La familia, el cimiento

En una sociedad convulsa y confusa, en la que una de las notas predominantes es la falta de confianza y el afán por la productividad, la Iglesia sigue afirmando la célebre frase de Juan Pablo II: «El futuro de la humanidad pasa por la familia». Sin una familia estable, fundada en el amor indisoluble y abierto a la vida entre un hombre y una mujer, el mundo camina hacia su propia ruina pues es la familia el cimiento sobre el que se sostiene una comunidad en la que los valores principales sean el respeto, la comunicación y el perdón. Por eso el Arzobispado de Madrid vuelve a convocar a todos los fieles que quieran acudir al la gran Fiesta de la Familia el próximo dos de Enero, en la que se celebrará la santa Misa con la afluencia de numerosos prelados, sacerdotes y cientos de miles de fieles que quieren mostrar con su presencia y su oración la gran vitalidad que sigue teniendo la auténtica familia natural, creada por Dios y cuyo ejemplo máximo es la Sagrada Familia de Nazaret. Es terrible constatar el profundo descenso de natalidad que padece nuestro continente europeo, en el que de un modo muy cruel se ha instaurado una ideología que distorsiona constantemente los valores más básicos del mensaje cristiano. Dios es familia porque es Trinidad y el ser humano, creado a su imagen y semejanza, no puede realizarse como tal si no es en el marco de una vida familiar donde cada uno es amado no por lo que tiene, sino por lo que es. En definitiva, se trata de llevar de un modo positivo un aliento de esperanza a tantos corazones que se desaniman ante la crisis de valores que estamos padeciendo. Hay mucha gente que en la familia cristiana encuentra un camino de felicidad y dificultad, de amor y sacrificio, un camino que le permite realizarse como persona y cumplir así su vocación.