La película Espacio Interior, del director mexicano Kai Parlange, llega este viernes 6 de noviembre a los cines españoles para contar la historia de Bosco Gutiérrez, un arquitecto mexicano que fue secuestrado en 1990, permaneció durante más de nueve meses en un zulo de 3 por 1,50 metros y gracias a su fe y confianza en Dios pudo sobrevivir y escapar.

El protagonista, que en la película se llama Laszlo, es interpretado por Kuno Becker, que ganó con este papel extremo el premio a Mejor Actor del Festival Internacional de Guadalajara 2013. ReL entrevista a Kai Parlange, el director, acerca de los elementos espirituales y retos artísticos de la película.


- Fue todo un reto. Yo había hecho unos vídeos de publicidad con él y un día me contó su historia. Esa historia me cambió. Era la historia de un hombre que renacía, que salía de una situación límite. Me conmovió y decidí hacer una película. Le dije que quería tomar un café con él, y con Carlos Corral, mi productor. Le dijimos: “queremos hacer una película”. Nos decía: “no, no me interesa, ya he dado mi testimonio y eso es suficiente”. Le dijimos: “Déjanos escribir una sinopsis de la historia, a ver qué te parece”. Dijo: “Bueno, eso sí”. La leyó y le gustó. Luego le pedimos permiso para escribir 5 escenas, y luego 10, 15, 20… Le visitabamos casi cada día. Ya nos dejaba su diario personal, que salvó despues de su rescate. Eran 700 hojas en letra pequeñita. En 2 años, tras 17 tratamientos de guión, ya la teníamos escrita, creamos la sociedad para filmarla y ahí está.



- Es para mayores de 12 años. Está pensada para todos los públicos mayores de esa edad. La violencia está medida, bien tratada. Se ha usado la película en colegios de secundaria en México. Allí fue la quinta más taquillera del año.

- En la película hay muchos elementos espirituales, y no ha habido críticas contra eso. Es una historia tan humana… Es un hombre encerrado, desnudo, en condiciones indignas, fuera de sí por el pánico… Lo ves hincarse a rezar y no te parece extraño, dices: “yo también lo haría”. La fe es la herramienta más importante que utiliza para sobrevivir. Se salva porque entendió que su vida estaba en manos de Dios, y no de los secuestradores. Un secuestrador le preguntó mediante una nota: ¿de donde sacas tanta fortaleza? Y él respondió: “no tengo miedo porque sé que no viviré ni un minuto más ni menos de lo que Dios diga. Es Dios quien tiene poder sobre mí, por eso estoy tranquilo”. Esa es una fe que todos entenderán.


- Yo soy hombre de fe. Soy católico. Voy a misa los domingos.

- Creo que la gente está muy perdida, busca sentido a la vida, y este tipo de historias de superación tiene un papel importante en eso.



- Hay algunos momentos que hemos buscado narrativamente, sí. Cuando Kuno está tirado en el piso, en posición fetal, es como un vientre uterino…. para luego renacer. Y la escena con los brazos abiertos es una rima visual a momentos de la Pasión, de lo que vivió Jesús, porque Bosco se sentía cercano a lo que pasó Jesús.

- Lo recogemos. La película es una transcripción muy cercana de los momentos mas importantes que vivió Bosco. En ese momento está angustiado por la violencia con que lo han secuestrado. Se siente traidor, deja de comer, está al borde de la muerte… Y entonces le ofrecen un whisky. Y mientras lo saborea decide ofrendarle el whisky a Dios. “Dios, yo te ofrezco este whisky”. Y ese es el comienzo de su viaje espiritual y de superacion personal, cuando entiende que, incluso preso, puede decidir cómo vivir cada segundo del secuestro.




- Ese es el gran reto de esta película. Le hemos dedicado mucho tiempo a pensar como filmar esas vivencias internas, profundas, con gestos y acciones.


- Para mí es una de las escenas más importantes a nivel espiritual. Él decide evangelizar. Quiere vivir como vivió Jesús, quiere invitarlos a orar. Hay que elegir muy bien el diálogo. Dice: “gracias por venir, esta noche es Nochebuena, y no hay secuestradores ni secuestrados”. Reza. Y ellos le dan la mano. Es una escena poderosísima.

- Kuno ha trabajado mucho en mesa conmigo y ha tenido varias sesiones con Bosco, ellos dos juntos, a veces solos, a veces conmigo también. Kuno decidió quedarse en el set ya construido del zulo y pasar 24 horas él solo, encerrado allí, en los estudios, un fin de semana, para sentir cómo se vive un aislamiento así. Bajó 14 kg de peso para lograr esa pérdida de peso, dejó de tomar el sol para lograr la palidez adecuada… Es un gran trabajo.