Se estrena esta semana en España El latido del Cielo, una película de fe con dos grandes partes: en la primera se exploran milagros eucarísticos recientes, reconocidos por la Iglesia, hablando con los científicos que los investigaron y los religiosos que fueron testigos. En la segunda parte, se profundiza en la figura del joven beato Carlo Acutis, muerto en su adolescencia, que investigó esos milagros y los integró como parte de su devoción a la Eucaristía.

Es la segunda película que la familia Zavala impulsa este año sobre Carlo Acutis, después de "El Cielo no puede esperar". Esta parece dar por supuesto que el espectador ya conoce bastante del joven beato, y entra directamente a su abordar los milagros y la espiritualidad del joven. Tanto la música como, sobre todo, la fotografía, son en esta entrega mejores que en el filme anterior, con un esfuerzo de trabajar con colores cálidos.

Un tejido rojo que es del corazón

Entre las novedades más sorprendentes para los que vieron la película anterior, está la presencia del padre de Carlo, que habitualmente evitaba mostrarse en reportajes o documentales. Aquí nos habla con naturalidad y buena argumentación sobre la fe de su hijo. También se nos presenta a los hermanos gemelos de Carlo, que nacieron varios años tras su muerte, tras mucha oración de su madre.

Periodísticamente, lo más interesante es el primer tercio dedicado a la investigación de milagros sucedidos en pleno siglo XXI. Asombra al espectador escuchar a los sacerdotes testigos de Hostias incorruptas o sangrantes en Sokolka (en 2008) y Lednica (2013), en Polonia, o Tixtla (2006), en México, milagros aprobados en época de iPhones y redes.

Impresiona aún más cuando los que hablan son científicos laicos, biólogos, cardiólogos, que establecen que ese extraño tejido rojo es tejido del corazón, a veces aún vivo, otras con signos de haber sufrido una gran tortura.

También aparece el padre de Carlo, que habitualmente no suele hacerlo ante las cámaras.

La película empieza con imágenes bien resueltas de Cristo sufriendo en la Cruz, ni escabrosas ni edulcoradas. Es un punto cristocéntrico necesario en una historia que luego busca mostrar a Dios en los milagros y en el joven beato. "La Escritura nos habla más de mil veces del corazón", explican en Legnica.

Otro acierto del filme es el uso de dibujados animados bien documentados para intentar reflejar fielmente los hechos. Buena parte de la credibilidad lo dan los testigos que hablan en primera persona ("me trajeron ese tejido y me asombró ver que era de corazón humano"), pero el uso de dibujos animados permite mostrar las escenas de forma analítica y detallada.

Espiritualmente, la película es, por supuesto, edificante a varios niveles. Por ejemplo, con los sacerdotes que paciente y disciplinadamente mantuvieron el secreto sobre los fenómenos hasta que la Iglesia permitió divulgarlos. Se sintieron abrumados y llamados a admirar mucho más el misterio de la Eucaristía, y los sacramentos que se entrelazan con él, como el del perdón y el bautismo.

Conexión de Carlo con Fátima

El sacerdote de Tixtla explica que cuando supo del milagro y vio las formas manchadas en rojo, no le impresionó mucho: se impresionó cuando seis años después estaban más frescas y rojas que antes, además de confirmarse la investigación média. También edifica la religiosa sacristana polaca que habla con naturalidad de su hallazgo y su gran intimidad y cercanía con Dios, mostrada en su oración, sentada en el suelo ante el Sagrario.

Pero pasado un tercio del metraje, la película salta a hablar de Carlo Acutis. Su madre explica que él arrastraba a la familia a viajar a lugares de milagros eucarísticos para hacer fotos e incorporar datos en su investigación-exposición sobre milagros.

Periodísticamente, lo más interesante es el primer tercio dedicado a la investigación de milagros sucedidos en pleno siglo XXI.

Nos acerca mucho a Carlo su prima Andrea Acutis, que jugaba con él de niño, y uno de sus amigos de infancia. Al amigo le hacía trabajos del colegio, porque se le daban muy bien los estudios. A ella se la llevaba a misa diaria si el lugar de veraneo se lo permitía (por ejemplo, en Asís). A todos buscaba expresar amistad con regalos, aunque fueran simplemente vídeos divertidos.

El filme dedica también un rato a explicar la conexión de Carlo con Fátima, santuario que visitó, y su devoción por los pastorcillos (más sobre esto aquí). Decía que Fátima era una catequesis en 360º por cubrirlo todo: el cielo, el infierno, la confesión, la santidad... la película ilustra la aparición del ángel a los pastorcillos en 1916 y la visión mística de Sor Lucia de una cascada de misericordia y gracia junto a Cristo crucificado. La madre de Carlo comenta acerca de las visiones sobre Fátima de su propio hijo, que la película no profundiza, pero que comenta en sus libros recientes.

También nos acerca a su figura el testimonio del párroco de la familia, que desde que llegó a la parroquia entendió que tenía una devoción grande. Asegura, curiosamente, que todo en Carlo era laical, no tenía vocación sacerdotal, sólo ganas de ir al Cielo y acercar a muchos. Su padre detalla que hablaba con claridad de su fe, no escondía su postura en temas controvertidos, pero tampoco hablaba sobre ello si el tema no surgía.

Carlo proclamó, y es una de sus frases más citadas, que "la Eucaristía es mi autopista al Cielo, el modo más rápido y seguro". También hablaba de hacerse ligero, librarse del pecado como un globo se libera de lastre, para ascender, algo que la película muestra eficazmente con un enorme globo aerostático de colores.

No hay duda de que la película ayudará a muchos jóvenes, y no tan jóvenes, a profundizar en su devoción eucarística, y empezar esa elevación hacia el Cielo.

Puedes ver aquí el tráiler oficial de 'El latido del cielo'.

Antonia Salzano, madre de Carlo, en Madrid

Antonia Salzano, la madre del Beato Carlo Acutis, estará presente en Madrid en cuatro pases de la película sobre su hijo El latido del Cielo, dirigida por José María Zavala y Borja Zavala.

Será en los siguientes días y salas:

Viernes, 17 de diciembre, 18.00 horas: Cine Paz

Viernes, 17 de diciembre, 20.00 horas: Palacio de la Prensa

Sábado, 18 de noviembre, 11.30 horas: Cines Verdi

Domingo, 18 de noviembre, 11.30 horas: Cines Verdi