Müller habla de los límites del poder del Papa, de «Fiducia Supplicans» y otros problemas
El cardenal Müller habla con la prensa estos días y recuerda que el oficio petrino, el trabajo del Papa, tiene unos límites
José Ramón Navarro-Pareja, enviado del diario español ABC al Vaticano, ha entrevistado al cardenal Gerhard Ludwig Müller, quien fuera Prefecto de Doctrina de la Fe con Benedicto XVI, y también 4 años con Francisco, quien le creó cardenal. Pero al cumplir Müller 69 años, el Papa Francisco le cesó de ese cargo y no le encomendó ya después ninguno más.
Ahora, con 77 años, muchos le consideran capaz de "poner orden" en la actual situación de desconcierto en la Iglesia. Suele hablar como profesor de Teología, pero también ha sido pastor: durante 10 años fue el obispo de Ratisbona, en Alemania, de 2002 a 2012.
El cardenal recibe al reputado periodista que cubre Religión en ABC en un apartamento donde vivía Ratzinger cuando era cardenal, y del que ha heredado una bien nutrida biblioteca.
"Desde una visión teológica y dogmática todos los papas tienen la continuidad en una misión que viene del mismo Cristo. Los cardenales los han elegido, con la guía del Espíritu Santo, pero quien lo ha hecho Papa es Cristo. Esta es la clave del ministerio petrino. Luego, cada uno tiene su personalidad", explica el cardenal como punto de partida.
"La fe, la moral y la doctrina vienen de la palabra de Dios, que no es arbitrario, es logos", explica.
Cosas que no están claras en Fiducia Supplicans
Preguntado por temas como "la bendición de parejas homosexuales o en situación irregular", detalla: "La ideología LGBT es atea y niega totalmente la base de la antropología cristiana y quieren relativizar el matrimonio. Eso hay que diferenciarlo del hecho de que hay algunas personas con las que tenemos que hablar, ayudar, estar cerca, pero estas cosas no están claras en la Fiducia Suppplicans. Las demás confesiones cristianas, sobre todo los ortodoxos, y muchos obispos católicos, han lamentado la falta de un claro fundamento teológico. Este es el problema del pontificado, la buena voluntad del Papa Francisco. Pero el Papa tiene que ser fiel al magisterio más alto de la Iglesia".
Los límites del poder del Papa
"Las televisiones, algunas personas y hasta filósofos creen que es el Papa quien decide lo que es la verdad. Frente a eso tenemos una clara doctrina sobre el primado y también sobre sus límites. Cualquiera lo puede leerlo. Cuando he recordado la doctrina, que el poder del Papa no es ilimitado, algunos dicen que el cardenal Müller es un enemigo del Papa. Pero quien quiere informarse, tiene que leer los números del 7 al 10 de la 'Dei Verbum'. El Papa sólo explica la fe, no crea la fe. No puede decir mañana que los laicos pueden celebrar la misa. Hay límites en su potestad. Y no puede decir: «yo solo con algunos sacerdotes gobierno la Iglesia». El episcopado es de derecho divino. El Papa no tiene ninguna potestad sobre el Derecho Divino. También en la doctrina. El matrimonio es sacramental, es indisoluble. Y cuando uno está en el estado del pecado mortal, el Papa no puede darle el permiso de comulgar", añade.
Aclarar lo que es un Sínodo de los obispos
"Tenemos que esclarecer totalmente lo que es un sínodo de los obispos y lo que es una asamblea eclesiástica o un simposio. En estos no hay ningún problema de hacerlos. Todos los días se reúnen estudiantes con sus profesores en las facultades y tratan sobre temas de teología. Pero el sínodo de los obispos, la institucionalización de la colegialidad de los obispos, es un concepto de derecho divino", añade Müller.
Preguntado las "dubbia" (el formato de elevar preguntas al Papa, que Francisco no solía responder), Müller explica: "Esta forma de preguntas al Papa existe desde siempre. Cuando antes las utilizaron con otros Papas, nadie protestó, porque las dudas venían desde sectores de izquierda. En aquellos momentos muchos estaban de acuerdo con la posibilidad de la comunión a los divorciados y eso no se veía como un ataque al Papa".
Sobre los periodistas que le acusan de "calentar el cónclave" cuando responde en entrevistas, dice: "La gente me pregunta sobre cosas de Teología y respondo desde lo que sé, según la Teología Dogmática. Los periodistas secularizados tienen que aprender que las categorías que ellos siempre aplican a la Iglesia –conservador y progresista, izquierda o derecha– son absolutamente falsas. No piensan nunca en categorías de revelación, de la voluntad de Dios, de la sacramentalidad de la iglesia. Hay una gran diferencia entre la Iglesia y un estado o un partido político. Nosotros somos la comunión de los fieles y Cristo es la cabeza. Que algunos representantes de la opinión pública entiendan poco de teología no puede tener como consecuencia que el profesor Müller tenga que callar, no decir nada y no refutar esos errores. Si no quieren leer mis libros están invitados a profundizar en los de Ratzinger, Balthasar, Rahner, que tienen respuestas similares".
"La verdadera Teología de la Liberación es superar el comunismo"
El periodista de ABC le comenta su "amplia relación con Gustavo Gutiérrez, uno de los padres de la Teología de la Liberación".
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Gustavo Gutiérrez, promotor de la teología de la liberación, señala que ésta nunca ha sido condenada
Rocío Lancho García/Zenit
Müller responde: "No estuve cerca de Gustavo Gutiérrez porque viviera un momento en la izquierda. La doctrina social de la iglesia no es de la izquierda, no es el comunismo. Al contrario, es la absoluta superación del comunismo porque tiene en el centro una verdadera antropología. Los comunistas hablan de la justicia social, pero nunca se ha realizado en ningún sistema comunista, porque carecen de un concepto de persona. En cambio, la Teología de la Liberación en sustancia viene del Concilio Vaticano II, de la Gaudium et Spes, que da el mandato a la Iglesia de dar una respuesta al mundo con todo el potencial del Evangelio, para mejorar las situaciones anti-humanas de gente que no tiene nada que comer, que no tiene acceso a la educación. Gustavo Gutiérrez no hizo un compromiso con los comunistas, porque la verdadera Teología de la Liberación es la superación de comunismo, porque parte de que todos los hombres tienen la misma dignidad y con la fuerza del evangelio podemos cambiar estas situaciones".
Müller se ríe cuando las películas presentan "la imagen de unos cardenales que somos casi criminales y pensamos cada noche como ser el más malo. La mayoría de nosotros venimos de la clase media, tenemos un estilo de vida humilde, y no es una humildad para aparentar".
Ideas para el nuevo Papa
Para el nuevo Papa, o el nuevo pontificado, propone algunas orientaciones.
"El Papa no debe ser necesariamente un profesor de teología pero debe acercarse a buenos pensadores, dejarse asesorar por gente de buen juicio y por los cardenales. Estoy convencido de que el colegio cardenalicio debe reunirse con el Papa por lo menos una vez al año, para ayudar al Papa con los grandes desafíos actuales de la Iglesia. También le puede ayudar el sínodo de los obispos, en la forma clásica".
Y añade: "Eso no excluye que se puedan hacerse, aquí en Roma o en otros lugares del mundo, asambleas con laicos y consagrados, como ya tenemos los consejos parroquiales y diocesanos, para discutir, informar, avanzar sobre como presentar a la Iglesia católica los contenidos de esperanza contra el nihilismo, contra el antinatalismo, contra el transhumanismo, que son corrientes muy peligrosas para la humanidad".
"También hay que convencer a los políticos que la guerra no puede resolver los problemas. Otra de las cuestiones son las grandes migraciones y tenemos que analizarlo desde una perspectiva múltiple, no sólo como poderlos acogerlos aquí, cual es su forma de integración y cómo quedan en los países de origen si los más jóvenes y mayor capacidad los abandonan para migrar. Pero insisto que el sínodo de los obispos es una institución del magisterio y no puede participar con voto más quienes tienen la ordenación episcopal. Eso no lo puede cambiar nadie", detalla.
La entrevista completa en ABC aquí (para suscriptores).