Año del Señor 2022
7 de julio
 
Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.
 
“LO QUE HICISTEIS A UNO DE ÉSTOS MIS HUMILDES, A MÍ LO HABÉIS HECHO”
 
                  “Cuentan de un sabio que un día, tan pobre y mísero estaba,
                   que sólo se sustentaba de las hierbas que cogía.
                   ¿Habrá otro entre sí decía, más pobre y triste que yo?
                   Y cuando el rostro volvió, halló la respuesta viendo que,
                   otro sabio iba cogiendo, las hierbas que él arrojó”
 
Me levanté por la mañana y como es mi costumbre me fui a duchar.
Al despertar, notaba que me dolían todos los huesos porque el día anterior había salido a trabajar a la huerta, quitando hierbas, etc. 
 
Y pensaba: “Seguro que ninguna hermana se ha levantado hoy tan dolorida como estoy yo”. Pero al salir de la celda, en el pasillo, me abordó una hermana que estaba muy apurada: “¡Por favor, búscame las gafas en mi celda, las he extraviado y no veo nada para encontrarlas! ¡Pero dúchate primero y después vienes a buscármelas!”.
 
Esta hermana tiene muy mala vista y no me extrañaba que no diera con ellas. Y pensé: “Los pobres no admiten demora”, hay que auxiliarles, “ya y ahora”. Y me dirigí con ella a su celda. Después de dar unas pocas vueltas: ¡¡Aquí están!!, le dije y se puso muy contenta…
 
Este episodio me hizo orar vivamente a Dios desde que me levanté. Jesús ya nos dijo: “A los pobres los tendréis siempre con vosotros”, ¡Y a la puerta! No imaginaba que el Señor me iba a responder tan rápidamente y con tanta claridad: mis molestias eran nada comparadas a esta necesidad imperiosa de mi hermana. 
 
Siempre, nuestras molestias tienen respuesta en el entorno en que vivimos, porque, si miro bien, descubriré un hermano más enfermo, más dolorido y hasta más apenado y triste que yo.
 
Jesús tenía un arte especial para descubrir a los necesitados a su alrededor y muchas veces sin que le formularan la petición, como aquella mujer que, le tocó por detrás el manto para ser curada de su flujo de sangre. Y Jesús dijo: “¿Quién me ha tocado?”: ¡Sintió que estaba curando a alguien!
 
Hoy, el reto del amor es, desde mi debilidad, descubrir donde está mi hermano necesitado de una palabra o de un servicio y dar gracias a Dios porque con Jesús somos también nosotros “médicos desde su gracia”.
 
VIVE DE CRISTO
 
 
¡Feliz día!
 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

Prohibido cualquier reproducción para uso comercial. Solo se permite un uso para actividades de evangelización siempre que se publiquen sin ningún tipo de modificación.