Citado como referencia en numerosas otras obras, un detallado estudio publicado en 1961 por Antonio Montero Moreno,​ identificó a un total de 6832 víctimas religiosas asesinadas en el territorio republicano, de las cuales 12 eran obispos (más un administrador apostólico), 4.184 sacerdotes, 2.365 religiosos y 283 religiosas. Alguna de estas cifras ha sido modificada (siempre al alza) en los estudios posteriores.

De este total catorce son mártires de otros países: 8 colombianos, 2 uruguayas, 2 mexicanos, 1 cuba, 1 argentino.

1.- Nacidos en COLOMBIA

Mártires hospitalarios (beatificados en 1992)

Se conoce con el nombre de mártires colombianos de la Orden Hospitalaria a siete religiosos de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios nacidos en Colombia, y asesinados en España, el 9 de agosto de 1936, durante la guerra civil del siglo XX. Los religiosos hacían parte de la comunidad de Ciempozuelos (Madrid) y fueron beatificados por el papa Juan Pablo II el 25 de octubre de 1992 [junto a 64 compañeros], convirtiéndose en los primeros beatos colombianos de la Iglesia católica.

Los religiosos pertenecían a familias campesinas católicas de diversas regiones de Colombia. Habían ingresado a la Orden Hospitalaria con la intención de dedicarse a las labores de enfermería y fueron enviados a España para profundizar sus estudios en este campo y en la formación religiosa.

Al momento de estallar la guerra en España, los jóvenes pertenecían a la comunidad de Ciempozuelos en Madrid [Sus fotos aparecieron publicadas en El Espectador (de Bogotá) el 13 de agosto de 1936].

Rubén de Jesús López Aguilar nació en el municipio de Concepción (Antioquia) el 12 de abril de 1908. Ingresó a la Orden Hospitalaria, donde profesó el 27 de marzo de 1932. Trabajó en el hospital de Pasto, atendiendo a los soldados heridos en guerra, y luego en 1934 fue trasladado a la comunidad de Ciempozuelos (Madrid - España).

Arturo Ayala Niño nació en el municipio de Paipa (Boyacá), el 7 de abril de 1909. Ingresó a los hospitalarios de San Juan de Dios a los 19 años. Fue miembro de las comunidades de Ciempozuelos (Madrid - España) y de Málaga (España).

Juan Bautista Velázquez Peláez nació en Jardín el 9 de julio de 1909. Ejerció como profesor antes de entrar a la Orden de los hospitalarios en 1932. Emitió sus votos religiosos el 24 de septiembre de 1933. En 1934 fue trasladado a España, donde formó parte de las comunidades de Córdoba, Granada y Ciempozuelos.

Eugenio Ramírez Salazar nació en La Ceja (Antioquia) el 2 de septiembre de 1913. Hizo sus votos religiosos el 24 de septiembre de 1933. Fue trasladado a España en 1935 para profundizar sus estudios de enfermería. Formaba parte de la comunidad de Ciempozuelos.

Esteban Maya Gutiérrez nació en Pácora (Caldas) el 19 de marzo de 1907. Hizo sus votos religiosos el 24 de septiembre de 1933. Fue trasladado a Ciempozuelos (España) en 1935.

Melquíadez Ramírez Zuloaga nació en Sonsón (Antioquia) el 13 de febrero de 1909. Profesó el 25 de diciembre de 1934. Fue trasladado a España en 1935 a la comunidad de Ciempozuelos.

Gaspar Páez Perdomo nació en la vereda de La Unión, municipio de Aipe (Huila), el 15 de junio de 1913. El 6 de enero de 1935 profesó sus votos solemnes. Igual que los anteriores fue trasladado a la comunidad de Ciempozuelos (España).

En julio de 1936 con el estallido de la revolución, el terror se apoderó en Ciempozuelos, pueblo donde se encontraban los frailes colombianos como miembros de la comunidad hospitalaria que se encargaba del tanatorio. Los militares cercaron un perímetro al rededor del hospital mental, con el fin de que ninguno de los religiosos escapara. El 31 de julio el gobierno de Madrid incautó el tanatorio y el Ayuntamiento de Ciempozuelos dispuso la suspensión del culto y todo símbolo religioso, aunque permitieron que los hospitalarios continuaran con la atención de los enfermos.

En cuanto a los colombianos, sus superiores hicieron todo lo posible para que los jóvenes fuesen trasladados a su patria natal. Tramitaron con la embajada de Colombia en Madrid unas garantías diplomáticas para que los muchachos pudieran salir de España sin daño alguno. Al lograr el objetivo los religiosos salieron el 7 de agosto desde la estación del tren de Madrid hacia Barcelona, acompañados por un oficial de la embajada. En Barcelona los esperaba el cónsul de Colombia Ignacio Ortiz Lozano.

Antes de llegar al destino los religiosos fueron arrestados y les encarcelaron en la prisión de la calle Balmes. El cónsul se quejó de lo sucedido pero no pudo hacer nada para ver a los prisioneros. La madrugada del 9 de agosto los jóvenes fueron asesinados a tiros por los milicianos. El cónsul consiguió que le permitieran reconocer los cuerpos y les fotografió. Sus cuerpos fueron sepultados en una fosa común, lo que no ha permitido la identificación de los mismos.

Beato Jesús Aníbal Gómez, claretiano (beatificado en 2013)

Uno de los 522 mártires beatificados el 13 de octubre de 2013 en Tarragona. Entre ese grupo inmenso de personas que dieron su vida por la fe que profesaban y no titubearon en ningún momento de renunciar a ella se encontraba un joven antioqueño, Jesús Aníbal Gómez Gómez.

Nació en Tarso, Antioquia (Colombia) el 13 de junio de 1914. Desde muy pequeño descubrió su vocación al servicio. Sus primeros años fueron enardecidos por el fuego de la fe que lo llevó a ingresar al seminario de los claretianos a los 11 años.

Creció con la certeza de su vocación al sacerdocio. Desde niño quiso servir a Cristo, siendo misionero. A los 16 años, profesó como religioso en la congregación de los misioneros claretianos. En 1935, con el deseo de continuar su formación teológica para ser ordenado prontamente sacerdote, viajó a Madrid. Cuenta el P. Orlando Hoyos, promotor de su causa, que estando en España, muchos le preguntaban si había venido desde muy lejos sólo para hacerse sacerdote y él respondía con alegría y satisfacción: ¡A mucho honor!

Jesús Aníbal, se preparaba junto a otros 13 compañeros misioneros para recibir el orden sacerdotal. Estando en Ciudad Real, fue como muchos otros religiosos perseguidos a causa de su fe. Este joven colombiano, junto con sus 13 compañeros españoles por orden de su superior, salió de su casa, con intención de regresar a Madrid para continuar su formación y “salvar” su vida. Habían conseguido los respectivos salvoconductos pero, estando ya empezando el viaje, unos soldados los reconocieron y gritaron: ¡Son frailes, no los dejen subir! ¡Matadlos!

Estos jóvenes sabiendo de su futuro próximo, sin temor empezaron a gritar ¡Viva Cristo Rey!¡Viva España!¡Viva el Corazón de María!, siendo estas sus últimas palabras fueron fusilados y frente a la frialdad de sus asesinos quedaron sus cuerpos tirados mientras el tren continuaba su recorrido. Jesús Aníbal Gómez, murió a los 22 años de edad.

 Beato Jesús Aníbal Gómez, de Colombia - ReL (religionenlibertad.com)

 

2.- Nacidas en URUGUAY

Beatas Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz (beatificadas en 2001)

Dolores y Consuelo Aguiar-Mella Díaz, eran dos ciudadanas uruguayas, hermanas de Teófilo Aguiar-Mella, vicecónsul honorario de Uruguay. Fueron asesinadas por la milicia comunista, lo que supuso la ruptura de relaciones diplomáticas del Uruguay con España en 1936. Fueron beatificadas el domingo 11 de marzo de 2001 por el Papa Juan Pablo II.

Proclamada la República el 14 de abril de 1931, sus repercusiones fueron muy grandes en Madrid, capital de la nación, y su signo antirreligioso se puso pronto de manifiesto en revueltas callejeras, quema de iglesias y conventos, dispersión temporal de las comunidades religiosas y toda clase de atropellos. Ambas jóvenes mantuvieron una postura serena y tranquila ante aquella situación confusa y antirreligiosa, mostrando una posición firme y decidida en defensa de su fe y de sus principios cristianos.

[Sobre estas líneas Dolores y Consuelo Aguiar-Mella, a sus 29 y 25 años de edad, respectivamente - Montevideo Portal].

Desde el comienzo, Dolores fue punto de mira de los milicianos por su fe y adhesión a las religiosas. Parece que intentaban detenerla el 12 de setiembre cuando se presentaron preguntando por ella y no la encontraron. Pero lo hicieron el sábado siguiente, 19 de setiembre de 1936.

En declaración firmada en Montevideo, Valentina Serrano, viuda de Teófilo Aguiar-Mella, que fue quien encontró los cadáveres, dijo: “Viviendo en Madrid, durante la guerra civil en el año 1936, unos milicianos detuvieron a una hermana de mi marido, llamada Dolores, que vivía con las religiosas Escolapias… Mi esposo, que era vicecónsul honorario del Uruguay, hizo todas las gestiones para encontrarla. A Dolores se la habían llevado detenida a las 9 de la mañana en el momento que cruzaba la calle para llevar a otro grupo de hermanas, la leche que necesitaban. Al mediodía, llegó un miliciano con un papel escrito por Dolores, en el que pedía que fuera María de la Yglesia, superiora de las Escolapias, acompañada de otra persona, para declarar. En aquellos momentos, María de la Yglesia vivía en la calle Evaristo San Miguel con varias religiosas. Hacia allí se dirigió mi cuñada, Consuelo, diciéndole que por tener documentación uruguaya se sentirían más seguras”.

El 20 de setiembre Valentina Serrano encontró los cadáveres de sus cuñadas Dolores y Consuelo y de María de la Yglesia, en el depósito municipal de difuntos. La detención y muerte de Dolores y Consuelo tuvo amplio eco en la radio y en la prensa española y de todo el mundo, sobre todo en Uruguay. El hecho causó la ruptura de relaciones diplomáticas de Uruguay con España. Todos lo calificaron de verdadero martirio. El diario El País de Montevideo cuenta que la mañana del sábado 19 de setiembre de 1936, Dolores salió a comprar leche. Vivía con ocho monjas escolapias, que se habían refugiado de la persecución republicana en un apartamento a una cuadra de la Puerta del Sol, Madrid. De regreso, fue interceptada por cinco milicianos que se la llevaron, pese a que ella traía brazalete diplomático de Uruguay. Informaba también que su hermano Teófilo las buscaba sin éxito. Al otro día, encontraron los cuerpos en la morgue del depósito municipal. Las dos hermanas tenían el rostro desfigurado y las reconocieron por los vestidos y el brazalete diplomático.

Fusilaron en Madrid a distinguidas compatriotas, las Señoritas Aguiar”. Así tituló El País su crónica sobre el tema, el 23 de setiembre de 1936. El texto aseguraba que los milicianos que secuestraron a Dolores “disponían de dos automóviles con los emblemas de la Federación Anarquista Internacional”. El diario El Mundo de Puerto Rico dijo que los captores vestían “overall y lucían pañuelos rojos atados al cuello”. Y señaló que un miliciano le confesó a Teófilo que sus hermanas “fueron llevadas de paseo, lo que bajo la situación reinante en Madrid implica que fueron ejecutadas”.

El escritor e historiador español César Vidal cuenta este caso en su libro, Las checas de Madrid (Planeta, 2007) donde relata que la violencia del Frente Popular contra los diplomáticos que intentaban paliar los efectos del terror revistió características especialmente repugnantes. Tal fue el caso de la descargada sobre la legación de Uruguay en Madrid y secuestro de las hermanas del vicecónsul junto a la madre superiora de las Escolapias. Los milicianos procedieron tras el rapto de las jóvenes a violarlas y asesinarlas. Vidal refiere que el triple asesinato acompañado de violación era una obvia advertencia del Frente Popular, que prohibió enviar despachos a los corresponsales extranjeros narrando lo sucedido. La respuesta, plenamente justificada, de Uruguay consistió en romper relaciones diplomáticas con la España del Frente Popular.

Texto de Radio Vaticana.

QUERIDAS DOLORES Y CONSUELO: Celebrar su fiesta es acercarnos a los trágicos eventos de la Guerra Civil en la España de los años treinta. Siendo aún muy niñas se trasladaron con toda su familia a Madrid, en donde ingresan al Colegio de las Hermanas Escolapias de Carabanchel. Aquí consolidaron su vocación religiosa y reafirmaron sus principios de ayuda a los desamparados. Pero las circunstancias políticas en España fueron cambiando y los religiosos empezaron a sufrir fuertes persecuciones y acoso. Las monjas escolapias, de las que ustedes llegan a ser fieles colaboradoras, no escapan a este asedio, y es así como ustedes también empiezan a ser perseguidas. Vuestro hermano Teófilo, Vicecónsul Honorario del Uruguay, les advierte de los peligros que corrían de seguir ayudando y trabajando con las monjas escolapias, pero Ustedes ya no podían volver la vista atrás del compromiso adquirido y continuaron ayudando y trabajando con las religiosas, identificadas con sus documentos diplomáticos y brazaletes uruguayos. Tú, Dolores, pasas a vivir en una casa con las religiosas escolapias, hasta que un día en que llevabas alimentos a los pobres de una zona de la capital, fuiste detenida por la milicia. Teófilo y Consuelo, que empezaron a buscarte, fueron informados de tu detención y recibieron una nota, aparentemente firmada por tí, en la que decías que tu libertad dependía de la presencia ante la milicia de la Hermana Superiora de las Escolapias. Inmediatamente ella junto con Consuelo, fueron en tu búsqueda y se dirigieron a las milicias, pero nunca te encontraron ya que sólo hallaron las balas asesinas que en medio de una calle de Madrid silenciaron sus vidas. Al día siguiente de este salvaje asesinato tu cuerpo, Dolores, junto con los de Consuelo y la Superiora de las Escolapias fueron encontrados sin vida en el depósito municipal. Pero ustedes ya no estaban allí. Habían pasado a vivir a la casa de Dios por toda la eternidad, termina diciendo el homenaje de Radio Vaticana.

Mañana del 19 de septiembre, en las afueras de Madrid - ReL (religionenlibertad.com)

3.- Nacidos en MÉXICO

Beato José María Escoto Ruiz, carmelita (beatificado en 2007)

Nació el 10 de agosto de 1878 en el rancho Agua Caliente en Atotonilco el Alto, dos días después fue bautizado y recibió la confirmación el 8 de febrero de 1882. Era el séptimo de 12 hijos que tuvieron Anastasio y María, cuando murió su padre en 1900 se mudó a la Ciudad de México mientras en 1926 se casó con Rosa Orozco. Tras ocho años de matrimonio ambos decidieron iniciar la vida religiosa y por ello viajaron a Roma para estudiar la posibilidad de obtener un indulto apostólico, el cual les fue otorgado en marzo de 1935.

Se mudaron a España donde Gabriel ingresó a la Orden de los Carmelitas Descalzos bajo el nombre de José María, ella hizo lo propio con las religiosas Salesas de Barcelona.

El 14 de octubre de 1935 él vistió por primera vez el hábito de novicio y esperaba profesar sus votos un año después pero la persecución religiosa se lo impidió, tuvo que abandonar el convento, fue apresado y fusilado el 29 de julio de 1936 a la edad de 57 años en la población Cervera junto con otros 12 religiosos. Después de ser fusilados los cadáveres fueron rociados con gasolina, quemados y finalmente esparcidos por los campos de cultivo. Al formarse la nueva comunidad Carmelita en Tárrega, los hermanos indagaron sobre el lugar del martirio; fueron al lugar llamado Clot dels Aubins y recogieron los restos. Fue beatificado el 28 de octubre de 2007 por Benedicto XVI.

2 de la madrugada del 29 de julio, a dos km de Cervera - ReL (religionenlibertad.com)

 

Beato Reginaldo Hernández Ramírez (beatificado en 2007)

Joven dominico que escapó a la persecución religiosa en México -la llama «guerra cristera» (1926-1929)- y acabó dando la vida por la fe valientemente en España. Se llamaba Luciano (Reginaldo) Hernández Ramírez y tenía 27 años. Según cuenta su biografía, recogida por la Orden de Predicadores, a la que pertenecía, nació el 7 de enero de 1909 en San Miguel el Alto, Jalisco, México, diócesis de Guadalajara, y fue bautizado al día siguiente con el nombre de Luciano, y confirmado el 19 de julio de 1909.

Recibió educación en la escuela parroquial del pueblo, en la escuela pública y en el colegio apostólico de San Juan de los Lagos, en Jalisco. Estudió en el seminario diocesano de Guadalajara. Debido a la persecución religiosa desatada por el presidente Plutarco Elías Calles, el seminario fue confiscado y tuvo que interrumpir los estudios.

Ayudado por el gran predicador y misionero mexicano padre Mariano Navarro, OP, viajó a España para ingresar en la orden dominicana. Profesó en Corias (Asturias) el 17 de agosto de 1927, donde tomó el nombre de ‘Reginaldo’, cursó estudios filosóficos, y se trasladó a Salamanca para los estudios teológicos. Fue ordenado sacerdote el 10 de junio de 1933. Durante la carrera, era entusiasta colaborador de las revistas y círculos del estudiantado, y estudió lenguas con afán. Tenía maravillosas cualidades de dibujante y pintor.

Asignado a Santo Domingo el Real de Madrid, comenzó estudios de Derecho en la Universidad Central de la capital de España. Por encargo de la Acción Católica Española, escribió un «Enchiridion» sobre la familia, y tenía preparado otro libro sobre «la guerra y la paz». «Afabilísimo y caritativo, de carácter alegre, mortificado, respetuoso y obediente, humilde y servicial, con temple y alma de apóstol, se salía del nivel ordinario de la religiosidad», dice la biografía oficial de la Orden de Predicadores.

Disuelta la comunidad en el mes de julio, permaneció en el convento. Después intentó acogerse a la embajada de México pero, recibidas sus pertenencias, le cerraron las puertas por su condición de sacerdote. Se refugió entonces en una familia y llevó una vida muy piadosa, dispuesto a morir por Dios y ganar el cielo. Quería emular a los sacerdotes perseguidos y ejecutados por la fe en México.

Detenido el 13 de agosto de 1936, después de confesar abiertamente que era «el religioso mexicano a quien buscaban», fue llevado a la checa (centro de detención) de Lista, Madrid, y ejecutado el mismo día. La checa de Lista fue instalada por Agapito García Atadell, vituperado por sus propios correligionarios políticos por su extrema crueldad, en un palacio del Paseo de la Castellana de Madrid y, al igual que otras checas, empleó archivos oficiales para su particular persecución, en momentos en los que el desgobierno facilitaba la acción de escopeteros voluntarios dispuestos a realizar los crímenes. Esta checa realizó numerosos saqueos en viviendas y oficinas y se benefició de una red de delatores.

Pidamos al señor que el ejemplo de santidad de los nuevos mártires alcance para la Iglesia en las naciones de las cuales algunos de ellos eran originarios, muchos frutos de auténtica vida cristiana, auguró el cardenal Tarcisio Bertone en su homilía del lunes siguiente a la beatificación.

A raíz de su beatificación, el arzobispo de Guadalajara, México, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, recordó que al igual que hubo mexicanos que murieron en España como los dos nuevos beatos, en este país también hay españoles que fueron sacrificados por su fe en México. «Aquí en México una persecución sangrienta fue de 1926 a 1929 y en España, fue exactamente diez años después, de 1936 a 1939», añadió.

13 de agosto, en las checas de Lista y Bellas Artes de Madrid - ReL (religionenlibertad.com)

 

4.- MÁRTIR NACIDO EN CUBA 

Beato José López Piteira, agustino 

Quinto hijo de los españoles Emilio López Vilelo y Lucinda Piteira Romero, nació el viernes 2 de febrero de 1912 en Jatibonico (Cuba). Recibió el sacramento del bautismo en la parroquia de San José (en la foto) el 11 de noviembre de 1913.

La familia decidió volverse a España en el año 1916, cuando su hijo José era todavía muy pequeño. Presumiblemente la fecha de su vuelta a la Península fue entre enero-febrero de 1917. Tras su vuelta a la natal Galicia, la familia decide radicarse en Partovia (Orense) donde nacerían los restantes cinco hijos de la pareja.

José era de carácter bondadoso y tratable, entusiasta y observante. A los 12 años de edad ya estudiaba la Enseñanza General bajo régimen interno en el Monasterio Benedictino de Santa María de San Clodio, (Leiro-Orense). En este monasterio realizó varios cursos de latín y humanidades y estudios de enseñanza media.

Tras estos años de estudios con los benedictinos y contando con 16 años, José comenzó el noviciado en el convento de agustinos de Ntra. Sra. del Buen Consejo de Leganés (Madrid). Profesó sus votos simples el 20 de agosto de 1929 y recibió luego su profesión religiosa del prior del convento, el Padre Natalio Herrero. En el convento de Leganés estudió tres años de filosofía (1929-32) que completó, con un año más (1932-33) en el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial y tres de teología (1933-36). Profesó sus votos solemnes en este Monasterio de San Lorenzo el 16 de julio de 1934, recibidos del prior, padre Juan Monedero, quien será uno de sus compañeros de martirio en 1936.

Antes de los votos solemnes recibió la tonsura el 20 de diciembre de 1934, las órdenes menores de ostiario y lector el 21, y las de exorcista y acólito el 22, en la capilla del palacio episcopal de Madrid, conferidas por Mons. Leopoldo Eijo Garay. El mismo Obispo le ordenó de subdiácono el 6 de abril de 1935, en la capilla del Seminario Diocesano de San Buenaventura de Madrid. El 8 de septiembre del mismo año, en el altar de la Sagrada Forma de la sacristía del Real Monasterio de El Escorial, fue ordenado de diácono por Mons. Francisco Gómez de Santiago, obispo misionero dominico, Vicario Apostólico de Haiphong, en Vietnam.

Un agustino escribe de él que era “buen estudiante y aficionado a la música”. Uno de sus compañeros dice textualmente: “Puedo dar testimonio de que manifestó una vocación muy decidida desde el primer momento, a la que correspondió con una vida de piedad muy intensa”. Otro añade que fue “un religioso ejemplar”. El Beato José López tenía sólo 24 años cuando entregó su vida de manera definitiva a Cristo Rey.

A cualquier hora del 1 de noviembre, cárcel de San Antón de Madrid - ReL (religionenlibertad.com)

 

5.- Mártir nacido en ARGENTINA

San Benito de Jesús (Héctor) Valdivielso Sáez

Nació el 31 de octubre de 1910, Buenos Aires, Argentina -murió el 9 de octubre de 1934, Turón (Mieres), España), fue un religioso y mártir español nacido en Argentina, del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas (Hermanos de La Salle), ejecutado durante la Revolución de Asturias, previa a la Guerra Civil Española.

Fue el primer santo de la Iglesia Católica nacido en Argentina, desde su canonización en 1999 hasta el 16 de octubre de 2016 (ese día fue canonizado el cura José Gabriel del Rosario Brochero). Como miembro del Instituto fundado por san Juan Bautista de La Salle, nunca fue sacerdote, pues es una congregación religiosa cuyos miembros profesan votos pero no reciben el sacramento del orden sagrado. Forma parte del grupo de los Mártires de Turón, junto a otros siete Hermanos de las Escuelas Cristianas y un sacerdote pasionista.

Héctor Valdivielso nació en el Barrio de Boedo, Buenos Aires, Argentina, en 1910, siendo hijo de padres españoles, procedentes de La Bureba, en Burgos, España. El 26 de mayo de 1913 fue bautizado en la antigua iglesia de San Nicolás de Bari, (ciudad de Buenos Aires). Sus padres se mudaron a Briviesca, España en 1914.

Frecuentó la Escuela municipal y la de las Hijas de la Caridad. El 31 de agosto de 1922 ingresó, con su hermano José, en la cercana casa de Bujedo, aspirantado de los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Se ofreció voluntario para realizar el noviciado menor en la casa misionera de Lembecq-lez-Hall, Bélgica, previa autorización de sus padres. Él pensó que así podría ir pronto a su "patria Argentina", como decía en una carta.

En 1926 regresó a Bujedo para hacer el Noviciado, recibiendo el hábito el 6 de octubre y tomando el nombre de Benito de Jesús, como era costumbre en la época. Pronunció los primeros votos el 7 de octubre de 1927. Después estudió allí Magisterio. El 24 de agosto de 1929 fue destinado al colegio de Astorga, León. Allí se entregó a los grupos apostólicos del Colegio, como los «Tarsicios» y a trabajar como promotor de prensa.

En 1933, el Hermano Benito de Jesús es destinado a Turón, en las Cuencas Mineras asturianas. Debido a las leyes de la II República española, tenía que pasar por profesor seglar, al menos de forma oficial y pública.

El 4 de octubre de 1934 dimite en pleno el gobierno de Ricardo Samper y el presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, confía la formación del nuevo gobierno a Alejandro Lerroux, jefe del Partido Radical. Al entrar en el gobierno elementos de la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), presididas por el político José María Gil-Robles, los grupos de izquierda amenazan con propagar una revolución, con el ideal de la revolución rusa de 1917 en el horizonte. En Asturias, esa misma noche comienzan las luchas en Gijón, Pola de Lena y, sobre todo, Oviedo. Los mineros y obreros se lanzaron a la revolución, guiados por los Comités locales revolucionarios, formados por militantes socialistas y comunistas. Los sacerdotes y religiosos fueron considerados enemigos del pueblo y se dio orden de detenerlos a todos. En la retaguardia que suponían los valles mineros, y el de Turón entre ellos, se utilizaron los talleres de la mina para preparar material bélico. El colegio de los Hermanos estaba en el punto de mira, aunque muchos habitantes del pueblo, incluso revolucionarios, quisieron salvar a los religiosos en reconocimiento a la labor educativa que realizaban desde 1917.

Justo después de realizar los ejercicios espirituales anuales, el Hermano Benito de Jesús fue detenido junto a su comunidad y al capellán el 5 de octubre de 1934, mientras rezaban en la capilla. Todos fueron encarcelados y sometidos a juicio revolucionario en la Casa del Pueblo.

A pesar de que varios habitantes del valle intercedieron por los religiosos, san Héctor y su comunidad murieron fusilados cerca del cementerio de Turón, junto a otros presos políticos.

Héctor Valdivielso Sáez, el primer santo argentino, entregó su vida el 9 de octubre, el mismo día que comenzaba en su país el Congreso Eucarístico Internacional de 1934 que marcó un renacimiento del catolicismo argentino, un hito a partir del cual se inició una vida nueva de la Iglesia en la Argentina, aumentaron las diócesis, crecieron las vocaciones, se construyeron nuevas parroquias, y el laicado cobró conciencia de su importancia en la Iglesia.

Los cuerpos de los ocho Hermanos de La Salle fueron trasladados solemnemente a la iglesia del Monasterio de Santa María de Bujedo una vez neutralizada la revolución. Allí reposan aún, en la capilla dedicada a los mártires. Sin embargo, gran parte de las reliquias de San Héctor reposan en distintos centros educativos de La Salle en Argentina. Fue beatificado el 29 de abril de 1990 por el papa Juan Pablo II y canonizado el 21 de noviembre de 1999. Fue la primera persona nacida en Argentina en ser elevada al honor de los altares.

Asturias 1934 (1) - ReL (religionenlibertad.com)