en Las Provincias, desfilan grandes personalidades que han marcado el pensamiento cristiano valenciano: Francesc Eixemenis, san Vicente Ferrer, Juan Luis Vives, el Patriarca Ribera, santo Tomás de Villanueva o sor Isabel de Villena, entre muchos otros...

Hay un siglo de oro teológico y filosófico en la Edad media, entre el siglo XIX y el XVI. En el siglo XVIII destaca Gregorio Mayans, uno de los grandes de la Ilustración española. En el siglo XIX y XX también aparecen figuras como los hermanos Villanueva o el arzobispo Monescillo, aunque ya a un nivel más local.

El profesor Esponera destaca que en estos 8 siglos la ortodoxia doctrinal fue casi completa. «Hubo algún heterodoxo, pero fueron muy contados y no tuvieron prácticamente influencia», recalca.

No solo clérigos, también laicos

El historiador destaca el papel jugado por los laicos, incluso en la Edad Media y el Renacimiento. «El pensamiento cristiano valenciano no es sólo de los religiosos». Juan Luis Vives, Gregorio Mayans o Ausiàs March, lo ejemplifican.

Sobre San Vicente Ferrer, cuyo aniversario se celebra este año en Valencia, «su pensamiento es el de un predicador popular de la baja Edad Media», resalta Esponera que explica que, en consecuencia, transmite ideas claras y sencillas, al alcance de sus oyentes. Sus escritos, entre los que se encuentra el 'Tratado de la vida espiritual', muy difundido en su momento, están escritos en latín bajomedieval. Esponera apunta que sus sermones, «muestran que tiene un sólido pensamiento tomista, escolástico. ¿Tiene validez universal hoy en día?. No soy yo quien tiene que decirlo».

Otro autor interesante es Juan Luis Vives, uno de los grandes pensadores cristianos de la primera mitad del siglo XVI que se cartea con primeras espadas del momento
como Erasmo o Tomás Moro. Pero salió de Valencia muy joven. Nunca volvió y su familia fue perseguida por la Inquisición.

Obispos santos para aplicar Trento

Santo Tomás de Villanueva (1486-1555) y san Juan de Ribera (1532-1611), ambos arzobispos de Valencia, tuvieron un papel central en la difusión del Concilio de Trento en tierras valencianas. Su actuación fue clave en la formación del clero, ya que promovieron los primeros seminarios (el de la Inmaculada y el Corpus Christi, respectivamente).

Gregorio Mayans marca otros hito no sólo en Valencia sino también en España. Sus aportaciones son fundamentales para la historia crítica y es autor, además, de un breve tratado sobre la fe cristiana.

El libro de Esponera señala que Valencia permaneció al margen de las corrientes teológicas europeas de la primera mitad del siglo XX que influyeron en el Vaticano II. Los obispos valencianos, al igual que otros prelados españoles, no enviaban a los sacerdotes a estudiar a Europa. Esta práctica no se difundió hasta después de este concilio.

En cambio, destaca el fenómeno del catolicismo social impulsado a fines del XIX y principios del XX en la diócesis por el Pare Pere, así como la renovación del tomismo que llevaron a cabo los dominicos. También de esta época son los canónigos de la catedral Roc Chabàs y José Sanchis Sivera.