León XIV: «La Resurrección no es una idea, una teoría, sino el Acontecimento que fundamenta la fe»
León XIV recibió una visita inesperada durante la audiencia general de este miércoles.
"La Pascua da esperanza a la vida cotidiana": éste fue el título de la catequesis del Papa este miércoles durante la audiencia general en la Plaza de San Pedro.
Todos los días es Pascua
¿Por qué da esperanza? Porque "es un evento que no pertenece a un pasado lejano", sino del que la Iglesia "nos enseña a hacer memoria" cada Domingo de Resurrección y en cada misa, explicó León XIV. Por eso, "el misterio pascual constituye el eje de la vida del cristiano en torno al cual giran todos los demás eventos".
¿En qué sentido, entonces, puede decirse que "todos los días es Pascua"? Porque "vivimos cada hora muchas experiencias diversas", entre las que el pontífice citó el dolor, la alegría, el estupor o la serenidad. Y en cada una de esas situaciones "el corazón humano anhela la plenitud, una felicidad profunda"
Chuck Swirsky, vocero de los Chicago Bulls cuando juegan en su pabellón, entrega al Papa una camiseta del equipo de la NBA de su ciudad natal.
Esa "demanda de sentido" la satisface el anuncio pascual porque "es la noticia más hermosa, alegre y conmovedora que jamás ha resonado en el curso de la historia", dado que "atestigua la victoria del amor sobre el pecado y de la vida sobre la muerte".
El Viviente, estrella polar
El hombre "propende hacia un más allá que le atrae constantemente, ninguna realidad contingente le satisface" pues "tendemos al infinito y a lo eterno": por eso "todo cambia" con la noticia del sepulcro vacío y la Resurrección, a partir de la cual Jesús puede ser denominado "el Viviente".
"Y en Él tenemos la seguridad", añadió el Papa, "de poder encontrar perennemente la estrella polar hacia la que dirigir nuestra vida de aparente caos, marcada por hechos que, a menudo, nos parecen confusos, inaceptables, incomprensibles", como el mal o la muerte.
Aunque "la Pascua no elimina la cruz", se convierte en "cura y sanación" de nuestra "frágil humanidad", y "alimenta la esperanza frente a los desafíos alarmantes que la vida nos pone por delante cada día a nivel personal y planetario".
"La Resurrección de Cristo no es una idea, una teoría, sino el Acontecimento que fundamenta la fe", concluyó León XIV: "Él, el Resucitado, nos lo recuerda siempre mediante el Espíritu Santo, para que podamos ser sus testigos también allí donde la historia humana no ve luz en el horizonte".
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