Año del Señor 2022
12 de abril 
 
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día. 
 
PROTECCIÓN TOTAL 
 
Bajaba la escalera cargada con un montón de ropa de abrigo. Había cogido todo deprisa y sin colocar, y lo llevaba de malas maneras, tratando de no perder nada por el camino. 
 
Al llegar abajo, justo al pie de la escalera, encontré una caja enorme. ¡Era mi oportunidad! Dejé caer toda la ropa sobre la caja, con intención de aprovechar la “mesa improvisada” para colocar un poco toda la carga. 
 
Tan solo cometí un error: dejé mi tableta al lado del montón de ropa. Evidentemente la “mesa” no era muy estable y, en uno de mis movimientos… ¡¡la tableta se fue al suelo!! ¡¡Mi herramienta de trabajo!! 
 
Al borde del infarto, la recogí… comprobé que la funda se había partido… contuve la respiración mientras apretaba el botón de desbloquear y… ¡¡¡funcionaba estupendamente!!! ¡Ni un solo rasguño! 
 
¡Cómo me impresionó esto! Y, al instante, esa funda partida comenzó a señalarme el misterio que vamos a vivir… 
 
Porque esto es lo que sucede en la Pasión de Cristo. Él es la funda rígida… que se deja partir para que nada te rompa a ti. 
 
Tal vez sientas muchos golpes, quizá experimentas que la vida “te tira al suelo”, hay momentos en que “caemos de la mesa”… Es verdad. La funda no evitó la caída de mi tableta. Pero estaba ahí, cayendo con ella. Poniéndose delante para frenar el golpe. Quebrándose para que ella saliese ilesa. 
 
Cristo ha tomado todo lo que te pesa, todo lo que te hiere. No se aparta, sino que sufre cuando te ve llorar. Y te ama tanto… que abraza la peor de las muertes por darte vida. Para ponerte de nuevo en pie. Para que sigas caminando. Porque tú vales para Él mucho más de lo que te atreves a imaginar. 
 
Estos días, la Iglesia nos invita a contemplar cómo Cristo se quiebra del todo, por ti, por mí… sin medida. Vales hasta la última gota de su sangre. No fueron los clavos, sino el amor, lo que mantuvo a Cristo unido a la cruz. 
 
Si seguimos en pie… es por Él. 
 
Hoy el reto del amor es dar gracias al Señor por poder celebrar estos días santos. Dale gracias porque Él no se ha apartado, sino que ha querido vivir contigo cada sufrimiento, cada dificultad… porque Él, tantas veces, te ha protegido sin que quizá te hayas dado cuenta. Tal vez aún no lo veas, pero créeme: Él frena tus golpes, es tu Escudo… tu Vida. 
 
VIVE DE CRISTO
 
¡Feliz día!
 
 
 
©Producciones es El- Vive de Cristo (Dominicas Lerma)

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