Opinión

Legionarios. El valor del Santo Padre

No cabe duda que es necesario desde la verdad reconstruir un jardín bellísimo que hay dentro de la Iglesia y que se ha visto dañado por el mal hacer de aquel que debería haber sido el buen pastor

04 mayo 2010 00:00

Nadie puede dudar del valor con el que el Papa Benedicto XVI se enfrenta a los problemas, especialmente cuando éstos son dolorosos y delicados de resolver. En el caso del fundador de la Legión de Cristo y el Regnum Christi no le tembló el pulso cuando le apartó del ejercicio del ministerio sacerdotal. Ni más ni menos que a un fundador de una realidad eclesial tan benemérita y tan apreciada por todos los católicos. Pero el Santo Padre ahora ha ido más lejos, pues ha querido reunirse personalmente con aquellos que han tenido que investigar las deficiencias que el padre Marcial Maciel cometió como superior de una institución católica y a la vez proponer soluciones para que los miles de seguidores de Jesucristo, a través de un carisma específico, no sigan con el terrible desconcierto en el que se encuentran al descubrir los terribles delitos y pecados que el mismo fundador cometió.

Todos los católicos nos sentimos profundamente cercanos a aquellos que con honestidad e ilusión encontraron el amor de Dios a través del Regnum Christi y de los apostolados de los Legionarios de Cristo, pues no cabe duda que es necesario desde la verdad reconstruir un jardín bellísimo que hay dentro de la Iglesia y que se ha visto dañado por el mal hacer de aquel que debería haber sido el buen pastor.

Son misterios de la gracia que nunca llegaremos a comprender en la tierra, pues todos los que conocemos y amamos a estos hermanos nuestros deseamos una pronta solución. Por eso el Papa Benedicto XVI, una vez más, con solicitud amorosa ha propuesto las soluciones para que la fe y el ardor apostólico de tantos miles de fieles no se apague por culpa del pecado de los hombres. ¡Gracias, Santo Padre, por su respeto a la verdad y a los más débiles; porque la nave de Jesucristo sigue en manos del Buen Pastor, que defiende siempre al rebaño de los ladrones y salteadores!

Publicado en ABC